|
Servicio Oficial |
Domingo por la mañana |
Domingo por la noche |
Vigilia de Viernes |
|
|
|
Conferencia sobre 1 Juan |
la lectura de apocalipsis |
Estudio basado en Génesis |
|
|
|
Amor Espiritual |
Bondad |
Cielo |
EL MENSAJE DE LA CRUZ |
La Medida de La Fe |
Las Bienaventuranzas |
|
|
|
|
|
Mensajes > Domingo por la mañana |
|
|
|
Title |
El Dios de Respuestas y Bendición(3) - El Dios de Respuestas y Bendición (3) |
|
|
|
Speaker |
Rev. Jaerock Lee |
Pasaje |
Números 6: 22-27 |
Date |
2009-05-17 |
|
|
Pasaje
[Números 6: 22-27] "Jehová habló a Moisés, diciendo: Habla a Aarón y a sus hijos y diles: Así bendeciréis a los hijos de Israel, diciéndoles: Jehová te bendiga, y te guarde; Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz. Y pondrán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré."
El Rey Josías, el decimosexto rey del reino de Judá, realizó una reforma religiosa a gran escala. Hasta ese entonces, tanto el reino del norte Israel, como el del sur Judá hacían lo malo delante de Dios y adoraban ídolos. Claro está, incluso antes del Rey Josías, los reyes Asa y Ezequías también habían intentado purificar la religión. Sin embargo, Josías fue quien logró una reforma religiosa. Primero, él hizo un pacto entre Dios y el pueblo. 2 Reyes 23:3 dice, "Y poniéndose el rey en pie junto a la columna, hizo pacto delante de Jehová, de que irían en pos de Jehová, y guardarían sus mandamientos, sus testimonios y sus estatutos, con todo el corazón y con toda el alma, y que cumplirían las palabras del pacto que estaban escritas en aquel libro. Y todo el pueblo confirmó el pacto." Luego prohibió que se adorara a Baal, Asera y Moloc que era algo habitual para el pueblo. Asimismo, destruyó las cosas que eran abominables ante Dios, barrió a encantadores, adivinos y terafines. Él celebró la Pascua conforme a lo que estaba escrito en el libro de la ley. No había sido hecha tal pascua desde los tiempos en que los jueces gobernaban. Hubo un suceso que le permitió a Josías empezar el proceso de la reforma. Mientras se hallaban reparando las grietas del Templo, encontraron el libro de la ley. Luego de escuchar las palabras del libro de la ley, Josías se dio cuenta de que Judá había encendido la ira de Dios al non guardar lo que se hallaba escrito en el libro de la ley. Fue allí donde Josías comenzó a quitar todo lo que iba contra la voluntad de Dios y volvió el corazón del pueblo hacia Dios. Conforme a la palabra de Dios, Josías halló que había cosas que podían traer las calamidades sobre Judá, entonces, las destruyó. 2 Reyes 22:2 dice, "E hizo lo recto ante los ojos de Jehová, y anduvo en todo el camino de David su padre, sin apartarse a derecha ni a izquierda." Por lo tanto, Dios levantó al Rey Josías. Dios también mostró Su misericordia a Judá. Dios protegió a Judá; por lo tanto, no se desmoronó durante el reinado del Rey Josías. Es mi anhelo que ustedes puedan también hallar cuál es el problema original mediante este mensaje y lo resuelvan. Dios Padre nos ha dado muchos mandamientos desde hace ya miles de años. Él nos ha dado los 66 libros de la Biblia a través de Jesús, los profetas y los apóstoles. Por supuesto, los profetas, los apóstoles y Jesús quien estuvo en Judea hace unos 2.000 años, ya no están con nosotros físicamente. Si bien la Biblia fue escrita hace mucho tiempo, nosotros podemos entenderla en profundidad y sentir el amor de Dios que la Palabra contiene. Eso se debe a que el Ayudador, el Espiritu Santo está con nosotros. En Juan 14:26 Jesús dice, "Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho." En este momento, espero que escuchen el mensaje por la inspiración del Espiritu Santo para que puedan hallar el problema original; y al igual que el Rey Josías, puedan vivir la reforma en sus vidas. Oro en el nombre del Señor para que el cambio que hagan pueda ser merecedor de elogios por parte de Dios como fue con David.
