Los ricos viven en prosperidad y disfrutan de muchos beneficios los cuales le permiten ayudar a otros. Por otro lado, los pobres también tienen cierto beneficio. Por ejemplo, los ricos siempre están afanados de no perder su fortuna, pero los pobres están tranquilos porque no tienen que preocuparse por perder fortuna. Esto significa que debemos estar alegres, agradecidos, y contentos en cualquier circunstancia que estemos.
¿Cómo podemos vivir una vida llena de agradecimiento? Primeramente debemos librarnos del afán de querer tener más, lo cual conduce a la codicia. No debemos ser codiciosos en ningún sentido ya sea en cuanto a comida, ropa, dinero, etc.
Para librarnos de toda codicia, debemos tener un corazón contrito y humillado. Todo aquel que tiene un corazón contrito y humillado no tiene el afán de querer tener mas cada día. Por lo contrario, más bien comparte con otros lo que tiene.
Dios se complace con aquellos que se apartan de la codicia y son agradecidas con lo que tienen. Es por eso que Dios les bendice con amor, bendición, y una vida prospera.
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