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| Noticias Manmin No. 160 |
| HIT |
7210 |
| DATE |
2014-03-09 |
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“La felicidad sobreabundó gracias a la palabra de vida y amor del pastor”
Anciano Enoch S. Lee (47 años de edad, Zona 2-11, Corea del Sur)
Un día, mi esposa, que iba a otra iglesia conmigo, dijo que quería asistir a una reunión de avivamiento en la Iglesia Central Manmin. Partió alrededor de las 18h00 para asistir a la quinta Reunión Especial de Avivamiento de dos semanas consecutivas que comenzó el 5 de mayo de 1997. Ella me dijo que regresaría cerca de la medianoche. No podía entender que la reunión que comenzaba a las 19h00 continuaría hasta después de las 23h00.
Así que, yo también salí de casa a las 19h00 con mi hija de dos años de edad. Cuando llegué allí, el Dr. Jaerock Lee estaba predicando el mensaje de “La Buena Voluntad de Dios”. Me conmovió el sermón que estaba basado únicamente en la Biblia. Me apresuré a volver a casa, y para mi sorpresa, su rostro seguía viniendo a mi mente muchas veces. En ese momento yo trabajaba para una academia privada. Pude administrar bien mi tiempo para poder asistir a las Reuniones de Avivamiento y recibir abundante gracia. Además pude dar ofrendas a Dios quien me dio mucha gracia. Después de que las reuniones de avivamiento terminaron, para devolver la gracia que había recibido de parte de Dios, empecé a trabajar voluntariamente para la iglesia. Cada mañana a las 08h00 iba a la iglesia y limpiaba el santuario con los obreros de la iglesia y regresaba a mi casa alrededor de las 13h00. Luego de eso, preparaba mis clases y me iba a trabajar por la tarde. Hice esto durante tres meses. Sin embargo, ya no podía seguir haciendo la limpieza durante las vacaciones de verano porque debía dar clases durante la mañana.
Mientras tanto, comencé a escuchar grabaciones de los sermones del Dr. Lee constantemente de camino al trabajo y a mi casa. Cada vez que aprendía algo nuevo, lo anotaba. Incluso cuando no podía asistir a la Reunión de oración de Daniel debido a las clases en la academia, iba a la iglesia y oraba hasta tarde en la noche. Estaba tan absorto en la Palabra de Dios que escuchaba los sermones incluso mientras toma una ducha. Mi confianza en el pastor también iba aumentando y comencé a anhelar poder estar en el santuario. Y con sinceridad quería hacer la obra del Señor. Mientras tanto, ayudé al anciano Alvin Hwang con sus clases de inglés en el Seminario Teológico. Con esto como una oportunidad, me convertí en un obrero levita (trabajador a tiempo completo de la iglesia) en agosto de 1998. Entonces, fui trasladado al Departamento de Traducciones en 2004. Yo estaba a cargo de traducir los sermones del Dr. Lee y entregarlos al mundo, así que me sentía muy feliz. No obstante, comencé a faltar a las reuniones de oración por estar muy enfocado en mi trabajo y luego comencé a trabajar y a dejar de orar.
Por último, perdí la llenura del Espíritu y me las arreglé para estar en los servicios de adoración en estado de somnolencia. Yo aprendía la Palabra de Dios mientras trabajaba, pero no había circuncidado mi corazón con la Palabra. Mi terquedad y mi fuerte insistencia lastimaban los sentimientos de las personas a mi alrededor y les hacía derramar lágrimas. No me había dado cuenta de cuán inapropiadas eran mis acciones en el santuario. Pensé que tenía que hablar con ellos acerca de sus defectos para que pudieran trabajar de una manera que yo consideraba razonable y justa.
El 25 de diciembre de 2010, los miembros de Manmin tuvimos la oportunidad de examinar nuestra fe correctamente en el sincero fluir del espíritu. Es decir, fuimos testigos del amor del Pastor Principal Dr. Lee, quien tomó nuestros pecados en nombre de nosotros y pagó el precio con todo su corazón y su cuerpo por nosotros.
También empecé a sentir su amor y me arrepentí por no haber obedecido. Me esforcé en gran manera para arrepentirme ya que no había circuncidado mi corazón a pesar de que había escuchado la Palabra de Dios durante mucho tiempo y aprendido muchas cosas como obrero levita. Con la gracia de Dios y el amor del pastor, recibí el corazón del espíritu en diciembre de 2013.
En este año 2014, estoy trabajando fielmente como un anciano de esta preciosa iglesia, que está cumpliendo con la providencia para los tiempos finales, como Presidente de la Asociación de hombres líderes de células y como Director General del Departamento de Traducción. Dios también bendijo a mi familia. Mi única hija, la hermana Hanbin Lee, también alcanzó el corazón del espíritu y trabaja como Vicepresidente de la 1.a Misión de Jóvenes Adultos. Mi esposa, la Diaconisa Jungryeol Hong, trabaja como profesora del Preescolar Manmin y como Vicepresidente de la Asociación de profesores de la Escuela Dominical de niños. Todo estamos dirigiéndonos hacia la Nueva Jerusalén. Doy gracias y gloria a Dios quien me ha dado el precioso deber de poder compartir el Evangelio de la Santidad a todo el mundo y también me ha dado tanto amor y gracia.
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