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2016 Petición de Oración | Dios mide nuestra fe | Conferencia sobre 1 Juan

 
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Title
   Conferencia sobre 1 Juan(9) - Conferencia sobre 1 Juan (9)    
Speaker
   Rev. Jaerock Lee
Pasaje
   1 Juan 2:15-16
Date
   2010-08-22



Pasaje

[1 Juan 2:15-16]
(15) No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él,
(16) porque nada de lo que hay en el mundo --los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida-- proviene del Padre, sino del mundo.

[Introducción]

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, miembros de más de 9,000 iglesias filiales en Corea y alrededor de todo el mundo, incluyendo los Estados Unidos, Canadá, México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, Bolivia, Uruguay, Argentina, Chile, Japón, Mongolia, China, Taiwán, Tailandia, Vietnam, Las Filipinas, Malasia, Indonesia, Nepal, India, Sri Lanka, Samoa, Fiji, Australia, Pakistán, Kazakstán, Israel, Palestina, Egipto, Sudán, Etiopía, Kenia, Uganda, Ruanda, Burundi, Tanzania, RD del Congo, Gabón, Angola, Botsuana, Suazilandia, South África, Burkina Faso, Liberia, Costa de Marfil, Gana, Nigeria, el Reino Unido, Irlanda, Francia, Bélgica, Holanda, Alemania, Italia, Grecia, Rusia, Suecia, Finlandia, Estonia, Belarús, Ucrania, Daguestán, y los miembros de los santuarios locales, así como aquellos que están asistiendo al servicio a través del Internet alrededor de todo el mundo, y los televidentes de GCN y de Manmin TV,

Esta es la novena sesión sobre la serie de conferencias de 1 Juan.

En la última sesión, les expliqué que hay diferencia en la medida de fe de cada persona, empezando con la fe de niños pequeños hasta llegar a la fe de padres. Nuestra fe crece al grado en que desechemos los pecados y la maldad, y los reemplacemos con el conocimiento de la verdad para reflejar la imagen de Dios.

La razón por la cual Dios hizo a Adán y que ha estado cultivando a los seres humanos hasta este día, es para obtener hijos que han alcanzado la fe de padres. Él desea obtener hijos verdaderos que realmente amen a Dios y que sean amados por Dios.

¿Qué podemos hacer nosotros para convertirnos en tales hijos- Tenemos que desechar los pecados y santificarnos. Nosotros entramos al espíritu cuando desechamos la carne.

Les he explicado muchas veces las formas de santificarse, pero algunas personas continúan haciendo la misma pregunta. Ellos dicen, "¿Cómo puedo llegar al espíritu- ¿Cómo me puedo santificar-"

Si usted es una de estas personas, por favor escuchen este mensaje cuidadosamente y guárdenlo en su mente, entonces, podrán ponerlo en práctica.

A través de este mensaje, yo les insto a que desechen la carne inservible, a que anhelen las cosas espirituales, y a que alcancen la medida de fe de padres que aman a Dios por sobre todo.

1 Juan 2:15 dice, "No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él".

El 'mundo' aquí hace referencia al mundo que está bajo el control del enemigo el diablo y Satanás.

Dios creó al mundo en bondad. Pero después de la caída de Adán, todas las cosas fueron maldecidas junto con Adán. A partir de ese momento, el mundo ha estado bajo el control del enemigo el diablo y Satanás.

En Lucas 4:6, mientras mostraba a Jesús todos los reinos de la tierra, Satanás dijo, "...porque a mí me ha sido entregada".

Si alguien dice que cree en el Señor y que es un hijo de Dios, pero continúa amando al mundo y continua pecando, entonces, esto quiere decir que él aún continúa perteneciendo al mundo. Continúa siendo un esclavo del pecado y es uno de los que siguen siendo esclavos del enemigo el diablo y Satanás.

Mateo 6:24 dice, "Ninguno puede servir a dos señores, porque odiará al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas".