Principal
Amados hermanos y hermanas en Cristo, hasta la última sesión, les expliqué sobre el problema original en dos aspectos. El primero es el muro creado por un pecado grave, y el segundo es el muro que se levanta, no por pecados graves, sino por falta de amor hacia Dios. En tales casos, no podemos recibir respuestas ya que no vivimos conforme a la Palabra de Dios y lo decepcionamos. Ahora bien, les estaré haciendo algunas preguntas para que de ese modo puedan darse cuenta y hallar cuáles son sus problemas fundamentales. En la última sesión, les hablé sobre tener un corazón que puede asesinar siendo hijos de Dios. También les hablé sobre cómo despojarse de ese corazón en el caso de que lo tuvieran. Podemos derribar gran parte de ese muro con sólo despojarnos de ese corazón que mata; de ese modo, los otros muros de pecado causados por envidia, celos, juicio, condenación, mal temperamento y peleas se destruirán también. Es como cuando quitamos la raíz principal, todas las demás que se desprenden de esa también salen. Si nos despojamos de ese corazón asesino, entonces nos volvemos pacificadores que son mansos y sirven a otros. De esta manera, podemos agradar a Dios. Por consiguiente, podemos recibir respuestas a muchas de nuestras oraciones. Hermanos y hermanas, permítanme hacerles la segunda pregunta, ¿No tienen pensamientos adúlteros cuando ven el sexo opuesto que no es el de sus mujeres o esposos? Cuando se tiene esposo o esposa, no deberíamos mirar a nadie más con esos pensamientos. Lo mismo sucede con las personas solteras. Si ustedes tienen pensamientos adúlteros al ver a alguien, sea o no la persona que aman o con la que se van a casar, eso no está bien. Éxodo 20:14 dice, "No cometerás adulterio." 1 Tesalonicenses. 4:3-5 dice, "pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios." Dios enfatiza la santidad de Sus hijos. Y por lo tanto, debemos despojarnos de todo pensamiento adúltero para poder así convertirnos en hijos de Dios santos. Aunque por fuera, no muestren por fuera esa naturaleza pecaminosa, para Dios esos pensamientos son abominación. Jesús dijo en Mateo 5:28, "Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón." No me estoy refiriendo a aquellos que acaban de aceptar al Señor y están tratando de vivir conforme Su palabra. Ustedes saben con certeza que no está bien que como hijos de Dios tengan esos pensamientos, ya que han escuchado numerosos mensajes acerca de eso. Ustedes tienen obligaciones, cargos y vivencias en la iglesia. Ustedes sostienen que tienen fe y aman a Dios. Y aún así, no se despojan de esos pensamientos pecaminosos; a ese tipo de casos estoy haciendo referencia ahora. El problema fundamental es que ustedes desean mantener esos pensamientos que Dios aborrece y no despojarse de ellos. Al menos que ustedes cambien semejante actitud, el muro de pecado crecerá cada vez e impedirá que las respuestas les lleguen. Claro está, en el mundo de hoy, muchas personas dicen, "¿de qué manera podemos despojarnos incluso de los pensamientos pecaminosos?" Algunas personas hasta sostienen que es algo anticuado amar a una sola persona, sea esposo o esposa. Sin embargo, creo que nadie aquí va a estar de acuerdo con esa declaración. Pensemos en la tendencia en el mundo de hoy. En 2 Timoteo 3:4, la última parte del versículo dice, "...amadores de los deleites más que de Dios." Tal como está escrito, siguen sus placeres y lujuria. Están perdiendo la imagen de seres humanos. La cultura de este mundo es lujuriosa e inmoral, y además existen muchas tentaciones. Pero hemos vencido a este mundo como hijos de Dios y nos hemos distinguido de este mundo. Debemos despojarnos aún del pecado en nuestros pensamientos. Resulta muy penoso si ustedes van contra la voluntad de Dios y abandonan a sus esposos o esposas por no poder controlar la lujuria. Por otro lado, si son capaces de amar a sus cónyuges de todo corazón y hay confianza entre ustedes, ¿cuán hermoso ha de ser ante los ojos de Dios? Del mismo modo, si no hay lujuria en ustedes, entonces vivirán en paz porque no tendrán que luchar contra ella. Pueden estar confiados ante Dios, y así poder orar abiertamente. Lo mismo sucede con aquellos que permanecen solteros. Es una bendición muy grande guardar el cuerpo y corazón puros hasta que llegue el momento de pararse delante del Señor como parte la novia. Dios Padre los levantará tanto aquí en la tierra como en el reino de los cielos. Por lo tanto, es mi anhelo que ustedes oren hasta que puedan despojarse de toda clase de pensamientos adúlteros por completo. Ustedes podrán quitar los pecados del corazón cuando de verdad los abominen. Si en sus vidas está la llenura del Espiritu Santo, ustedes se darán cuenta de cuán adúlteros son sus pensamientos. Ustedes van a aborrecer el