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| Noticias Manmin No. 147 |
| HIT |
7919 |
| DATE |
2013-08-25 |
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“Mi amado Señor, entrego mi corazón a Ti”
Hermana Hyoyoung Kim (2da Misión de Jóvenes Adultos, Corea del Sur)
Mi madre y yo comenzamos a asistir a la Iglesia Manmin de Masán en marzo de 1992, cuando yo tenía tres años. Cuando estaba en el séptimo grado, fui transferida a la Iglesia Manmin de Gumi debido a algunas circunstancias familiares. He asistido a la iglesia desde una edad muy temprana, pero había llevado una vida de fe tibia.
Entré a la universidad en Yongin, provincia de Gyeonggi, a la edad de 20 años y desde entonces he asistido a la Iglesia Central Manmin en Seúl. Pensé que viviría una vida cristiana sincera estando en la Iglesia Central, pero solo lograba guardar el Día del Señor como día santo porque me quedaba en mi habitación.
No obstante, algo sorprendente ocurrió durante las vacaciones de verano del 2010, cuando yo tenía 21 años. Pensé: “No puedo seguir llevando este tipo de vida cristiana”. Entonces participé en el Retiro de Verano de Manmin después de ofrecer un ayuno de tres días. Derramé lágrimas en cada reunión del Retiro para el que me había preparado con lágrimas, y finalmente recibí la gracia que me llevó al arrepentimiento.
En ese momento, el gran amor de Dios el Creador vino a mi corazón y lamenté mucho haber llenado mi corazón con las cosas del mundo. Pude sentir el quebrantado corazón que Dios tenía al mirarme, y le dije: “Seguiré solo con mi mirada en Ti, Padre Dios. Anhelo llegar a ser parte del Comité de Artes Escénicas”. De hecho, jamás había pensado en convertirme en miembro del equipo de artes escénicas, así que esto me sorprendió mucho.
Aún más cuando recibí una llamada de parte del Coro Sonido de Luz, un día después del Retiro, en la que me invitaban a hacer una audición para ser parte del equipo. La Iglesia Central Manmin tiene un Comité de Artes Escénicas dirigido por la Pastora Heejin Lee, el que está compuesto por cinco coros, la Orquesta Nissi, 24 equipos de danza, alabanza, instrumentos musicales y solistas. Entre ellos, el Coro Sonido de Luz es muy amado por los miembros de la iglesia por sus alabanzas y danzas claras y puras.
Yo hice la audición y me convertí en miembro del equipo. Fue entonces cuando comencé a vivir una vida cristiana real. Me sentía muy feliz. Los artistas de Manmin tienen requerimientos tanto espirituales como físicos, así que es necesario que asistamos a la Reunión de oración de Daniel.
Hasta ese entonces yo no había logrado orar por más de diez minutos. Desde el momento que me convertí en miembro, asistí a la Reunión de oración de Daniel cada noche. Por muchos meses, yo no sentí el paso del tiempo durante la reunión ya que derramaba lágrimas mientras ofrecía mi oración de gratitud a Dios por aceptarme como alguien que elevaba alabanzas para Él y por darme la oración de arrepentimiento por mi pasado.
No tenía nada más que mi corazón para ofrecerle. Así que comencé a cambiar mi corazón al poner en práctica la Palabra que aprendía. Aun cuando una falsedad insignificante se pasaba por mi mente y trataba de encontrar raíces de maldad, lo consideraba como un atributo muy grande y malo en mi corazón y oraba para despojarme de él y alejarlo de mí.
Yo reduje mis palabras para poder cuidar de mis labios. Cuando la gente hablaba mal de los demás, salía del lugar o pensaba en otras cosas para no recordar la conversación. Cuando alguien señalaba mis deficiencias, pensaba en cuán estresada debió sentirse esa persona por mi culpa y decidía pedirle a Dios que me diera las fuerzas para mejorar.
Yo pensaba que no tenía celos ni envidias porque no me sentía incómoda cuando los demás tenían éxito en algo, pero me di cuenta de que si me siento descorazonada cuando hacen algo bien y yo no, esto también corresponde a los celos y envidias. Así que oré con más fervor y traté de amar y servir a los demás. Entonces mi punto de vista de las personas comenzó a cambiar. Llegué a ver a todos desde la perspectiva de Dios, y no desde la mía. A partir de entonces no pude seguir juzgando a los demás y simplemente miré a todos con buenos ojos.
Mientras tanto, escuché que había alcanzado el corazón de espíritu que Dios desea. No pude hacer nada más que derramar lágrimas después de escuchar esto. Me di cuenta del corazón de Dios y el amor del Señor a través del Pastor Principal Dr. Jaerock Lee, y admití que tenía maldad en mi corazón y oré sin cesar. Pero me fue dada una gran bendición. Doy gracias a mi amado pastor quien aprecia su redil más que su propia vida. Doy gracias y gloria también a Dios quien me ha amado, aunque no tengo nada que ofrecer. Él me ha dado la paz y la felicidad verdaderas y me ha bendecido con un corazón espiritual.
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