Imagínense que un amo le dice al esclavo que se dirija hacia el este mientras que el otro amo le dice al mismo esclavo que vaya hacia el oeste, entonces, ¿cómo puede el esclavo obedecer a los dos amos-

Nosotros tenemos que amar a Dios, y convertirnos en esclavos de la justicia, o amar al mundo y convertirnos en esclavos del pecado.

Si nosotros amamos al mundo y no desechamos las cosas mundanas, y sin embargo decimos que amamos a Dios, esto significa que estamos mintiendo. Si realmente apreciamos el amor de Dios, quien nos ha dado a su único Hijo, definitivamente desecharemos nuestro amor por el mundo. Si continuamos amando al mundo, estaremos cada vez más distantes del amor de Dios. Yo creo que algunos de ustedes han experimentado esto.

Así como un imán atrae el hierro, la carne atrae la carne. Si ustedes empiezan a amar al mundo y atraen las cosas carnales y mundanas, tendrán un creciente deseo por atraer más y más cosas carnales. No podrán simplemente dejarlas y desecharlas inmediatamente diciendo, "Ya he tenido suficiente de las cosas del mundo, ahora, voy a llenar mi corazón de cosas espirituales".

Permítanme darles un ejemplo.

Imagínense que ustedes gustan de las telenovelas y que las miran toda la tarde antes de la oración de Daniel. Es casi la hora de irse a orar, pero la telenovela está llegando al momento más impactante. Entonces, ¿podrán ustedes decir simplemente, "he visto suficiente", apagarán el televisor y saldrán de casa inmediatamente-

Sería un caso afortunado si ustedes pueden hacer eso, pero en la mayoría de los casos no pueden hacerlo.

Debido a que el drama continúa, ustedes desean mirar un poco más, y como consecuencia llegarán tarde a la reunión de oración. Y aun cuando llegan a la oración después de la telenovela, estarán recordándola constantemente durante las oraciones. Estarán imaginándose lo que sucederá el siguiente episodio mientras piensan en lo que han visto. Entonces, estos pensamientos interrumpirán sus oraciones.

El siguiente día estarán sentados frente al televisor para mira el drama justo a tiempo.

Mientras continúen hacienda esto, constantemente llegarán tarde a la oración, y podrán incluso llegar tarde a los servicios de adoración.

Mientras estas cosas se continúan repitiendo, su llenura del Espíritu y la gracia desaparecerán y su fe se enfriará. No anhelarán los servicios de adoración y de oración, y su fe se volverá tibia. Aun cuando deseen amar a Dios, no pueden recibir la fortaleza para hacerlo mientas continúen atrayendo las cosas mundanas.

El enfoque de la vida tiene que ser amar a Dios cada vez más, trabajar para Él más fielmente y santificarse. Pero ustedes no pueden hacer eso.

Les he explicado con el ejemplo de una telenovela, pero sucede también lo mismo con todas las cosas que pertenecen a este mundo. La palabra 'mundo' se refiere a, tener una cita con alguien, al dinero, la fama, el poder social, o cualquier cosa que ustedes amen más que a Dios.

¿De casualidad tienen ustedes menos gracia en su corazón y menos llenura del Espíritu de la que tenían antes-

Entonces, deberían revisar si realmente se están concentrando en amar a Dios y en cuánto están realmente tratando cada día de desechar los pecados y de llegar a los mejores lugares de morada celestial. Lo que quiero decir es, que ustedes tienen que revisar las cosas que atraen su corazón y lo que aleja su amor por Dios de Él.

1 Juan 2:16 dice, "porque nada de lo que hay en el mundo --los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida-- proviene del Padre, sino del mundo".

Aquí, el 'mundo' hace referencia al mundo que está bajo el control del enemigo el diablo y Satanás. Aquellas personas carnales que viven en este mundo de tinieblas también están bajo el control de enemigo el diablo y Satanás.

Cuando Dios creó al hombre, puso solamente cosas espirituales en él. Le enseñó solamente la integridad, el amor, la amabilidad, la paz, el servicio y otros conocimientos de la verdad y llenó su corazón con todas estas cosas.