hecho de tener esa mente. Pero si no han podido despojarse de esos pensamientos pecaminosos, los exhorto a que, mediante la gracia especial de Dios derramada en el Día de la Bendición, se den cuenta del estado original de sus corazones. Por ejemplo, si han aprendido algo malo acerca del sexo cuando eran niños, deben quitarlo de sus vidas y cambiar todo sentimiento con respecto a eso también. O quizás ustedes no lo consideren pecado debido al equivocado parámetro de juicio o errada forma de vida. Luego, desde ahora en más, ustedes podrán ver todo a la luz de la Verdad. Incluso si consideran que no existe esa clase de pensamientos en sus mentes, los animo a que examinen sus corazones. Al mirar hacia lo profundo de sus corazones, a lo mejor hallan pensamientos de los que no estaban conscientes. Po ejemplo, algunas personas afirman que se sienten mejor cuando están con amigos del sexo opuesto. Asimismo, algunos de ustedes tienen diversas actitudes en palabras, acciones, gestos cuando están con personas del sexo opuesto. Yo no estoy diciendo que todas estas tienen su origen 100% en la lujuria. Pero aún así deberían darse cuenta que ustedes consideran natural el hecho de desear al sexo opuesto o de no ser cuidadosos con respecto a eso. Ahora que son hijos de Dios, es mi anhelo que como tales se despojen del pecado que Dios aborrece. Los exhorto en el nombre del Señor para que destruyan todos los muros de pecado mediante la limpieza de sus corazones por el agua de la Palabra de Dios, y luego puedan pedir respuestas con corazones "limpios". Amados hermanos y hermanas en Cristo, ¿no están gozosos de limpiar sus corazones mediante la Palabra de Dios? Ahora permítanme hacerles la tercera pregunta. ¿No está en ustedes el deseo de robar? Éxodo 20:15 dice, "No hurtarás". Ese es el octavo de los Diez Mandamientos. Robar es codiciar las posesiones de otra persona. Lo que yace detrás de ese deseo es el tener algo que no se ha ganado. Y aunque pueda parecerles que no existe ese deseo en sus corazones, anhelo que puedan revisar profundamente en esa área de sus corazones. Por ejemplo, he estado haciendo énfasis en que es la voluntad de Dios que no haya ningún tipo de transacción entre hermanos en la fe. No obstante, algunos de ustedes desobedecieron, y por esa causa, sufrieron grandes dificultades en sus familias y negocios. Proverbios 11:15 dice, "Con ansiedad será afligido el que sale por fiador de un extraño; Mas el que aborreciere las fianzas vivirá seguro." Entonces, ¿por qué desobedecer aún sabiendo las consecuencias? Es porque se ven tentados a obtener grandes ganancias y darle luego a Dios. Pero si de verdad aman a Dios, obedecerán Su Palabra. Así que, si examinan lo profundo de sus corazones, se darán cuenta que desobedecen por querer obtener algo que no se ganaron. A lo mejor comienzan con un corazón sincero hacia la iglesia y hacia Dios, pero después las cosas cambian. Asimismo, siempre les he dicho que deben transitar por el buen camino si quieren tener éxitos en sus negocios. ¿Cómo pueden pedir la bendición de Dios y por otro lado violar la ley y hacer cosas incorrectas? Ese tipo de actitud también se considera como un deseo de robar. Espero que no pasen por alto ni las cosas más pequeñas que puedan pasarle cada día en sus vidas. Si ustedes toman aunque sea una lapicera o una hoja de papel de otra persona sin permiso, es normal que se sienta remordimiento. Pero si haciéndolo, no se sienten nada, eso significa que en ustedes está el deseo de robar. En especial, si ustedes manejan las cosas de Dios como les place, eso significa que tienen un gran deseo de robar. Ahora bien, hallemos la raíz de estos pensamientos y la arranquemos por completo. Entonces, sin importar cuán difícil sea la situación económica de ustedes, nunca van a mostrar actitudes incorrectas estando en cualquier tipo de tentación. En estos tiempos donde encontrar verdadera fe y confianza es difícil, los animo a que se conviertan en buenos mayordomos en los que Dios pueda confiarles cualquier cosa. Hermanos y hermanas, si ustedes son capaces de despojarse de los tres deseos que mencioné anteriormente, es decir, del deseo de matar, de adulterar y de robar, entonces serán capaces de destruir la mayor parte del muro de pecado. Es así que podrán confesar abiertamente que aman a Dios, y cuando le pidan en oración, Él les responderá. Pero si en ustedes todavía hay corazones llenos de falsedad, Dios no puede agradarse de ustedes. Esos deseos pueden convertirse en grandes pecados si caen en la tentación. Ahora, anhelo que ustedes derriben todos esos muros de pecado y llenen sus corazones del amor de Dios. Oro en el nombre del Señor para que entonces puedan recibir esas respuestas que serán como la cálida lluvia tras un tiempo de dura sequia.
