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Title |
Estudio basado en Génesis(100) - Estudio basado en Génesis (100) |
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Speaker |
Rev. Jaerock Lee |
Pasaje |
Génesis 6:5-10 |
Date |
2013-05-31 |
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Escritura
Génesis 6:5-10 dice lo siguiente: [5] Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. [6] Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. [7] Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho. [8] Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová. [9] Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé. [10] Y engendró Noé tres hijos: a Sem, a Cam y a Jafet.
Este es el estudio No. 100 de Génesis. En Génesis 6:7 vemos que Dios finalmente decidió llevar a cabo el Juicio de Gran Diluvio. La razón inevitable de Su decisión se explica en Génesis 6:5-6. Dice: "Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón." Pasaron alrededor de 1,600 años desde que Adán se había establecido en este mundo. Dios miró que las obras de maldad del hombre se habían extendido en gran manera en todo el mundo. Cada intención y designio del corazón era solamente el mal. Solamente los descendientes Set, familiar legítimo de Adán, pensaban en Dios, lo amaban y vivían bajo Su gracia. La gracia de Dios que heredaron desde Set hasta Noé continuó de generación en generación. En ese entonces, no solo los hijos de Set, sino también los descendientes de Caín y otros hijos de Adán con sus descendientes, vivían en este mundo. Supongamos que desde Adán hasta Noé, cada generación había tenido tres hijos y tres hijas. Según la fórmula de la Tasa de Crecimiento de la Población adoptada por las Naciones Unidas, en los días de Noé la población quizás alcanzaba unos 200 millones de personas. Ya que, durante su tiempo de vida tuvieron hijos a lo largo de un período de muchos cientos años, la velocidad del crecimiento de la población debe hacer sido rápido. Por consiguiente, no es una exageración decir que la población bien pudo haber sido de un par de millones en los días de Noé. No obstante, entre todas estas personas, solo los descendientes de Set creían en Dios el Señor. Aparte de estos descendientes, la mayor parte de personas habían olvidado la existencia de Dios. Luego de olvidar a Dios, llevaban vidas muy ocupadas que satisfacían solo las necesidades de la carne como el alimento. Los hombres pensaban en las mujeres; las mujeres pensaban en los hombres. Estaban ocupados pensando únicamente en cómo satisfacer sus lujurias y beneficio personal. Por el beneficio de sus tribus, estaban dispuestos a pelear. Cuando hubo paz sin luchas, vivieron vidas de borracheras, con inmoralidad y libertinaje sexual. El pecado y la maldad se difundieron rápidamente; eran semejantes al pecado y la maldad actuales. Eran muy sensuales, sin embargo, las rameras eran identificadas con facilidad. ¿Cómo puedo comer y divertirme más? ¿Cómo puedo obtener más placer? ¿Cómo puedo disfrutar de estas cosas una vez más? ¿Cómo puedo tener cosas aún mejores? ¿Cómo puedo satisfacer mi carne aún más? Solamente se interesaban en satisfacer su lujuria de estas maneras. Su corazón ardía con los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida. Ya que habían olvidado a Dios, no dudaron en involucrarse en el pecado y la maldad para satisfacer su lujuria. Sus pensamientos y mentes estaban perdidas en manos del enemigo diablo y Satanás; solo pensaban y se amaban a sí mismos. Al inicio del cultivo de la humanidad, el pecado ya había deteriorado a la humanidad hasta su extinción. Es por eso que Dios el Padre sintió tristeza y pesar. Dios dio una primera advertencia al otorgarles un período extendido de 120 años, pero no funcionó. Entonces decidió llevar a cabo el Juicio del Gran Diluvio. Amados hermanos y hermanas en Cristo: Cuando Dios juzga, ciertamente lo hace con justicia precisa. La caída de las naciones, aparte de Israel, se da también según la justicia de Dios. Por ejemplo, si leen en Daniel 5, verán que la caída de Babilonia y el surgimiento del imperio Medo-persa en el año 539 a. C. se dio claramente según la Providencia de Dios. Durante la última noche de Babilonia, Belsasar, el último rey celebró un gran banquete para mil de sus príncipes. Bebieron en las copas de oro y plata que tomaron del templo de Jerusalén, y alabaron a sus dioses. De repente los dedos de la mano de un hombre aparecieron y escribieron en la pared. La inscripción decía: "MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN." Daniel fue quien interpretó la escritura.
