Kijoo Song (75 años)

Antes nada me salía bien. Siempre tenía dificultades financieras y mi corazón se endurecía cada vez más. También dudaba de mi esposa en todo. Me emborrachaba y me ponía violento hacia ella o rompía la vajilla cuando no me gustaba algo. Solo fue cuestión de tiempo para que ella entrara en depresión.
En mayo de 2004 mi esposa y yo fuimos a Seúl para ayudar a nuestro primer hijo que estaba operando un restaurante ahí. Nosotros nunca habíamos ido a ninguna iglesia, pero nuestra nuera (Kyeong Hee Jeon) es una buena persona y cuando nos lo pidió, nosotros fuimos con ella.
Los sermones del pastor principal Rev. Jaerock Lee fueron fáciles de entender. Tuve buenos sentimientos siempre que iba a la iglesia. Mientras escuchaba los sermones, me sentí muy arrepentido por cómo traté a mi esposa. Dejé de fumar y de tomar y traté de ser un marido amable.
Luego su depresión desapareció y a través de oración ella fue sanada de una enfermedad de la piel que tuvo por 10 años. ¡También yo fui sanado de peritonitis mediante la oración! ¡Aleluya!


Los momentos decisivos

Al recuperar la sonrisa en nuestros rostros, tratamos de compartir nuestra felicidad con los miembros del Santuario local de Kangdong. Conduje la camioneta de la iglesia para ancianos o aquellos con impedimentos físicos. Mi esposa preparaba deliciosos platillos cada domingo para los miembros de la iglesia.




Al final del año 2016, comencé a trabajar como carpintero otra vez. Mientras trabajaba, casi me caí del 5o piso de un edificio.
Estaba trabajando fuera del edificio en el 5o piso, y el montón de madera cayó en mi cabeza y me golpeó hacia abajo. Me agarré del marco de acero en la pared y con mis piernas que estaban diseminadas en un tablero, traté de soportar mi peso pero no pude. Para mi sorpresa, otro montón de madera calló en mis piernas y soportó mi peso. Fui rescatado milagrosamente por mis colegas. Los exámenes médicos mostraron que no tenía ninguna lesión en mi cabeza ni en mis piernas.
Uno de mis colegas de hecho le dio gloria a Dios diciendo: “Tu siempre recibes la oración del pastor cada mañana antes de trabajar y ¡Dios realmente te protegió!”
En 2018, fuimos bendecidos con una nueva casa. En este año de 2019, obtuve un nuevo trabajo incluso a la edad de 75 años y estoy trabajando muy duro.
Estas son las cosas grandes y maravillosas que han tenido lugar desde que conocí al Dios viviente. Le doy todas las gracias y la gloria a Dios el Padre por darme la esperanza del cielo en esta vida.