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Mensajes > Official Service |
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Title |
Testimonio de Dr. Jaerock Lee(4) - Luchas |
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Speaker |
Rev. Jaerock Lee |
Pasaje |
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Date |
2008-04-23 |
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Primera Parte: En el umbral de la muerte 1. El deber filial es morir 2. Mi infancia 3. Luchas 4. Transcurso del tiempo
3. Luchas
Una Sombra de desgracia
Pasé relativamente sin grandes problemas el período de la escuela primaria, secundaria y preparatoria. Cuando era universitario, fui convocado al servicio militar. Desde aquel entonces, tuve que probar lo amargo de la vida. Después de terminar el servicio militar, por causas financieras, no pude volver a la universidad. Yo había recibido la parte de la herencia de mis padres, pero ésta fue absorbida por un estafador en quien yo confiaba. Fui estafado y como dice un refrán: "Peligroso mundo donde tu nariz es cortada enfrente de tus ojos". Esa persona me traicionó y arruinó mi futuro. Durante ese tiempo de desesperación, siguiendo el consejo de un primo empecé a escribir cartas a una mujer. Después de tres años, recibí una proposición de matrimonio de esa muchacha. Puesto que estábamos muy enamorados, nos casamos a pesar de la desaprobación de nuestros padres. Aunque no recibimos ninguna ayuda, preparamos un nido de amor y planeamos nuestra vida. Hay muchas personas que han tenido éxito a pesar de las adversidades. Empecé a trabajar en una compañía de prensa durante el día y por la noche asistía a la universidad. Mi esposa abrió un pequeño salón de belleza.
Problemas de la bebida
Era un día de primavera. Con motivo de las peticiones de los compañeros de trabajo, organizamos una fiesta para conmemorar nuestra boda y mi nuevo trabajo. Invitamos a un grupo de amigos por la mañana, compañeros de la escuela para el almuerzo y los amigos del pueblo natal por la tarde. Hacía mucho tiempo que no habíamos podido disfrutar tanto. A través de las felicitaciones de nuestros amigos, sentí que en mi vida empezaba una nueva esperanza. ¡¿Cómo yo no podía predecir que una sombra de desgracia se me acercaba lentamente?! Aproximadamente eran las doce de la noche, la hora de toque de queda cuando terminó la fiesta. Me sentí relajado por el hecho de que la fiesta ya había terminado. Súbitamente sentí un mareo y todas las cosas del cuarto empezaron a girar a mi alrededor. Sentí algo extraño y no podía controlarme. Seguía estando consciente e inconsciente y no paraba de vomitar, sintiendo un intenso dolor de cabeza. Mi esposa estaba sorprendida y fue corriendo a la farmacia a comprar medicinas. No podía tragar esas pastillas y seguía vomitando. Vomité toda la noche, hasta quedar totalmente vacío. Sin embargo, el dolor no paró. Desde que era joven empecé a beber un poco, y aprendí a tomar licor de serpiente como medicamento, para curarme de una costilla que se me fracturó jugando. Esto me ayudó a no perder el control aunque yo bebiera mucho. Mi otro apodo era "Bebedor", puesto que creí que podía beber mucho sin emborracharme. La bebida que durante la fiesta se consumió era un whisky muy fuerte. Compré cuarenta botellas de 720 ml. y mis amigos también trajeron gran cantidad de botellas. Bebí aproximadamente cinco botellas. Como anfitrión no podía rechazar el brindis de los invitados y así bebí desde la mañana hasta muy entrada la noche. Por eso, antes de beber alcohol, puse un poco de azúcar en el whisky para hacerlo más sabroso. Yo bebía mucho. Puesto que nunca perdí una competición de bebida, creí que no me emborracharía nunca. Fui un estúpido en no darme cuenta que esto sería causaría mi enfermedad y me llevaría al umbral de la muerte. Arruiné completamente mi estómago con la bebida. Ni el metal más fuerte podría soportar la cantidad de whisky que tomé aquel domingo de marzo de 1968.
Yo era depósito de enfermedades
Mi esposa y yo no la consideramos muy grave al principio. Seguía tomando medicamentos de un farmacéutico, pensando que era un dolor pasajero causado por haber bebido mucho alcohol, pero los medicamentos no me curaban. Como yo era un reportero y sabía como obtener rápidamente informaciones, pude conseguir muchas sugerencias sobre muchos excelentes medicamentos. Tomé medicamentos locales e importados y todo fue en vano. No podía menos de sentirme algo preocupado. Empecé a tener problemas de digestión y comencé a adelgazar. Fui al hospital para un chequeo y me dijeron que sólo era úlcera en el estómago, pero no me recuperé a pesar del tratamiento largo que seguí. Mi cuerpo estaba débil y no sólo tenía úlcera de estómago, sino que además había otras complicaciones extrañas: falta de apetito, pérdida de peso, quebranto nervioso, un fuerte dolor de cabeza, anemia, infección en la oreja, nariz y garganta, congelación, pie de atleta, inflamaciones y otras cosas más cuyo nombre no conocía. En resumen, era como un gran depósito de enfermedades. Mi padre vino de la provincia en compañía de un médico famoso de hierbas. Después de examinar mi pulso, el doctor dijo: "Es un milagro que tú aún te encuentres con vida". Luego él diagnosticó que mi estómago estaba quemado por tanto alcohol y como resultado todas las funciones estomacales se habían atrofiado. Cuando uno come, el alimento se disuelve en el estómago y los intestinos absorben la sustancia nutritiva y de ahí pasa a diferentes partes del cuerpo. Puesto que esto no era posible en mi caso, no tenía ninguna resistencia a las enfermedades. Esto provocó el atrofiamiento del estómago, y por fin varias complicaciones. Ninguna parte de mi cuerpo estaba normal. Yo luchaba para recuperar mi salud, para curarme, esto era una pelea horrible y solitaria.
