Hermana Jiae Seo (29 años), Misión de Jóvenes Adultos, Iglesia Central Manmin

En el 2006 yo comencé a llevar una vida de fe en Manmin y aprendí sobre la fe verdadera a través de los sermones del Pastor Principal.

Comencé a prepararme para mi examen de ingreso en los colegios de idioma extranjero cuando yo estaba en noveno grado, lo que es considerado como muy tarde. Yo tenía que ir a una academia privada incluso en el día del Señor, pero yo iba a la iglesia porque sabía que eso es reconocer la autoridad espiritual de Dios y el camino para la bendición. Finalmente, Dios me bendijo para ser admitida al Departamento de inglés del Colegio de lenguas extranjeras de Gwacheon, aquel al que la mayoría de la gente había solicitado admisión.

A finales del 2014, antes de mi graduación universitaria, ingresé en la Agencia de promoción de las empresas sociales de Corea, que está bajo la dependencia del Ministerio de Empleo y Trabajo, pasando su prueba escrita y la entrevista a través de la oración del Pastor Principal.

Cierto día en el trabajo, mi oficina celebraba una fiesta y mi jefe se unió a nosotros. Hubo un sorteo en el que la persona que ganaba recibiría un vaso de alcohol de parte del jefe, debía beberlo, y luego recibiría su premio. Entonces, yo resulté ganadora, pero le pedí a mi jefe que entendiera que no bebo alcohol y lo rechacé. Me sentí apenada ante mi jefe, pero yo sabía que me sentiría más apenada ante Dios y lo lamentaría más si bebía. A pesar de mi respuesta, muchas personas en mi oficina me entendieron y me apreciaban. Todo fue por la gracia de Dios.

Temprano en la vida en el trabajo, atravesé varios conflictos debido a mi falta de habilidades sociales y de comunicación. Fue entonces que leí el libro del Pastor Principal titulado José, una senda al pacto de Dios. Este libro se convirtió casi en un mentor para mi vida en el lugar de trabajo. Me ayudó a ponerme en los zapatos de los demás y me enseñó a hacer un informe en acuerdo con el orden correcto y a cómo tratar con los conflictos.

En el 2017, yo recibí la felicitación del Ministro de Trabajo y Empleo por recomendación de mi jefe de equipo. Estudié chino e inglés en la universidad, y ahora puedo estudiar en la escuela de postgrado, así como trabajar, con el fin de retribuir la gracia del Señor. También estudio japonés en estos días. Le doy todas las gracias y la gloria a Dios quien me dio sueños y me bendice para alcanzarlos con Su gracia.