Pero desde el momento de la caída de Adán, el enemigo el diablo y Satanás empezó a sembrar el conocimiento de la falsedad en el corazón de las personas. Satanás derramó odio, falsedad, envidia, celos, ira, codicia, adulterio, etc., dentro del corazón de todas las personas. A ese mismo grado, las cosas espirituales que Dios sembró en Adán se esfumaron del corazón del hombre.

Con el paso del tiempo ellos vivieron en este mundo que está bajo la autoridad de Satanás y las cosas de la carne fueron sembradas cada vez más en las personas.

El pasaje de este día explica estos contenidos de la carne de este mundo en tres categorías. Éste dice que todo lo que está en este mundo son 'los deseos de la carne', 'los deseos de los ojos' y la 'vanagloria de la vida'.

Indaguemos sobres estas tres cosas con mayor detalle.

Primero, los deseos de la carne son los deseos por seguir la carne y cometer pecados.

Como han escuchado en la serie de sermones, 'Espíritu, Alma y Cuerpo', la carne es el cuerpo del hombre combinado con las naturalezas pecaminosas. Aquí, el cuerpo es el cuerpo del hombre del cual el conocimiento espiritual se esfumó después de la caída de Adán.

Los 'deseos de la carne' son las naturalezas pecaminosas en el corazón que están tratando de ser reveladas externamente. En otras palabras, es el deseo de cometer pecados. Los deseos de la carne es el deseo de cometer adulterio, de enojarse, de robar, de odiar a otros, y de cometer varios pecados.

Si ustedes tienen estas naturalezas de la carne en su corazón, sus deseos son seguir esas naturalezas.

Aquellos que tienen envidia se sentirán bien solamente después que demuestran su envidia y dejan mal a otros.

Si ellos tienen la naturaleza de juzgar y condenar a otros, sienten que es divertido esparcir rumores y juzgar a otros. Aquellos que tienen temperamento fuerte se sienten bien solamente después que ventilan su ira cada vez que se enojan. Si ellos quieren suprimirlo, se sienten incómodos.

Ahora, veamos el proceso en el cual los deseos de la carne son motivados y se revelan externamente.

Si los hombres tienen naturalezas pecaminosas en su corazón, ellos tendrán pensamientos de falsedad basados en las naturalezas pecaminosas. Es decir, al grado en que tengan la carne en su corazón, tendrán pensamientos carnales. Cuando ellos empiezan a tener pensamientos carnales, los deseos de la carne son motivados.

Permítanme ilustrarles el ejemplo de la 'envidia'.

Imaginen a una persona que tiene envidia. Cuando su colega es elogiado por su jefe, él empieza a tener pensamientos carnales que se derivan de la naturaleza pecaminosa llamada 'envidia'.

Él piensa, "¿Qué fue lo que hizo para que el jefe lo esté elogiando- Él realmente no hace nada mejor que los otros, pero el jefe ha estado elogiándolo públicamente y lo ha elogiado muchas veces. Si el jefe continúa haciendo eso, él empezará a pensar que realmente es más excelente que los demás. No es justo y no es correcto".

Muchos otros pensamientos de la misma clase continuarán llegando a su mente. Cuando estos pensamientos progresen y se acumulen, su deseo de la carne pronto será agitado, y este como resultado motivará su envidia.

Él se siente incómodo y su rostro se vuelve rígido y frío. Cuando habla con su colega, no puede hablar de una forma amable. Podrá incluso quejarse de esa persona o difamarla frente a otros.

Ahora, ¿Qué es lo que tenemos que hacer para prevenir que el deseo de la carne motive la envidia-

Primero, tenemos que apartarnos de los pensamientos carnales.

Cuando su compañero de trabajo esté siendo elogiado, si ustedes empiezan a tener pensamientos como, "¿Por qué está siendo él elogiado- Él realmente no hace nada excepcionalmente bien. Esto no es correcto", entonces, tienen que detener tales pensamientos justo allí.

Pero en ocasiones a pesar que ustedes traten de detener tales pensamientos, estos simplemente continuarán llegando su mente. En este caso, tienen que cambiar esos pensamientos en buenos pensamientos en lugar de tratar de detenerlos. No solamente los pensamientos, sino también, tienen que cambiar sus sentimientos.