Si yo puedo recuperarme
Al principio, visité farmacéuticos, médicos de hierbas, hospitales y siempre seguí con empeño las prescripciones de médicos y farmacéuticos. Parecía que a veces me recuperaba, pero poco tiempo después, otra enfermedad surgía. Durante más de un año dependía de las medicinas modernas y todo era en vano. Tuve que dejar el trabajo. No tenía ingresos, el gasto aumentó y la condición del hogar se empeoró. Sin embargo, no podía ser vencido por la enfermedad. No podía pagar el gasto del hospital, por eso intenté buscar otro método para curarme. Intenté todo. Si alguien me decía que había un remedio bueno para curar mi enfermedad, pedía un préstamo y lo probaba. La gente me sugirió: "Ofrece un culto de cien días en el templo budista y así te curarás", "Planea exorcismos", "Cree en Buda", "Cambia tu nombre", etc. Aunque yo era un ateo, rendí culto a cualquier dios, esperando curarme. Un día, practiqué un exorcismo. Después de bañarme me puse ropa limpia y me recosté con un pollo encima de mi cabeza. Mi esposa hizo una extraña cosa con un cuchillo en su mano y súbitamente acuchilló el pollo con toda su fuerza. Ahora, recordando el pasado, pienso cuán estúpidas eran todas esas cosas, pero en ese tiempo yo estaba desesperado a causa de mi salud. Yo buscaba afanosamente energías para seguir la lucha para vivir. Mi madre y mi esposa hacían todo lo posible para conseguir todas las cosas que fueron considerando buenas para curarme: he tomado ciempiés hervidos, cardíaca, corteza de árbol de reina, vesícula de perro, y vejiga de oso. Incluso tomé bebida de serpiente. Tres años después de estar enfermo, mis piernas empezaron a tener problemas. No podía estar de pie durante largo tiempo y el diagnóstico fue un reumatismo articular. A pesar del largo tratamiento, no pude mejorar. Entonces oí decir que comer gato era bueno para el reumatismo articular. Mi esposa que en ese tiempo trabajaba en el mercado en Kumho-Dong empezó a comprar gatos y me los cocinaba. Cuando no está bastante cocida, el olor de la carne de gato es insoportable. Entonces pensaba que sería mejor morir que comérmelos. Comí tantos gatos que no quedó ninguno en el distrito Seong Dung-Ku y tuvieron que ir hasta el mercado de la Puerta del Este y al mercado Jung-Bu para comprar gatos, esperando que esto me curaran.
Se podrá beber los contenidos de una letrina
En una ocasión, tenía tanto dolor que no podía levantarme para ir al baño. Alguien vino a verme y dijo: "¿Quieres vivir? Hay un sólo método para tí". "¿Cuál es?". "Haz sido golpeado por alguien cuando tú eras joven, ¿verdad? Pues la sangre coagulada está acumulada dentro de ti y esto es la causa de tu enfermedad. La única solución es beber el contenido de restos filtrados de una letrina". Mi madre y mi esposa bailaron de alegría al escuchar la solución y una esperanza brillaba en mi pensamiento. Con prisa nos fuimos a nuestro pueblo natal. Mi madre pronto consiguió un recipiente, el cual llenó con restos sacados de una letrina y los puso a filtrar. Al día siguiente, ella recogió el líquido filtrado a lo largo de la noche y me los trajo. Durante quince días, tres veces al día mi madre me dio este líquido. A pesar del olor, lo bebí con empeño. Como su olor era sumamente fuerte, lo bebía por medio de un pote. Aunque intentaba con mucho cuidado no tocar el líquido con mi lengua, no podía evitar su olor. Me enjuagaba la boca durante diez minutos y luego comía pastillas de menta. Sin embargo, el olor dentro de mi boca era terrible y no desapareció durante largo tiempo. Mi lucha contra la enfermedad no paró allí. Oí decir que unas pastillas alemanas para leprosos, que contenían una clase de antibiótico, eran las únicas pastillas que podrían curar mi piel infectada. ¡Cuán grande era el deseo de curarme que no me importaba tomar cualquier líquido y hasta pastillas para leprosos!.
Mi lucha era en vano El resultado de mi horripilante lucha era miserable. Reconocí eventualmente que había enfermedades que no podían ser curadas por la medicina moderna, o por hechicería, o por ningún otro método. Mi cuerpo estaba cubierto con llagas. ¿Cómo podría conseguir mi deseo de tener las piernas fuertes, una audición precisa, un cuerpo saludable y un a consciencia clara? La diosa de la muerte me rodeaba y de a poco, me conducía al umbral de la muerte, mientras estaba luchando por recuperarme. De repente mi cuerpo estaba perdiendo la fuerza como una mariposa sin alas. Por amor propio no me gustaba perder. No podía perder en la lucha contra la muerte. Perdía fuerzas tras la larga lucha, pero sin embargo mi lucha no cesó allí.
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