| |
| Noticias Manmin No. 163 |
| HIT |
7249 |
| DATE |
2014-04-27 |
|
|
“Nuestra familia está tan feliz de alcanzar el hermoso corazón del Señor”
Diácono Justin J. Ju junto a su familia (Edad 41, Zona 1-3 en Corea del Sur)
En el año 2013, mi hija Boeun me mostró un folleto de su escuela. Enseñaba a los estudiantes y a sus padres qué palabras los niños no quieren oír de sus padres y lo que no quieren escuchar de parte de ellos.
Existen cuatro categorías de palabras que los niños no quieren escuchar de sus padres: las palabras que los ignoran a ellos, las palabras que los comparan a sus amigos, hablar acerca de sus calificaciones académicas y los regaños. También había 25 ejemplos específicos, tales como: “¡Eres inteligente, pero no te esfuerzas!” “¡Qué sucede con tus calificaciones!” “Si vas a hacerlo de esa manera, simplemente déjalo!” y “¡limpia tu habitación!”
Mi hija me dijo que le había dicho a sus amigos que sus padres no le decían esas palabras, pero sus amigos no lo creyeron. Ella se sentía orgullosa de nosotros, yo me sentía muy agradecido. Esto fue posible gracias a las enseñanzas del Pastor Principal Dr. Jaerock Lee que han mostrado un gran ejemplo y nos han llevado a vivir en la verdad.
Mi esposa y yo nos registramos en la Iglesia Central Manmin en el mes de octubre de 2000. Me he convertido en un miembro del Coro Peniel y ella se ha convertido en un miembro del Coro de la Perla del Comité de Artes Escénicas.
En marzo de 2007, tuve la bendición de dedicarme a la obra del Señor como un trabajador levita (trabajador a tiempo completo de la iglesia). Me pusieron a cargo de las obras en el extranjero y llegué a darme cuenta del valor del ministerio del Dr. Lee que entrega el mensaje de vida y manifiesta señales, prodigios y obras poderosas. Yo he grabado sus palabras de que tengo que ser santificado si quiero llegar a ser un obrero que hace la voluntad de Dios.
Luego de adorar en espíritu y en verdad durante el servicio de adoración, guardo los sermones en mi corazón y me esfuerzo por obedecer las palabras. Escuché sus sermones ‘El Capítulo del Amor’, ‘Las Bienaventuranzas’, ‘Los Nueve Frutos del Espíritu’ y ‘Bondad’ repetidamente. Además leo los libros y tomo notas de ellos.
También, oro cada noche en la Reunión de oración de Daniel con los resúmenes de los sermones en mi corazón. Pensé que si yo oraba por más tiempo, ayunaba y me esforzaba, entonces alcanzaría la fe y la bondad de los padres de la fe.
No obstante, he llegado a darme cuenta que la fe crece no por mis propias fuerzas, sino que Dios me da la fe en la medida que me despojo del pecado y la maldad y sigo la bondad. Tras darme cuenta de esto, he recibido la gracia y el amor que me permite guardar y practicar la Palabra de Dios. En la calle, así como durante los servicios de adoración y el tiempo de oración, llegué a sentir el delicado amor de Dios.
Incluso cuando fui voluntario para Su reino, el Dios de amor me ha dado abundante gracia y me ha permitido pensar: ¿Y si el Señor iba a hacerlo? Me sentí tan agradecido todos los días porque mi corazón late, respiro, me imagino el grande y profundo amor de Dios mirando hacia el cielo, y puedo escuchar la palabra de vida.
En la primavera de 2013, cuando vi el agua en lo alto de la superficie de las ramas sin hojas, el amor de Dios, el Señor y el pastor me invadió con gran emoción. Yo solía ser como una rama sin hojas. No obstante, Dios envió al Señor y al Espíritu por alguien como yo, y me ha provisto con toda Su esencia para que pudiera crecer bien con Dios. Él hizo que tuviera eso presente y permitió que sintiera Su amor.
Me di cuenta de que a pesar de que he recibido tanto amor todavía tenía ego, arrogancia y mis propios criterios. Juzgué a los demás por mi educación y mi conocimiento. Y existía malestar en mi corazón. Me arrepentí de todo ello por completo. Oré desde mi corazón y traté de esforzarme más para alcanzar la bondad y el amor del Señor.
En mayo de 2013, fui finalmente bendecido de tener el corazón del espíritu. La Diaconisa Miyoung Do, mi esposa, también alcanzó el corazón del espíritu a finales de diciembre de 2013, y ella trabaja para el Señor como administradora de la Asociación de Líderes de Sub-distrito de Mujeres. Mi esposa y yo trabajaremos fielmente con nuestras vidas por el ministerio de Manmin como buenos soldados de Cristo en este tiempo final. Le doy todo el agradecimiento y gloria a Dios.
|
|
|