El terrible terremoto en Nepal cobró la vida de miles de personas. Oremos que no se den más daños y que la gente ya no tenga que sufrir más traumas. Además, lleguemos a ser los hijos bendecidos de Dios quienes están siempre protegidos por Él y le glorifican.

El 25 de abril de 2015, un fuerte terremoto (7,8) golpeó el área cercana a Katmandú, capital de la ciudad de Nepal. Muchos de los edificios colapsaron, y las principales réplicas causaron la muerte de muchas persona en varias áreas. Este terremoto devastador dejó más de siete mil personas muertas y alrededor de quince mil heridas (hasta el 6 de mayo de 2015).

El 26 de abril de 2015, la Pastora Grace Lee del Centro Misionero Manmin en Nepal informó sobre el estado de la iglesia que pastorea diciendo: «No hubo lesiones ni daños a nuestra iglesia ni a nuestros miembros. Incluso los miembros de sus familias en diferentes áreas y sus hogares fueron protegidos. ¡Tampoco la iglesia sufrió daños en lo absoluto!»

El Centro Misionero Manmin utiliza desde la tercera a la quinta planta de un edificio de cinco pisos delgado y alto en el distrito de Lalitpur que está conectado a Katmandú por un puente. Cuando ocurrió el terremoto, el edificio se sacudió tanto que no podían estar de pie o permanecer sentados sin aferrarse a algo.

En ese momento, más de ciento setenta miembros estaban disfrutando del almuerzo ofrecido luego del Servicio Dominical Matutino debido a que ellos guardan el día de reposo los sábados. Ellos salieron y se quedaron en la calle por un tiempo. Luego de una hora se reunieron en la iglesia para tener una reunión de oración en vez del Servicio Vespertino. Incluso llevaron a cabo la Reunión de oración de Daniel.

La pastora Lee nos envió una carta, la misma que dice: «Nuestros miembros fueron protegidos de este gran terremoto, el cual causó que crecieran en fe. Les ruego de favor que oren para que el gobierno de Nepal pueda recuperarse lo más pronto de todos los daños y que el país sea protegido de las réplicas».

Frente a los desastres naturales, las personas son seres insignificantes y totalmente vulnerables. No obstante, si los hijos de Dios creen en Él, ponen en práctica Su palabra con amor por Él, caminan en la Luz y no perderán la paz. Así como Dios protegió a los israelitas en Gosén de las Diez Plagas que llegaron a todas las áreas de Egipto, Él permite que la gente hoy también experimente estas obras de protección de Su poder.

El 15 de julio de 2014, era la hora de la noche en Filipinas, cuando se produjo una escena similar. El tifón Rammasun era una poderosa tormenta tropical que trajo impacto destructivo en toda Filipinas con vientos de 250 km/h (155 mi/h). En la Iglesia Manmin de Cavite, el pilar conectado a la azotea del edificio empezó a temblar debido a los fuertes vientos. La pastora Sharon Cho urgentemente pidió oración al Dr. Lee. De repente, los vientos que estaban a punto de acabar con el pilar se calmaron y dejó de llover.

A la siguiente mañana, la pastora Cho vio cientos de árboles que habían sido arrancados cerca de la iglesia. Se veía todo como un caos. También vio una columna de hierro que se retorció en frente de una estación de servicio. Sin embargo, su iglesia no sufrió daños mayores excepto por daños pequeños en el techo y paredes del estacionamiento.

En marzo de 2011 un tsunami afectó Sendai (Japón). Pasó por la ciudad costera y causó deslizamientos severos. Miles de personas fueron enterradas vivas. Además causó daños a la Planta de Energía Fukushima Daiichi, lo que produjo una fuga radioactiva. El daño fue incalculable. En medio de la confusión, ¿qué ocurrió con las iglesias filiales de la Iglesia Central Manmin de Japón?

La iglesia Manmin de Yamagata está muy cercana a Sendai, pero no sufrieron ningún daño. Simplemente sintieron que el edificio tembló y se quedaron sin electricidad. Otras iglesias filiales también sintieron únicamente el movimiento de los edificios, pero todos fueron protegidos.

En enero de 2011 una serie de inundaciones afectó al área de Queensland en Australia. El caudal del río Brisbane subió ocho metros. Si continuaban las lluvias según los pronósticos, se estimaba que miles de hogares se inundarían. La doctora Mika Cooper, Directora de WCDN Australia, pidió al Dr. Lee que orara por su país. Pronto dejó de llover y se evitaron grandes daños.

Sin importar en dónde se encuentren las personas, siempre estarán expuestas a los peligros de los desastres inesperados. El Dios de amor no desea que la humanidad enfrente estos desastres. Él anhela que tengan vidas saludables y felices con la esperanza por el Cielo. Él los protege con un amor que es mucho más grande que el amor de los padres. No obstante, cuando pecan de modo deliberado al punto que Dios tiene que esconder Su rostro de ellos, el desastre puede darse de acuerdo a la justicia.

Si aceptan a Jesucristo como el Salvador, si tratan de vivir de acuerdo a la Palabra y cumplen con la justicia mínima para los hijos de Dios al guardar el Día del Señor y dar los diezmos, serán protegidos de las preocupaciones, la ansiedad, los accidentes y los desastres.