Cuando otros son elogiados, ustedes tienen que cambiar los sentimientos de incomodidad en sentimientos buenos y felices. Deben empezar a tener buenos pensamientos y buenos sentimientos pensando, "me siento feliz y agradecido porque él está siendo elogiado, y amado, y motivado por su jefe".

Junto a esa clase de esfuerzo, hay algo más importante. Ustedes tienen que librarse de la naturaleza pecaminosa. Tienen que desechar la naturaleza pecaminosa de su corazón.

Para que saquen la naturaleza pecaminosa llamada 'envidia' de su corazón, tienen que recordar la actitud de su mente y los sentimientos que tuvieron en el momento que sintieron la envidia. Entonces tienen que orar por eso.

Ustedes tienen que orar fervientemente hasta que esos sentimientos y pensamientos de envidia desparezcan completamente.

De acuerdo al temperamento de cada persona, algunos tienen una fuerte envidia y celos, mientras que otros tienen relativamente poca envidia y celos, así que es fácil que ellos la echen fuera.

Además, cuando las personas no pueden disfrutar ni tener lo que desean para ser felices y tener en sus vidas; la envidia y los celos pueden crecer fuertemente porque ellos guardan angustia y resentimiento en el corazón. Pero en cualquier situación, si ustedes están siempre agradecidos y piensan en bondad, pueden dejar de guardar más envidia en su corazón.

Pero si ustedes se resienten porque otros tienen lo que ustedes no tienen, y si se sienten desagradados y molestos contra ellos, su envidia solamente se volverá más fuerte al grado en que acepten tales sentimientos enfermizos.

Sin embargo, alguien puede desechar tales naturalezas pecaminosas si tienen la determinación y tratan de cambiar pidiendo a Dios Su gracia y fortaleza.

Lo importante es que ustedes tienen que reconocer cuánto Dios aborrece tal maldad del corazón.

Además, como dice en Proverbios 14:30, "El corazón apacible es vida para la carne; la envidia es carcoma de los huesos", ustedes tienen que reconocer totalmente cuan dañina es la envidia para ustedes.

A tal grado, ustedes se apegarán a Dios, y tratarán de tener un buen corazón y buenos pensamientos. Cuando Dios vea el esfuerzo, Él les ayudará. Ustedes podrán sentir que sus naturalezas pecaminosas son desechadas a través de la gracia y la fortaleza de Dios y de la ayuda del Espíritu Santo.

Cuando desechen las naturalezas pecaminosas una por una, si experimentan la felicidad y el gozo de desechar los pecados, la velocidad de la santificación se acelerará.

Hay una cosa más que ustedes tienen que recordar en el proceso de desechar la carne. Para desechar la carne que está en ustedes, no tienen que aceptar más de lo carnal del mundo. Es decir, tienen que cortar los deseos de los ojos.

Los 'deseos de los ojos' es la naturaleza que inquieta nuestro corazón y nos hace seguir las cosas carnales, a través de lo que vemos y oímos. Si ustedes guardan algo en su corazón con un buen sentimiento, entonces recordarán el mismo sentimiento cuando escuchen o vean algo que puede recordarles la misma cosa.

Por ejemplo, cuando una persona ve una imagen de una manzana roja, aquellos que previamente disfrutaron de una manzana roja, recordarán el sabor y la sensación de disfrutarla. Ellos recordarán el sabor dulce y refrescante, la sensación de partirla mientras se muerde, y tendrán el deseo de comer una. Si ese deseo se vuelve más fuerte, podrán en realidad comer una.

Pero aquellos que realmente nunca antes han saboreado una manzana, no tendrán el deseo de comerla cuando vean la imagen de una manzana roja. Esto es similar con el deseo de los ojos.

Aquellos que disfrutan del mundo con una buena sensación, desearán disfrutar de nuevo del mundo cuando entren en contacto con cosas que les recuerden aquellas sensaciones.

Para evitar tales tentaciones, ellos tendrán que remover cosas de su alrededor que puedan darles esas tentaciones. Ellos no tienen que ver, oír ni estar en la proximidad de tales cosas.