Esta significaba: MENE: Contó Dios tu reino, y le ha puesto fin. TEKEL: Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto. PERES: Tu reino ha sido roto, y dado a los medos y a los persas. Tal como se interpretó, Belsasar fue muerto esa misma noche, Babilonia cayó y surgió el imperio Medo-persa. Ya sea en el caso de un individuo o de una nación, cuando Dios juzga, Él lo hace con justicia exacta. Si la caída de una nación que no tenía relación alguna con Dios sucedió así, ¿cuánto más examinará Dios una y otra vez? Aun así, el juicio fue definido; este representa la prueba de que el pecado y la maldad estaban desenfrenados en el mundo. Por lo tanto, Dios decidió llevar a cabo el Juicio del Gran Diluvio. En Génesis 6:7 leemos: "Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho." ¿Por qué dijo Dios que borraría no solo al hombre, sino también "desde el hombre hasta el ganado, los reptiles y las aves del cielo?" La primera razón consistía en que los animales, reptiles y aves del cielo' tenían alguna relación con la caída del hombre. La gente hacía imágenes de muchos animales con varios materiales, y los convertían en ídolos a los que adoraban. Decoraban sus casas con ídolos; incluso hacían sus cuerpos. Dios es el único que debe recibir alabanza y adoración, pero la gente lo reemplazó con las criaturas. Es tal como está escrito en Romanos 1:23 que dice: "...y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles." Venerar y adorar criaturas más que a Dios el Creador es ciertamente algo indebido. En realidad, el hombre es un ser con espíritu. ¿Acaso no es ridículo que este ser adore a criaturas que no tienen espíritu? Sin embargo, poco después del inicio del cultivo de la humanidad, la gente comenzó a adorar a los ídolos. Con el paso del tiempo, todo empeoró cada vez más y alcanzó su cúspide en los días de Noé. Entonces Dios decidió destruir incluso a los animales, reptiles y aves del cielo. Fue para demostrar con claridad cuán insignificantes son los ídolos, y que los animales que se habían convertido en ídolos a los que adoraban, no eran más que simples criaturas. Por cierto, los animales que vivían bajo el agua fueron excluidos del juicio. ¿Por qué? Por la misma razón que expliqué antes. Los animales bajo el agua no eran sujetos de adoración. Es más, la gente de aquellos días no trabajaba mucho en el mar. No conocían mucho acerca del mar. Simplemente se difundieron en la tierra. Por consiguiente, con facilidad hicieron imágenes de ídolos de los animales de la tierra y del cielo, pero no hicieron lo mismo con los animales del mar. Es por esto que los animales del mar fueron excluidos del juicio; solamente los de la tierra y las aves del cielo fueron sometidos al juicio. La segunda razón por la que Dios decidió destruir 'los animales, reptiles y las aves del cielo' consistía en que estos pertenecían a la gente. Las personas no solo hicieron ídolos con las imágenes de los animales, sino que también presumían de la posesión de ellos. Un indicador de las riquezas de una persona era el número de animales que poseía. Por causa de esto, se cometían muchos crímenes. La gente se volvió codiciosa por poseer más, presumían de lo que tenían, e incluso robaban lo que en realidad pertenecía a otros. En 1 Timoteo 6:10 dice: "Porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores." El dinero en sí no es algo malo, pero la gente amó el dinero y muchos actos de pecado y maldad se cometieron. Antes del Juicio del Gran Diluvio, los animales eran la mayor 'posesión' de las personas. Los 'animales' en realidad no cometieron pecado, pero estos pertenecían a la gente, por lo que fueron juzgados junto con ella. En la Biblia podemos encontrar otros ejemplos de gente y animales que fueron juzgados. Por ejemplo: en Deuteronomio 13:12-15, Dios les dice a los israelitas lo que debían poner en sus mentes al entrar a la tierra de Canaán. Dice: "Si oyeres que se dice de alguna de tus ciudades que Jehová tu Dios te da para vivir en ellas, que han salido de en medio de ti hombres impíos que han instigado a los moradores de su ciudad, diciendo: Vamos y sirvamos a dioses ajenos, que vosotros no conocisteis; tú inquirirás, y buscarás y preguntarás con diligencia; y si pareciere verdad, cosa cierta, que tal abominación se hizo en medio