Cuando un matrimonio intenta concebir y sin embargo no lo logra aún después de un año, se considera que ellos son infértiles. Si la esposa no puede quedarse embarazada por cierto período de tiempo después del parto o aborto repetido también se la considera infértil. Como resultado del trabajo de esposo y esposa, y de la mujer incrementando su participación en la sociedad, el descenso de natalidad se ha convertido en un problema muy serio. Adicionalmente, el número de familias que sufren por la infertilidad, aunque ellos quieren un bebé, está en aumento.
De acuerdo al Instituto Coreano de la Salud y Seguridad Social, hay más de 1.4 millones de parejas en Corea que son infértiles. La desesperación y la depresión causada por la infertilidad pueden romper familias e incluso pueden terminar en el divorcio o suicidio. En muchas partes de la Biblia podemos encontrar que es Dios quien nos da la vida. (Vea Génesis 2:7; Números 16:22; Salmos 27:1, 42:8). El Salmo 36:9 dice: "Porque contigo está el manantial de la vida..." y también Hechos 17:25 dice: "...pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas".
Por lo tanto, concebir una nueva vida solamente depende de Dios, y la concepción solo puede ser dirigida por Él. Los seres humanos han logrado la inseminación artificial y han nacido bebés probeta. Pero es imposible para ellos diseñar las células reproductivas porque crear los espermatozoides del hombre y los óvulos de la mujer solamente es posible con el poder de Dios.
La historia de la mujer Sunamita está registrada en 1 Reyes 4. Aunque ella era estéril, pudo dar a luz un hijo según la profecía del Profeta Eliseo, cuyas palabras fueron garantizadas por Dios.
Hay innumerables parejas en la Iglesia Central Manmin que han concebido un hijo aunque no lo habían podido hacer incluso después de diez o más años de matrimonio. Un caso en especial, durante las dos semanas de reuniones de avivamiento llevadas acabo en 1993, docenas de parejas recibieron la bendición de concebir al mismo tiempo.
Al vivir de acuerdo a la Palabra de Dios, mostrando la evidencia de la fe por agradar a Dios y recibiendo la oración de un siervo poderoso de Dios, ellos recibieron las respuestas a sus oraciones de parte de Dios.