Imagínense que una persona que está tratando de dejar de tomar, va a un bar. Él ve a otros tomando y siente el olor del licor. Entonces, pensamientos tales como, 'esto huele bien. ¡Yo creo que también me gustaría tomar solamente uno!', serán estimulados. Sus deseos por el licor que ha suprimido se volverán más fuertes.

Así que, él no tiene incluso que estar cerca de ningún licor.

De la misma forma, si algunos estudiantes quieren librarse de los juegos de computadora, tienen que eliminar las computadoras.

Aquellos que desean desechar la ira, no tienen que mirar películas violentas. Aquellos que desean desechar la mente adúltera no tienen que ponerse en ninguna situación de adulterio. Es decir, ellos no tienen que ponerse en ninguna situación que pueda inquietar su deseo de los ojos.

Si ellos continúan aceptando el deseo de los ojos, finalmente, sus naturalezas pecaminosas serán inquietadas.

Por ejemplo, imagínense que ustedes han asediado una ciudad y están tratando de conquistarla. Atacan diligentemente y establecen un bloqueo a la ciudad. Pero, ustedes abren un punto del bloqueo para que el enemigo pueda recibir suministros de armas y comida. Entonces, la fuerza del enemigo en la ciudad puede continuar resistiendo, y la batalla continuará ferozmente por mucho tiempo.

Es muy importante atacar la ciudad y conquistarla, pero al mismo tiempo ustedes tienen que cortar su abastecimiento para lograrlo.

Ahora, digamos que la fuerza del enemigo dentro de la ciudad es su naturaleza pecaminosa, y que el deseo de los ojos es el suministro y refuerzo.

Aun cuando ustedes ayunan y oran para santificarse, mientras continúen aceptando el deseo de los ojos, realmente no pueden desechar la naturaleza pecaminosa. Solamente tendrán más y más batallas en su corazón.

Permítanme darles otro ejemplo. Si ustedes continúan derramando agua limpia dentro de una vasija que contiene agua sucia, finalmente el agua se limpiará. Pero, si mientras ustedes están derramando aguan limpia, derraman agua sucia al mismo tiempo, ¿qué sucederá- El agua continuará sucia sin importar cuanta agua limpia derramen.

De la misma forma, para desechar las naturalezas pecaminosas de su corazón, ustedes no tienen que ver, oír, ni estar cerca de las cosas carnales. Es decir, tienen que apartarse del deseo de los ojos. Tienen que tratar de ver y escuchar solamente cosas buenas.

En la próxima sesión continuaré hablando sobre la vanagloria de la vida.

[Conclusión]

Amados hermanos y hermanas en Cristo, si ustedes no desean desechar el mundo ni los deseos del mundo, es porque sienten que es bueno y que no vale la pena desecharlo.

Si se sienten de esta forma, les reto a que piensen seriamente si esto es realmente algo bueno.
Sin importar cuan bien se sienta esto para satisfacer su deseo, es solamente una satisfacción momentánea. No hay un gozo verdadero ni una verdadera satisfacción.

Al grado en que ustedes acepten la carne, su fe no puede crecer, y ustedes no pueden tener esperanza por un mejor lugar de morada en los Cielos. No pueden sentirse confiados delante de Dios, así que no pueden pedirle ninguna bendición. Si hay algún problema, no pueden depender de Él para resolverlo.

Ustedes han visto muchas obras del poder de Dios. Pero, cuando tienen un problema, tienen que depender del mundo así como la gente mundana. ¡Qué patético es esto!

Si ustedes simplemente se apartan del mundo y desechan la carne, su corazón estará lleno del amor de Dios y estarán llenos de gracia y de fortaleza. Y por sobre todo, al grado en que su corazón esté lleno con el espíritu, mayor gloria en el Cielo les será dada.

Yo les insto a que no se apeguen a las cosas inservibles y perecederas del mundo, y a que las desechen rápidamente.

Yo oro en el nombre del Señor para que llenen su corazón solamente con las cosas del espíritu que pertenecen a Dios y a que disfruten de felicidad y gloria eterna.

[Amén]

 
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