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Title |
Conferencia sobre 1 Juan(14) - Conferencia sobre 1 Juan (14) |
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Speaker |
Rev. Jaerock Lee |
Pasaje |
1 Juan 2: 20- 23 |
Date |
2010-12-12 |
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Pasaje
[1 Juan 2: 20- 23] "Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas. No os he escrito como si ignoraseis la verdad, sino porque la conocéis, y porque ninguna mentira procede de la verdad. ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo- Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre."
Esta es la decimocuarta sesión de la serie de lecturas sobre 1 Juan. En la última sesión, les hablé sobre el anticristo que aparecerá en el tiempo final.
Nosotros los creyentes tenemos que estar alertas y no ser engañados por el anticristo.
La escritura de este día en 1 Juan 2:20-23 explica lo que los creyentes tienen que hacer para no ser engañados. Esta nos dice que nosotros tenemos que discernir entre la verdad y la falsedad en las obras del Espíritu Santo y estar parados en el evangelio que hemos escuchado en el principio y actuar en la verdad.
1 Juan 2:20 dice, "Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas".
Aquí, tener la unción del Santo significa que ellos han recibido al Espíritu Santo. Decir que los hijos de Dios que han recibido al Espíritu Santo conocen todas las cosas significa, que el Espíritu Santo nos enseña todo lo que tenemos que saber.
¿Qué es lo que el Espíritu Santo nos enseña específicamente-
Primero, Él nos dice que somos hijos de Dios. Aquellos que han aceptado a Jesucristo como su Salvador personal recibirán al Espíritu Santo en su corazón.
Romanos 8:16 dice, "El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios".
El Espíritu Santo quien ha venido a nuestro corazón nos enseña que Jesús es nuestro Salvador Personal. Él nos convence de que somos hijos de Dios que hemos recibido salvación. Además, nos permite comprender y creer en las cosas de la Biblia que no pueden ser comprendidas a través del pensamiento normal del hombre.
De hecho, Dios que es eterno e ilimitado y que existe a través de la eternidad, y que ha creado todas las cosas con Su palabra, no puede ser comprendido dentro de las habilidades cognoscitivas generales del hombre.
Revivir a los muertos con Su poder, detener el sol y la luna, y partir el mar no es algo consistente con el pensamiento humano. Pero si el Espíritu Santo nos enseña, entonces podemos comprender que todas estas cosas son verdaderas.
En segundo lugar, el Espíritu Santo nos enseña sobre el pecado, la justicia y el juicio.
Él nos permite saber sobre lo que es el pecado y la justicia, y nos permite comprender y creer que habrá un juicio de acuerdo a la palabra de Dios. Él nos enseña que es imperativo para los hijos de Dios que desechen los pecados y que vivan en justicia. Nos habla en nuestro corazón a cada momento para ayudarnos a actuar en la verdad. Amablemente nos enseña diciendo, "Aun cuando a ustedes no les agradan sus acciones, no tienen que odiar a otros. Tienen que buscar la paz y la santidad con todos. No tienen que dejar de orar sin importar cuan ocupados estén. No tienen que mentir buscando su beneficio. Tienen que sacrificarse a ustedes mismos y servir a los demás".
Si nosotros simplemente obedecemos las enseñanzas del Espíritu Santo, es decir si seguimos los deseos del Espíritu Santo, siempre estaremos llenos con el Espíritu. Tendremos infinito gozo y agradecimiento y produciremos abundantemente el fruto del Espíritu Santo.
Por el contrario, si no obedecemos la verdad que el Espíritu Santo nos enseña, Él se lamentará profundamente. Nos hará sentir que tenemos que arrepentirnos y alejarnos rápidamente, y apartarnos de los pecados.
Pero si nosotros continuamos rechazando la voz del Espíritu Santo, en cierto punto Él no podrá hablarnos más. La voz del Espíritu Santo se volverá cada vez más tenue, y finalmente no la podremos escuchar.
Si continuamos desobedeciendo y morando en el pecado, no solamente no podremos oír la voz del Espíritu Santo, sino que el Espíritu Santo en nosotros será apagado.
Una persona será cortada de la salvación si esto llegara a suceder.
