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Domingo por la mañana
Title
   cielo(52) - Nueva Jerusalén 10    
Speaker
   Rev. Jaerock Lee
Pasaje
   Apocalipsis 21: 21-23
Date
   2008-08-10



: Cielo (52) – Nueva Jerusalén ⑩
:
“Las doce puertas eran doce perlas\; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio. Y no vi en ella templo\; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero. La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella\; porque la gloria de Dios ilumina, y el Cordero es su lumbrera”.


Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Esta es la 52ª sesión de la serie de sermones sobre el ‘Cielo’. En la última sesión, les hablé sobre las puertas de la Nueva Jerusalén.

Les expliqué que el proceso de obtener los requisitos para entrar a la Nueva Jerusalén es similar al proceso de producción de una perla. Cuando un objeto extraño, el cual se convierte en un estímulo, entra en la ostra, ésta produce el nácar para cubrirlo. Cuando la ostra lo cubre repetidamente, este objeto se convierte en la perla.

Los hijos de Dios deben nacer de nuevo del Espíritu Santo y tienen que luchar en contra de los pecados al grado de derramar su propia sangre hasta que recuperan completamente la imagen de Dios. Tienen que negarse a ellos mismos constantemente, morir cada día y llenar sus corazones de bondad y amor. Cuando alcanzan el espíritu completo de esta forma, pueden entrar a la Nueva Jerusalén. Y para entrar a la Nueva Jerusalén, tenemos que pasar a través de una de las doce puertas de perla. Este es un lugar donde solamente aquellos que han ganado la victoria en la buena batalla de la fe pueden ir. La puerta de perla es similar en significado a un arco del triunfo.

Hace mucho tiempo, las personas daban una gran bienvenida a los soldados que regresaban triunfantes de la guerra. Ellos también construían un ‘arco del triunfo’ en los parques o en las calles y los nombraban de acuerdo a la ocasión para conmemorar la victoria. Especialmente, el comandante general pasaba a través del arco del triunfo en un carruaje enviado por el mismo rey. Cuando llegaban al lugar de la celebración cantando canciones de victoria, el rey, la reina y todos los ministros les daban la bienvenida.

Cuando el general bajaba del carruaje y se inclinaba delante del rey, éste lo hacía levantarse, celebrar su victoria y compartir juntos el gozo en una fiesta. En ocasiones, esta clase de general también llegaba a tener una autoridad inmediata al rey.

Dios Padre les dará gloria a aquellos hijos que ganen la victoria en la buena batalla de la fe la cual es incomparable con la gloria conferida por los reyes de la tierra. Y el primer punto de revisión es la puerta de perla. Si ustedes pueden pasar a través de una de estas puertas de perla, ¡cuan emocionados estarán! Y ahora, vamos a imaginarnos que estamos pasando a través de esta puerta de perla y que estamos entrando en la ciudad de la Nueva Jerusalén.

Ahora, solamente vamos a imaginarlo a través del sermón, pero yo oro en el nombre del Señor para que todos ustedes realmente y con seguridad lo puedan lograr.


Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

¿Podemos ahora pasar a través de la puerta de perla?

Al estar de pie delante de la puerta de perla, ustedes estarán tan maravillados por la belleza y grandiosidad de la puerta de perla. La gigantesca puerta de perla se abre automáticamente sin necesidad de pronunciar palabra ni verificación para aquellos que han alcanzado el espíritu completo. En el momento que la puerta de perla se abre, luces brillantes saldrán desde el interior de la ciudad de la Nueva Jerusalén. Al ver este escenario que va más allá de la imaginación, sentirán las olas de amor de Dios Padre ondeándose.

Apocalipsis 21:17 dice que el grosor del muro de la ciudad de la Nueva Jerusalén es de 144 codos. 1 codo es aproximadamente 45 centímetros, así que el grosor del muro es cerca de 65 metros o 72 yardas. Por lo tanto, para atravesar la puerta de perla y entrar a la ciudad, tenemos que pasar cerca de 65 metros. Por supuesto, las medidas del cielo pueden ser diferentes de las de esta tierra, pero de todos modos, tenemos que pasar la distancia que abarca el grosor del muro de la cuidad, para entrar a la ciudad. Nosotros no podremos entrar a la ciudad solamente cruzando una línea, después que pasemos la puerta de perla, tenemos que caminar cierta distancia.

