Anciano Dongrok Yang (Teniente del Departamento de Seguridad de Información de la comisaría de Dongjak)

El anciano Yang que trabaja en el departamento de seguridad de información de Dongjak de la comisaría, se parece más a un vecino amistoso en lugar de un oficial de policía estricto.
Teniendo una mente generosa le gusta ayudar a los demás. Cuando él ve a una mujer anciana pobre recolectando cajas de cartón cargadas en un carro, él le ayuda a empujar el carro a su destino e incluso le da algo de dinero.
El anciano Yang tiene una buena reputación como cristiano, porque él llega antes a su oficina y limpia los escritorios para sus colegas, y él ofrece emprender las tareas que otros intentan evitar. Su único hábito es estudiar la Palabra de Dios. Aunque antes cayó profundamente en los hábitos de fumar, beber y otras cosas inservibles, ahora él ama leer la Palabra de Dios, llevar una Biblia de bolsillo, y orar.
Él tenía muchas preguntas tales como: "¿Por qué el Dios de amor hizo el infierno así como el cielo?" "¿Por qué Él no impidió que Adán comiera del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal?" y así sucesivamente.
Fue el libro "El Mensaje de la Cruz" que lo hizo comprender el amor de Dios luego de haber asistido a la iglesia con miedo por el infierno y muchas preguntas durante 30 años. Este libro que él llegó a leer, después de convertirse en un miembro de Manmin, era el libro correcto para él, el cual dio respuestas claras a todas sus interminables preguntas.
"Después de que yo entendí la promesa de salvación en la que Dios dio a Su único hijo, el corazón de Dios quien tenía que hacer el infierno aunque Él quiere que todas las personas sean salvas, la razón por la cual Dios puso el árbol del conocimiento del bien y del mal y relativamente a través del cual Dios nos permite experimentar sufrimientos y aflicciones para la verdadera felicidad en el Cielo, yo me di cuenta que mis pensamientos fueron totalmente cambiados, y me colmé de un gozo indescriptible".
El se dio cuenta de cuan ignorante era. Él se sentía tan afligido por todavía disfrutar el fumar y beber siendo un diácono. Y no sólo dejó de fumar y beber, sino también abandonó todas las cosas que él disfrutaba y empezó su vida de fe de nuevo con la mente de un nuevo creyente.
Mientras más profundamente conocía, él siguió leyendo la Biblia incluso en el metro o en el autobús y oraba. Siempre que él tenía preguntas al leer los libros del Dr. Lee, él las apuntaba para luego preguntarles a las personas.
Su esposa simplemente se sorprendía al verle llegar a casa temprano, leer libros cristianos y asistir al servicio de adoración como nunca antes. Y ella confiesa que es la verdadera gracia de Dios que el mal carácter de su marido haya desaparecido; él llegó a ser manso y apacible. Como la familia siempre esta en paz y anima a otros en las obras de la iglesia, sus hijos también se regocijan diciendo: "mis amigos envidian a nuestra familia".
El anciano Yang confiesa que su esperanza sólo está en la Nueva Jerusalén al decir: "yo sé que todavía tengo mi propia voluntad y un marco de pensamiento que no han sido desechados todavía. Pero simplemente, al igual que el apóstol Pablo, confesó 'yo muero todos los días', yo guardaré esto como mi lema y completamente pondré mi viejo ego también a la muerte."