Por otro lado, si nosotros continuamos obedeciendo las enseñanzas del Espíritu Santo, podremos escuchar Su voz con mayor claridad. Podremos discernir entre la verdad y la falsedad, y podremos ser guiados incluso en las cosas pequeñas de nuestra vida diaria.
Por supuesto, cuando nosotros continuamos teniendo más falsedad en nuestro corazón, no podemos obedecer la voz del Espíritu Santo todo el tiempo.
El deseo de seguir al Espíritu Santo y de actuar en justicia luchará contra el deseo de seguir la lujuria y de cometer pecados. Para ganar esta batalla, tiene que haber esfuerzo de nuestra parte.
Nosotros tenemos que meditar en la palabra de Dios de día y de noche, y orar y ayunar para pedir la gracia y la fortaleza de Dios. Entonces el Espíritu Santo nos ayudará. Él no solamente nos enseñará la verdad sino también nos dará la fortaleza para seguirla.
En tercer lugar, el Espíritu Santo nos enseña los caminos de bendición en nuestra vida.
El Espíritu Santo es muy gentil y delicado. Si ustedes reconocen a Dios en todas las cosas y depositan todo en Él en oración, podrán ser guiados por el Espíritu Santo incluso en las cosas pequeñas.
Cuando David tenía batallas, Dios le enseñaba si tenía que confrontar al enemigo o evadirlo, y si él tenía que pelear, Dios le enseñaba qué clase de tácticas tenía que usar.
Cuando el apóstol Pablo estaba pastoreando, el Espíritu Santo le enseñaba a que área debía ir y que clase de cosas sucederían cuando llegara allí.
Esto es igual con ustedes. Al grado en que dependan en Dios y vivan en la verdad, el Espíritu Santo les hará saber todas las cosas.
Por ejemplo, incluso cuando ustedes predican el evangelio, Él les enseña cómo hacerlo. Cuando visitan a un nuevo creyente o cuando oran por ellos, el Espíritu Santo puede mostrarles qué clase de mensaje ellos realmente necesitan.
Además, aun en sus negocios del mundo, ustedes pueden recibir fácilmente las bendiciones si pueden ser guiados claramente por el Espíritu Santo.
Amados hermanos y hermanas en Cristo, de la misma forma, el Espíritu Santo mora en ustedes y les enseña todo con detalle así como lo hace un tutor.
Él nos permite saber sobre el reino espiritual, nos permite reconocer la verdad y nos guía en nuestros caminos.
Así que, aquellos que son enseñados por el Espíritu Santo no serán engañados cuando otros traten de hacerlo con ideas del anticristo.
Por ejemplo, ¿Qué les diría el Espíritu Santo si alguien dice, "Usted puede ir al Cielo si simplemente vive una buena vida aun cuando no sea cristiano"-
Él les recordará el versículo en Hechos 4:12 que dice, "Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos".
Además, si alguien dice, "Si usted acepta a Jesucristo, puede recibir salvación aun cuando continúe pecando, por lo tanto no tiene que esforzarse por desechar los pecados", entonces, el Espíritu Santo les dará la respuesta inmediatamente.
Él podrá recordarles el versículo en Mateo 7:21 que dice, "No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos".
Aun cuando ustedes no puedan recordar el versículo exacto, aquellos que oran recibirán un sentido de discernimiento en el corazón. Debido a que el Espíritu Santo no está agradado, ustedes sentirán cierta incomodidad en su corazón. Podrán sentir en su corazón que otros no están hablando la verdad sino que falsedad.
Aquellos que reciben las obras del Espíritu Santo pueden discernir entre las cosas a través de la voz de inspiración en el corazón.
1 Juan 2:21 dice, "No os he escrito como si ignoraseis la verdad, sino porque la conocéis, y porque ninguna mentira procede de la verdad".
El libro de 1 Juan es una carta del apóstol Juan a los creyentes que escucharon el evangelio y lo aceptaron. Ellos conocen sobre Dios la Trinidad y sobre el camino de la salvación a través de la cruz.
Juan estaba diciendo a los creyentes que debido a que ellos tienen el conocimiento de la verdad, necesitan discernir la falsedad con este conocimiento.