Desde el momento que se detienen delante de la puerta de perla hasta que entren a la ciudad, ustedes recordarán muchas cosas. Recordarán cómo solían ser cuando eran no creyentes sin embargo se convirtieron\; y desde el momento que empezaron a creer, pasaron diferentes medidas de fe\; lo cual también sucedió cada vez que Dios les dio gracia y comprensión\; y trataron fuertemente de trabajar fielmente para el reino de Dios y por marchar hacia delante.

En ese momento también darán gracias a Dios y al Señor por haberlos salvado y por permitirles llegar a un lugar tan bello. Además, le darán gracias a su pastor por enseñarles claramente la palabra de Dios y por guiarlos al espíritu. El paso por la puerta de perla y la entrada a la ciudad será un momento lleno de emociones cargadas de agradecimiento y de interminables lágrimas.

Dios Padre me ha permitido conocer sobre la confesión que hará una mujer creyente cuando pase por la puerta de perla. Cuando les presente esta confesión, espero que ustedes se pongan en su lugar y que sientan la gracia de Dios.

“Padre, gracias. Esta puerta de perla es tan bella y magnífica. Por sobre todo, puedo sentir el amor del Padre impregnado en la puerta, y que toca tanto mi corazón. Te entrego todo mi agradecimiento por haber logrado estar de pie delante de esta puerta de perla, la cual he anhelado y he soñado con todo mi corazón. Siempre oré pensando en esta puerta de perla que Tú has preparado, y pensé en cómo lograría pasar a través de ella, y en cuan conmovedor sería cuando pasara por ella. Padre, es por Tu gracia que puedo ver el interior de este bello reino de los cielos. Es también por Tu gracia que puedo entrar al lugar perfecto que Tú preparaste.

Tú moviste mi corazón y me permitiste alcanzar este bello lugar con Tu gracia, y a Ti te doy todo mi agradecimiento. Al pasar por esta puerta de perla, muchas cosas atraviesan mi mente. El día que conocí a Dios por primera vez, el día que me encontré contigo Padre, Tú me habías amado primero y me diste Tu mano. Nuestro Señor derramó Su sangre preciosa para limpiar mis pecados, y por esa gracia me encuentro aquí ahora.

Por la gracia del Padre pude obedecer la palabra y ayunar y orar para desechar mi mismo. Cuando tenía poca fe me parecía imposible poder alcanzar este bello lugar. Pero al ser sostenida por la gracia del Padre, mi fe creció y pude convencerme de entregarle mi vida al Él. Pude obedecer la palabra del Dios una por una y cultivar la bondad. Pude testificar frente a muchas personas sobre la gracia y el amor que el Padre me había dado. Pude considerar el deber que Él me dio como algo muy valioso y trabajar diligentemente. Yo miraba hacia el cielo solamente, sin mirar hacia atrás.

Yo te agradezco porque me diste la gracia para convencerme y cultivar el espíritu en mí. No hay nada que haya alcanzado si no es por la gracia que el Padre me ha dado y ahora puedo pasar por este lugar. Te agradezco porque me permite pasar a través de esta enorme y bella puerta de perla. Te agradezco por haberme entregado mi lugar de morada en este bello mundo y por permitirme entrar a este lugar. ¡Padre! Te agradezco porque me has cuidado desde que era pequeña. Te agradezco porque me guiaste a cambiar y a tener un corazón perfeccionado por la bondad y la verdad en Tu gracia. Esto no fue alcanzado por mis propias fuerzas\; no fue hecho posible por mi poder y fortaleza.

Esto fue hecho por la gracia del Padre quien me permitió encontrarme con un maravilloso pastor. Al ver y escuchar la voz del pastor que el Padre estableció, fui llenada con la esperanza por el reino del Padre. Pude comprender el camino de la verdad que Dios realmente quiere, y pude reconocer que Tú me diste la fortaleza desde lo alto. Ahora, mientras paso a través de esta puerta, yo puedo vivir incontables días, y puedo vivir por siempre en el seno del Padre y del Señor, y con mi pastor en el bello lugar que está delante mis ojos.

