|
Servicio Oficial |
Domingo por la mañana |
Domingo por la noche |
Vigilia de Viernes |
|
|
|
Conferencia sobre 1 Juan |
la lectura de apocalipsis |
Estudio basado en Génesis |
|
|
|
Amor Espiritual |
Bondad |
Cielo |
EL MENSAJE DE LA CRUZ |
La Medida de La Fe |
Las Bienaventuranzas |
|
|
|
|
|
Mensajes > Official Service |
|
|
|
Title |
Estudio basado en Génesis(86) - Estudio basado en Génesis (86) |
|
|
|
Speaker |
Rev. Jaerock Lee |
Pasaje |
Génesis 4:10-13 |
Date |
2012-06-08 |
|
|
Escritura
Génesis 4:10-13 [10] Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra. [11] Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. [12] Cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero serás en la tierra. [13] Y dijo Caín a Jehová: Grande es mi castigo para ser soportado.
Este es el 86.° estudio de Génesis. Dios el Padre trató de dar a Caín una oportunidad de arrepentirse por asesinar a su hermano Abel. Él deseaba que Caín lo admitiera por sí mismo y lo confesara a Dios. Por eso, Dios dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y Caín respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano? Él mintió a Dios al ocuparse de esconder su acto de maldad y le respondió con una actitud arrogante. Luego Dios le reveló que sabía que Caín había matado a Abel. En Génesis 4:10, Dios le dice: "¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra". Dios ya conocía los detalles del asesinato de Caín a Abel; dónde, cómo y por qué lo hizo. Aun así, le hizo a Caín la pregunta para darle primeramente la oportunidad de arrepentirse por sí mismo. Pero Caín no aprovechó la oportunidad. Luego Dios empezó a hablar sobre la maldición que recaería sobre Caín. En Génesis 4:11-12, Dios dijo: "Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. Cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero serás en la tierra". Esto muestra que la ley del reino espiritual que dicta que el hombre cosechará lo que ha sembrado se aplicaría a Caín. En Romanos 2:6 también dice: "[Dios] pagará a cada uno conforme a sus obras". Hubo dos maldiciones que recayeron sobre Caín: La primera consistía en que al cultivar la tierra, esta no le daría su fuerza. Caín aprendió de su padre, Adán, el arte de cultivar, y llegó a dominarlo. Ya que el conocimiento y la sabiduría que Adán tenía en ese entonces era sobresaliente, Caín también llegó a conocer bien la agricultura. Es seguro decir que Caín era un experto en la agricultura; un agricultor muy diestro. Aunque Caín era un excelente agricultor, él no podía cosechar buenos frutos porque la tierra no le daba su fuerza. ¿Qué significa eso de que 'la tierra no le daba su fuerza'? No significa que la tierra tiene habilidades cognitivas y que hacía distinción con Caín. Aunque un agricultor siembre buenas semillas en una buena tierra y cuide de ellas, podrá cosechar buenos frutos únicamente si Dios le ayuda. Es decir, solo cuando Dios de la lluvia, el viento y el sol las plantas crecerán bien. Claro está que el agricultor debe ser sabio y diligente, pero es fundamental que Dios provea un buen ambiente. Caín debía recibir una retribución por su acto de maldad en acuerdo a la justicia. Si Dios hubiera provisto un buen ambiente para la agricultura, habría sido una injusticia. Por eso Él no pudo proteger las plantaciones de Caín de los desastres naturales o plagas. En consecuencia, sin importar cuánta sabiduría aplicaba Caín a sus cultivos, no podía cosechar buenos frutos con su propia habilidad. Es decir que no lograba disfrutar de una vida rica y abundante ya que no podía ser protegido bajo la gracia de Dios. Como está escrito, el verso que indica que 'la tierra no daría su fuerza' significa que él no iba a lograr vivir una vida abundante ya que la gracia de Dios abandonaría su medio de vida. Antes de que Caín cometiera pecado, la tierra le brindaba sus fuerzas. Sus cultivos crecían bien, cosechaba de manera abundante y disfrutaba de una vida próspera. Cualquiera puede recibir la guía y protección de Dios si obedece Su Palabra. También puede cosechar de manera abundante en su medio de vida. |
|