Aquí, la falsedad es la mentira que el anticristo está diciendo, según les expliqué en el mensaje anterior.
1 Juan 2:22-23 dice, "¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo- Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre".
El anticristo niega al Hijo, es decir a Jesucristo el Hijo de Dios. Ellos no reconocen que Jesús es Dios Mismo en origen y que Él se hizo hombre. Niegan que Jesús tenía tanto humanidad como divinidad al mismo tiempo. Y no aceptan que Jesucristo es el Salvador, pero dicen que sirven a Dios. Sin embargo, Dios no reconoce eso como fe.
La Biblia claramente nos dice que solamente hay salvación a través de creer en Jesucristo. Jesús también dijo que si realmente creemos en el Padre, tenemos que creer en el Hijo a quien envió el Padre.
Juan 3:35-36 dice, "El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano. El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él".
Esto quiere decir que, aun cuando creemos en Dios Padre, nosotros no podemos obtener vida eterna siempre que no respetemos ni obedezcamos al Hijo.
Entonces, ¿Cómo podemos creer que Jesucristo es realmente el Hijo de Dios-
Nosotros no podemos creer simplemente en cualquiera que venga y nos diga que él es el Hijo de Dios. ¿Cuál es la evidencia en la cual podemos creer-
Los Judíos en los tiempos de Jesús también tenían esa interrogante.
Sobre esto, Jesús dijo en Juan 10:25, "las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí".
Además, Él dijo en Juan 14:11, "Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras".
Jesús proclamó la palabra de Dios con autoridad en la palabra y confirmó Su palabra con el poder.
Nosotros podemos creer que Jesús es el Hijo de Dios porque Él realizó los milagros y las señales que los hombres no pueden hacer.
Nosotros podemos creer aun cuando Él dice, "Yo soy el Hijo de Dios el Creador, y el Salvador de toda la humanidad".
Esto es igual con los apóstoles.
Marcos 16:20 dice, "Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían".
Cuando los discípulos predicaban el evangelio, Dios confirmaba su palabra a través de la manifestación del poder Dios.
Incluso en la actualidad, cuando nosotros oramos en el nombre de Jesucristo, las obras que están escritas en la Biblia toman lugar. Nosotros podemos testificar que Jesús es el Cristo a través de estos milagros.
Si una persona no cree incluso después de ver las obras de Dios manifestadas por el Espíritu Santo, esto quiere decir que él está negando a Dios.
Especialmente, si alguien condena estas obras diciendo que son obras de Satanás o que son herejías, entonces nosotros debemos saber que esto es oponerse contra Dios Mismo.
Amados hermanos y hermanas en Cristo, ¿ustedes creen y confiesan al Padre y al Hijo-
Aquellos que confiesan al Padre y al Hijo también confesarán la palabra. Nosotros no podemos decir que ustedes creen simplemente porque conocen la Palabra de Dios. Si nosotros realmente creemos que la Palabra es la verdad, habrá hechos que seguirán a los creyentes.
Santiago 2:20 dice, "¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta-"
En la actualidad, numerosas personas van a la iglesia y llevan una vida en la fe.
No obstante, nosotros tenemos que recordar la palabra de Jesús que dice, "Cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra-"
¿Cuántos creyentes lucharán contra los pecados al grado de derramar sangre teniendo una fe verdadera para vivir de acuerdo a la palabra de Dios-
Ellos simplemente piensan, "Yo fui criado como un cristiano. Tengo un título en la iglesia y hago trabajos voluntarios en la iglesia. Asisto a todos los servicios de adoración y doy diezmos". Debido a estas razones, ellos creen que tienen fe en acción.
Cuando oran, ellos también dicen, "¡Santo Dios, gracias por salvarnos a través de las obras de la cruz y por darnos el reino celestial!". Podrán incluso cantar alabanzas diciendo que aman a Dios y que vivirán por el Señor con emoción y derramando lágrimas.
¿Pero de que sirve esto si ellos no muestran ninguna evidencia de fe en sus vidas diarias-
Por ejemplo, ellos hacen el trabajo voluntario en la iglesia, pero moran en medio de pecados en el mundo. Ellos se enojan, cometen adulterio, se vuelven celosos y mienten.
