Diácono Junghwan Lee (Iglesia Manmin de Chuncheon, Corea del Sur)

En el mes de abril de 2003, mientras estaba yendo a la Universidad Keimyung en Daegu, había participado en el Concurso de Media Maratón en conmemoración de la Revolución de Abril. Pude terminar la carrera junto a mis amigos. Sin embargo, a la mañana siguiente, tal vez fue porque estaba muy cansado, algo raro me sucedió. No podía cerrar mis ojos ni mi boca.
El examen médico que me realicé reveló que tenía parálisis facial y que tenía que recibir tratamiento durante seis meses y que podría causar efectos secundarios tales como espasmos faciales. Mi madre, la Diaconisa mayor Sarang Shin, quien estaba asistiendo a la Iglesia Manmin de Pohang, me pidió que asistiera a la Reunión de Avivamiento de dos semanas consecutivas que se llevaría a cabo en la Iglesia Central Manmin en Seúl, junto a ella.
En la reunión vi a personas que habían nacido sordas o mudas llegar a escuchar y hablar; los ciegos pudieron ver, y aquellas que tenían problemas de la vista pudieron sacarse su lentes y ver bien por medio de la oración del Dr. Jaerock Lee. Además, fueron sanadas todo tipo de enfermedades y las personas que caminaban apoyándose en muletas pudieron pararse y caminar con normalidad.
Llegué a poseer fe de que realmente habría un milagro y que sería sanado, y asistí a las reuniones con afán. Personalmente he recibido abundante gracia por medio de los mensajes predicados. Mientras tanto, obtuve mayor comprensión en el amor de la cruz del Señor y me arrepentí completamente. Luego de esto, fui sanado de parálisis facial a través de la oración del Dr. Lee. Entonces, comencé a asistir a la Iglesia Manmin de Daegu aunque luego me distancié de la vida cristiana utilizando la excusa de mis estudios.
En el mes de 2007, obtuve un título de maestría en Ciencias Ambientales y estaba viviendo en la casa de mi hermano mayor, el Anciano Gwankyu Lee en Siheung, provincia de Gyeonggi para buscar un trabajo cerca de este sector. Mi madre estaba asistiendo a la Iglesia Central Manmin en Seúl, así que volví a la vida cristiana de manera natural. En ese momento, el Dr. Jaerock Lee predicó acerca del Cielo, por medio del cual llegué a tener fe y esperanza por el Cielo. Entonces comencé a asistir a todo tipo de servicio con dedicación y a orar en la Reunión de oración de Daniel.
En el mes de julio de 2007, mi hermano, el Anciano Lee fue nombrado profesor asistente en la Universidad de Kangwon, por lo que toda mi familia se trasladó a Chuncheon. Yo comencé a colaborar voluntariamente con varias responsabilidades en la Iglesia Manmin de Chuncheon.
En el año 2008, siguiendo el consejo del Anciano Lee, empecé un programa de doctorado en el Departamento de Arquitectura Paisajística de la Universidad de Kangwon. Con él he logrado alrededor de 50 proyectos y escribí unos 60 ensayos académicos. Entre ellos, siete ensayos aparecieron en revistas académicas nacionales y extranjeras.
Cuando estaba a punto de terminar la tesis doctoral en 2012, decidí hacer una pausa durante un semestre para dedicarme por completo a ayudar a la reubicación de la Iglesia Manmin de Chuncheon a un nuevo santuario y el evento por el 12.o aniversario. Por lo tanto, tuve que pasar nuevamente por los procedimientos tales como la revisión de documentos y presentación. No obstante, Dios me permitió pasar todos los exámenes y procedimientos de una manera próspera y obtuve mi doctorado en Arquitectura Paisajística en febrero de 2013.
El 5 de agosto de 2013, en reconocimiento a mis logros en la investigación durante mi programa de doctorado, fui bendecido para ser nombrado como profesor de investigación en el Centro de Investigación del Medio Ambiente afiliado a la Universidad de Kangwon. Se me pidió que proporcionar servicios de consultoría medioambiental por parte de las oficinas públicas, empresas privadas y las oficinas gubernamentales locales, lo cual me llevó a tener bendiciones financieras inesperadas.
Mi esposa, la Diaconisa Yungwook Lee también ha realizado diversas funciones como líder de la iglesia y lleva una vida cristiana feliz. Le doy gracias y gloria a Dios quien me ha conducido y bendecido tanto en lo espiritual como en lo material.