Estoy tan agradecido porque Tú guiaste los pasos de una persona como yo, me permitiste pasar a través de esta puerta, y me permitiste alcanzar esta Nueva Jerusalén sobre la cual soñé mucho. No puedo expresar todo mi agradecimiento al Padre quien me dio mi lugar de morada en este lugar. Solamente puedo ofrecerle el aroma de mi corazón.

Yo carecí de muchas cosas, Pero, mis defectos fueron llenados con el poder del Padre. Tú me diste más gracia para creer y obedecer y para correr mi carrera con un anhelo mayor. Le doy las gracias al Padre una vez más por darme tanto conocimiento por medio del pastor y por guiarme. También le doy gracias al Señor que murió por mí, resucitó por mí, y regresó a llevarme y ubicarme en este bello lugar.

“¡Padre, Señor! ¡Los amo!” Deseaba mucho decir esto.

Le doy las gracias al Padre y al Señor por las cosas bellas que están más allá de esta puerta de perla”.

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, con todo mi corazón espero que también ustedes logren pasar a través de la puerta de perla como esta creyente y alcancen la ciudad de la Nueva Jerusalén.

Si ustedes atraviesan la puerta de perla, no podrán hacer más que ofrecer oraciones de agradecimiento como esta creyente. Y esto será porque ustedes sentirán que han logrado llegar a ese lugar no por sus propias fuerzas o por su propio esfuerzo sino solamente por la gracia del Padre.

Al dar cada paso, reconocerán este hecho aún más profundamente, y harán confesiones de desbordante agradecimiento. Así como lo han escuchado en la confesión de esta mujer. Ella dijo que pensaba que carecía de mucho y que no podría lograrlo. Pero al pasar cada día y cada año siendo obediente y anhelando poder lograrlo, recibió más del poder de Dios. Finalmente, ella recibió los requisitos necesarios para pasar a través de la puerta de perla.

Yo espero que ustedes hagan lo mismo. Y al hacer esto, espero que, cuando pasen por la puerta de perla, ofrezcan una oración de agradecimiento recordando los duros momentos que tuvieron en esta tierra. La emoción que experimentarán cuando pasen a través de la puerta de perla no será olvidada durante mucho tiempo, mucho tiempo. Aquellos que están en la Nueva Jerusalén sentirán esta sensación renovada cada vez que vean esta puerta, pensando, “¡Yo recibí todas esas pruebas y las vencí y entré en esta ciudad de la Nueva Jerusalén!”.

Así como una ostra produce una perla venciendo grandes dolores, ustedes recordarán su lucha en contra del pecado al grado de derramar su propia sangre y su caminar por el camino angosto siguiendo la voluntad de Dios y finalmente haber ganado la victoria. También darán gracias al Padre una vez más recordando Su amor para guiarlos a vencer y ganar.

En esta tierra, con el paso del tiempo, nuestro agradecimiento también disminuye. Pero en el cielo, debido a que tendremos solamente corazones de espíritu, nuestro agradecimiento nunca se enfriará no importa cuanto tiempo pase. Más bien reconoceremos el amor del Padre cada vez más profundamente y tendremos un mayor agradecimiento. Por lo tanto, el cielo está siempre lleno de agradecimiento, gozo y amor. Y la Nueva Jerusalén es el lugar más feliz y desbordante de un mayor agradecimiento, gozo y amor.

A partir de este momento, ¡juntos profundizaremos en el interior de la ciudad de la Nueva Jerusalén!

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, la Nueva Jerusalén está localizada en la parte central del tercer reino de los cielos, el cual se encuentra en el tercer cielo. El tamaño de ella es de 6,000 Ri en su ancho, largo y alto, o mejor dicho 2,400 Km. o 1,500 millas. El interior de la ciudad estará dividido en tres partes exactamente proporcionales. Primero está el trono de Dios Padre y el área alrededor de él. Segundo está el castillo del Señor y el área alrededor de él, y tercero está el área del Espíritu Santo. Y estas tres áreas están divididas exactamente en las mismas proporciones. El área del Dios original, siendo también el Dios Trino estará separada de esta forma.