Conclusión
Amados hermanos y hermanas en Cristo, en Génesis capitulo 35, Dios ordena a Jacob que se dirija a Betel y que edifique allí un altar. Betel es el lugar donde Jacob ve a Dios en sus sueños mientras dormía usando una roca como almohada. En ese momento, Dios hace Su primer pacto con Jacob. Dios le promete a Jacob que le entregaría la tierra de Canaán a él y a sus descendientes. Jacob luego colocó la piedra que había usado como almohada como señal, la ungió e hizo un pacto ante Dios allí. Jacob dijo que si Dios permanecía con él hasta que regresara a la casa de su padre, esa piedra se convertiría en el Templo de Dios. Después, Jacob se dirigió a Betel conforme al mandato de Dios y cumplió con su pacto. Ahora él no estaba solo; tenía mucha gente incluyendo su familia la que había ganado en Paddan Aram. Allí, antes de marcharse, Jacob encomendó una cosa a su gente. La ultima parte del versículo en Génesis 35:2 dice, "...Quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros, y limpiaos, y mudad vuestros vestidos." En obediencia, le dieron a Jacob todos los dioses ajenos y los zarcillos. Luego Jacob los enterró debajo de una encina que estaba junto a Siquem. Tras la purificación, Dios protegió a Jacob y su partida hacia Betel fue segura y cumplió con Su mandato. Cuando Jacob edifica un altar en Betel, Dios le aparece nuevamente. Dios le recordó Su primer pacto hecho en Betel y volvió a prometérselo. Esa escena cuando Dios llama a Jacob a Betel me recuerda nuestro Día de la Bendición. Éste es el tiempo del a purificación para nosotros; es decir, de resolver nuestros problemas fundamentales, y hacer de nuestro corazón un santuario santo, Santuario de Canaán, y allí ofrecer una hermosa adoración a Dios. ¿Por qué razón Dios los reunió bajo el nombre de Manmin? No es solamente para derramar sobre ustedes bendiciones personales. Él tiene el plan de usarlos como Sus obreros para alcanzar el Santuario de Canaán, el Gran Santuario, la evangelización mundial, y la predicación al resto del país. Tras cumplir con lo anterior, Dios también los llamó para que puedan llegar a la Nueva Jerusalén, la ciudad de la gloria. Ahora bien, ¿hay alguien entre ustedes que olvidó esta promesa al decepcionarse de ustedes mismos? ¿Por qué no dejan todas las cosas que desagradan a Dios bajo la encina? La encina simboliza la fe. Los animo a despojarse del pecado con gozo fe. Entonces Dios reafirmará Sus promesas para nosotros. En otras palabras, el Santuario de Canaán, el Gran Santuario y la promesa de la Nueva Jerusalén.
Él nos guiará hasta que todo se cumpla. Oro en el nombre del Señor para que ustedes alcancen la Nueva Jerusalén por medio de la fe en el amor de Dios que nos encontró cuando éramos como Jacob, durmiendo con una piedra como almohada y nos ha guiado hasta hoy. Él nunca olvida Sus promesa. |
|