Ellos cantan con lágrimas en la iglesia, pero cuando salen de la iglesia, pronto empiezan a hablar lenguaje sucio y usan expresiones profanas del mundo. Ellos hablan palabras de juicio y de condenación, propagando malas noticias y rumores sobre otros. Ellos no consideran la iglesia de Dios santa. Cuando escuchan sus conversaciones, no reconocerían si esta es una reunión de creyentes o de incrédulos.
Aquellos que llevan una vida cristiana como esta no pueden tener una verdadera fe. Si ellos adquieren una enfermedad difícil o enfrentan un desastre, no dependen de Dios sino del mundo. Y ellos comprueban que su profesión de fe era falsa.
Hermanos y hermanas, aquellos que no confiesa al Hijo no tienen al Padre. Aquellos que confiesan al Hijo con seguridad viven por la Palabra.
Si ellos simplemente dicen que creen en el Señor y que lo aman pero viven en injusticia como los incrédulos, producirán el fruto de la injusticia así como el fruto del anticristo.
Yo espero que ustedes siempre moren en la palabra del Padre y que produzcan solamente el fruto de justicia y el fruto del Espíritu Santo.
[Conclusión]
Amados hermanos y hermanas en Cristo,
En Mateo 22:37-40, Jesús nos habla del más grande de todos los mandamientos.
Este dice, "Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas".
¿Qué tan seguros se sienten ustedes en reflexión a este mensaje- ¿Hay alguno de ustedes que erróneamente piense que está guardando los mandamientos solamente porque conoce la palabra-
Si ustedes solamente acumulan más conocimiento sin cambiar su corazón con ello, esto podría ser incluso perjudicial para que alcancen la santidad. Esto quiere decir que ustedes no cambian ustedes mismos con la palabra sino que la usan para juzgar y condenar a otros. Actúan en falsedad pero se justifican a ustedes mismos dando alguna buena razón.
Por ejemplo, hay algunos que con facilidad dicen cosas como, "Esta persona tiene este defecto, y esa persona no puede realmente hacer aquellas cosas que está supuesto a hacer".
Ciertamente esto es señalar las faltas de otras personas, y está basado en la envidia y los celos. Pero ellos no reconocen este hecho por ellos mismos. Simplemente piensan que esto está bien diciendo, "Yo no pretendo decir algo malo con esto. Estoy haciéndolo con mi amor por Dios y porque estoy preocupado por la iglesia".
En ocasiones, ellos violan algunos reglamentos de tránsito o hacen algo para provocar incomodidad a otros, pero simplemente piensan, "Yo tenía que hacer la obra de Dios urgentemente. No podía permitirme llegar tarde a una reunión en la iglesia".
De hecho, estas personas no tienen ni la bondad más básica y provocan dificultades a otros.
No obstante, ellos no pueden reconocer sus defectos por ellos mismos pensando que tienen una buena razón.
Algunas personas quebrantan sus promesas, hacen cosas ilegales, o quebrantan la paz debido a su codicia por el dinero y la fama. Ocasionan daño a otros incluso entre los hermanos en la fe.
Pero entonces, dicen, lo hice para recibir bendición y para dar gloria a Dios y para proveer fortaleza para la iglesia y el pastor.
Ellos no reconocen su codicia y su maldad diciendo que aman a Dios y al pastor y que están viviendo una vida cristiana diligente. Cuando estas personas actúan como si tuvieran bondad y hablan como si tuvieran fe, Dios no puede reconocerlos.
Debido a que ustedes anhelan la santidad, nunca tienen que tener una actitud como esa.
Yo espero que ustedes amen a Dios y al Señor y que guarden completamente los mandamientos.
Les insto a que amen a su prójimo como a ustedes mismos, y a que busquen el beneficio de los demás aun cuando tengan que absorber alguna pérdida.
Así como la iglesia primitiva, yo espero que ustedes se conviertan en una familia y en una iglesia unida por el amor.
Yo oro en el nombre del Señor para que Dios quien está agradado con ustedes, los reconozca como Sus amados hijos e hijas y responda a todos los deseos de su corazón. |
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