La felicidad y el sentir en estas tres áreas son un poco diferentes de una a otra. Por ejemplo, incluso en Corea, que es casi un país culturalmente homogéneo, tenemos diferentes áreas y cada una de ellas tiene características únicas. De igual manera, en la Nueva Jerusalén, la felicidad en el área cubierta por la luz de Dios Padre, la felicidad en el área cubierta por las luces del Señor, y la felicidad en el área cubierta por las luces del Espíritu Santo son un poco diferentes la una de la otra. Pero esto no significa que el espacio del Padre es más feliz y que el espacio del Señor es menos feliz. Cada uno de los que conforman a Dios la Trinidad tienen su propio papel como el del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, pero después de todo Dios es uno en perfecta armonía.

Y cada uno de Dios la Trinidad tiene sentimientos únicos y una clase de felicidad diferente. Por ejemplo, la misma variedad de manzana puede ser muy diferente en sabor y color según el lugar donde haya crecido. De la misma forma, también en la Nueva Jerusalén, incluso la misma clase de fruta tiene un sabor un poco diferente en diferentes áreas. Por lo tanto, los creyentes podrán escoger lo que prefieren de acuerdo a su gusto, para agregar felicidad y gozo, pues hay una variedad de opciones.

Si pensamos en la Nueva Jerusalén como un lugar, podemos calcular el área de cada espacio porque están divididas igualmente. Primero, toda el área de la Nueva Jerusalén es de 5,760,000 Km. cuadrados. Esto es cerca de 26.2 veces más grande que toda la península de Corea, y 57.8 veces más grande que Sur Corea. Y una tercera parte de esto es 1,920,000 Km. cuadrados, y el país que se acerca a esta área es Indonesia, la cual tiene un área de 1,940,000 Km. cuadrados. Considerándola como una planicie, podemos calcular según el ejemplo anterior, pero de hecho, la Nueva Jerusalén no es solamente plana. También tiene la altura de 2,400 Km.

Con el concepto que tenemos en esta tierra, es difícil comprender el cielo, especialmente, los espacios en la Nueva Jerusalén. Pero permítanme darles un ejemplo para una mejor comprensión.

Hay dos habitaciones del mismo tamaño. Usted pone papel tapiz en las cuatro paredes de la primera habitación. Y para la segunda habitación, coloca espejos en las cuatro paredes y también en el techo y en el piso. Entonces, ¿Cuál lucirá más grande? La segunda con los espejos parecerá que es más grande. De la misma forma, el espacio de la Nueva Jerusalén tiene un área específica establecida por el Padre. Pero las dimensiones y el área que ustedes pueden sentir allí son diferentes. Yo espero que ustedes recuerden este concepto sobre el espacio en la Nueva Jerusalén.

A partir de la próxima sesión, les daré más detalles de cada una de estas áreas de la Nueva Jerusalén. ¿Quién irá al área de Dios Padre, y quiénes a las áreas del Señor y del Espíritu Santo? ¿Dónde están las casas de los profetas Elías, Enoc y Moisés? Les hablaré sobre esto en la próxima sesión.


Queridos hermanos y hermanas en Cristo, este día, les presenté la confesión de una mujer creyente que pasará a través de la puerta de perla y que irá a la ciudad de la Nueva Jerusalén.

Como escucharon en su confesión, una vez ella dudó si podría ir realmente a la Nueva Jerusalén mientras estaba envuelta en la buena batalla de fe. Debido a que encontró su debilidad, se sintió débil. Sin embargo nunca se rindió en su esperanza por la Nueva Jerusalén y pasó cada día obedeciendo la palabra de Dios. Sin importar si alguien reconocía sus esfuerzos o no, ella simplemente cambió fielmente por la verdad con fe en Dios. Entonces, la gracia y el poder de Dios vinieron a ella y pudo tener un corazón limpio y bello. Finalmente, alcanzó la madurez y la medida completa de la fe. Eventualmente, tuvo los requisitos para lograr entrar en la Nueva Jerusalén por la cual había soñado tanto.

Yo espero que no solamente esta creyente, sino que todos ustedes logren pasar la puerta de perla y entrar a la Nueva Jerusalén.

[Amen]

 
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