de ti, irremisiblemente herirás a filo de espada a los moradores de aquella ciudad, destruyéndola con todo lo que en ella hubiere, y también matarás sus ganados a filo de espada." Dios advierte a la gente para que no sirvan ni adoren a otros dioses sino a Él únicamente. Él dice que 'si la gente sirve a otros dioses, no solo la gente sino también sus ganados mueran a filo de espada.' Lo mismo ocurrió cuando Dios ordenó a Saúl que destruyera por completo a los amalecitas en 1 Samuel 15:3. Él dijo: "Ve, pues, y hiere a Amalec, y destruye todo lo que tiene, y no te apiades de él; mata a hombres, mujeres, niños, y aun los de pecho, vacas, ovejas, camellos y asnos." Asimismo, durante el Juicio del Gran Diluvio, no solo la gente sino también los animales que la gente poseía y controlaba fueron juzgados. Amados hermanos y hermanas: Aunque Dios tomó la decisión de realizar el Juicio, Él no lamentó el hecho de haber comenzado el Cultivo de la humanidad en sí. Su corazón ardía y lamentó que la gente que fue creada a imagen de Dios perdiera esa imagen y se convirtieran en esclavos del enemigo diablo y Satanás. Además, una parte de la gente del Huerto viajó a este mundo, se manchó con la carne y siguió su lujuria; Dios lamento mucho todo esto. Y entonces Dios tuvo un plan para una nueva etapa de la historia del Cultivo de la humanidad, y poco a poco decidió llevar a cabo el Juicio. Este consistía en destruir a todos los hombres, excepto a Noé y su familia. ¿Cómo se hizo Noé acreedor a esta gracia sorprendente? Encontramos la respuesta en Génesis 6:8-10. Leemos: "Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová. Éstas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé. Y engendró Noé tres hijos: a Sem, a Cam y a Jafet." Aun antes de que Dios el Padre comenzara el Cultivo de la humanidad, Él ya sabía que la gente se corrompería. También sabía de antemano, que llegaría el momento en el que el juicio sería inevitable. Si toda la raza humana fuera destruida por el juicio, el Cultivo de la humanidad de parte de Dios fracasaría. En vista de esto, Dios el Padre se preparó para esto con anticipación. Entre los hijos de Adán, Dios otorgó Su gracia al linaje familiar de Set, generación tras generación. Él permitió que veneraran a Dios el Creador y los guardó de mancharse con el pecado y la maldad. Y Dios obró para que Noé naciera cuando el pecado y la maldad eran desenfrenados, al punto que debía darse el juicio. Así, incluso cuando Dios juzgó al mundo según Su justicia, Él dio razones para que Noé recibiera salvación. Él obró de modo que el enemigo diablo y Satanás no pudiera acusarlo ni decir: "¿Por qué excluyes solo a Noé?" A partir de ahora, examinemos de manera más cercana cómo Noé logró recibir esta gracia de Dios. La Escritura dice: "Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé." Regresemos al tiempo en el que nació un hombre como Noé. Génesis 5:28-29 dice: "Vivió Lamec ciento ochenta y dos años, y engendró un hijo; y llamó su nombre Noé, diciendo: Este nos aliviará de nuestras obras y del trabajo de nuestras manos, a causa de la tierra que Jehová maldijo." Lamec, el padre de Noé, ligeramente entendió que las cosas serían de esa manera en el futuro. Ya que esta tierra había sido maldecida en base al pecado de Adán, él anticipó que el pecado y la maldad se desenfrenarían en el mundo, y que un juicio se daría en la Tierra. Pero eso no era todo. Él sabía también que su hijo, Noé, sobreviviría al juicio y se convertiría en un nuevo punto de inicio del Cultivo de la humanidad. De este modo, él no se sintió nervioso respecto al juicio que se acercaba, sino que sintió consuelo en su corazón. El hecho de que Lamec hubiera visto el futuro, demuestra claramente que él se comunicaba con Dios el Padre. Significa también que vivía una vida adecuada ante los ojos de Dios. Enoc era el abuelo de Lamec. Noé nació después de que Enoc ascendiera, pero Lamec, padre de Noé, vivió junto a Enoc por cien años. Aunque no vivían bajo un mismo techo, pasaron juntos alrededor de cien de los trescientos años que Enoc caminó con Dios en este mundo. Lamec conocía bien acerca de Enoc, quien amaba a Dios y era amado por Él. También sabía que Enoc no había visto la muerte, sino que fue tomado vivo. Por consiguiente, Lamec era reverente a Dios y de todas las maneras posibles intentaba educar a sus hijos en la verdad. Además Matusalén, el abuelo de Noé, hijo de Enoc, vivió justo antes del Juicio del Gran Diluvio. Él vivió más que el padre de Noé. Desde que era joven, Noé pudo aprender correctamente de parte de su padre y abuelo, por muchos largos años. Noé nació y creció de esta manera, en este tipo de entorno. Es por eso que pudo vivir una vida distinta incluso en medio de un mundo lleno de pecado y maldad. Creció con la verdad para convertirse en un hombre justo y sin mancha en ese entonces. Aunque Noé nació con la gracia de Dios, no significa que no tuvo que esforzarse en absoluto. Guardó su corazón, y deseó encomendarse por completo. Génesis 5:32 revela este pensamiento de Noé hasta cierto punto. Dice: "Y siendo Noé de quinientos años, engendró a Sem, a Cam y a Jafet." Anteriormente, cuando les hablé sobre la genealogía de Adán, les dije que no siempre el primogénito continuaba el linaje familiar. Por ejemplo: Set no fue el primer hijo de Adán, sin embargo fue el que continuó con la línea familiar de Adán. Por otro lado, Sem sí fue el primogénito de Noé y continuó con su línea familiar. Noé tuvo su primer hijo a la edad de 500 años. De acuerdo a los estándares de aquel tiempo, el tuvo su primer hijo un poco tarde. ¿Por qué tuvo Noé a su hijo a esa edad tan avanzada? Cuando la maldad y el pecado se habían desenfrenado en este mundo, Noé no tenía intención alguna de casarse ni tener hijos. Él deseaba dedicar su vida entera a Dios, y no se casó. Sin embargo, ya que tenía un corazón justo, lamentó ver y escuchar las injusticia de la gente. Como está escrito en 2 Pedro 2:5, Noé predicó la justicia. Cuando estaba cerca de sus 500 años, se casó y tuvo hijos. Esto se dio porque él comprendía la Providencia de Dios para él. Él entendió que se daría el juicio del Gran Diluvio, y que el Cultivo de la humanidad tendría un nuevo inicio gracias a él. Así que, cien años antes del Diluvio, cuando él tenía 500 años, tuvo a Sem, Cam y Jafet. Nuestro Señor dijo en Lucas 17:27: "Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos." Noé no se casó al igual que los demás quienes lo hacían siguiendo su lujuria. Él decidió casarse únicamente para cumplir su labor como un instrumento del cumplimiento de la Providencia de Dios. Conoció a una mujer que Dios había preparado para él, y tuvo una familia. Asimismo, Noé no vivió su vida como le placía, sino únicamente de acuerdo a la voluntad de Dios. Es por eso que podía tener comunicación clara con Dios, y al final, vivió su vida caminando con Dios. Ya que Noé mostró el ejemplo de una vida justa, su esposa, sus tres hijos y sus esposas pudieron escapar del juicio. La razón principal por la que escaparon del juicio fue porque pertenecían a Noé; ellos también obedecían a Noé para vivir según la voluntad de Dios. A pesar de ser la familia de Noé, si hubieran amado el mundo en lugar de seguir la verdad que él les enseñaba, no habrían recibido la gracia de la salvación. Piensen en la esposa de Lot y sus yernos. Cuando Dios destruyó la ciudad de Sodoma, Dios pensó en Abraham y salvó a Lot. Dios trató de salvar no solo a Lot sino también a su familia, pero su esposa y sus yernos no lo lograron. Esto se dio porque los yernos de Lot no confiaban en él en absoluto, y su esposa no podía cortar su atracción por el mundo. Lo mismo sucede en la actualidad. Sin importar cuánta gracia de Dios sobreabunde en esta iglesia, el hecho de asistir a ella no garantiza su salvación y bendiciones. Cada uno de ustedes, personalmente, debe ir en pos de la voluntad de Dios y vivir en la luz. Esto se debe a que el juicio y la salvación se decidirán de acuerdo a la Palabra de Dios solamente. Claro está que, si no abandonan esta iglesia y viven en la verdad, cualquiera de ustedes puede recibir bendiciones abundantes. En calidad de cabeza de esta iglesia, quien está a cargo de Manmin, he almacenado justicia ante Dios el Padre, más que suficiente. Si se esfuerzan tan solo un poco, pueden obtener más que con su esfuerzo solamente. Ruego en el nombre del Señor Jesucristo que ustedes tengan más gratitud por la gracia recibida, que cambien con esperanza y que se sumerjan en el espíritu y espíritu completo. |
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