El Anciano Lee y su esposa, la Diaconisa Jungeun Ahn

Anciano Hosang Lee (46 años) Zona 5

Participé del retiro de verano de la iglesia realizado en una base militar en febrero de 1992. Ahí experimenté al Espíritu Santo y conocí al Señor. En octubre, durante la transición entre la armada y el regreso a la universidad, trabajé a medio tiempo en un centro comercial. Ahí llegué a conocer acerca de la Misión Luz y Sal de la Iglesia Central Manmin, la que consta de personas que trabajan los domingos. Al siguiente mes comencé a asistir a la iglesia. El mensaje del Pastor Principal Dr. Jaerock Lee era limpio y fácil de entender; yo recibí mucha gracia. También experimenté la obra poderosa que borró el dolor de mis ojos, aunque había padecido este dolor desde temprano en mi juventud. Fui sanado por completo y eso avivó el fuego de mi vida como creyente.

En septiembre de 1997 comencé a trabajar para el Departamento Editorial a cargo de las publicaciones de la Iglesia Central Manmin. Me sentía muy feliz y agradecido de poder trabajar en el templo de Dios. En 1999 enfrentamos una dificultad en la distribución de los libros del Dr. Lee en las librerías debido a que una radiodifusora transmitió un mensaje falso acerca de la iglesia. Yo me enlisté voluntariamente como parte del equipo de distribución, circulación y venta de libros. Visité cada área de Corea del Sur y le hablé a la gente acerca de la vida del Pastor Principal quien vive únicamente de acuerdo a la Palabra de Dios, demostrando al Dios vivo y a Jesucristo por medio de señales y maravillas y obras poderosas, para llevar a muchos ante el Señor. Entonces los corazones fueron renovados y obtuve contratos con muchas librerías nuevas.

En el 2007 el Equipo de ventas fue separado del Departamento Editorial y pasó a ser parte de Libros Urim. Ahora pertenecía a Libros Urim, pero me sentía aislado mientras trabajaba, y con ciertas limitaciones. Por ende, me volví despreocupado de la obra de Dios. Comencé a aceptar las cosas del mundo y no oraba con la llenura del Espíritu Santo. En marzo de 2009 me casé y pareció que fui feliz por un instante. Pero una vez más me desanimé porque mi corazón no estaba lleno con el Espíritu Santo. Una noche tuve un sueño en el que me veía en el Infierno. Me sentí tan impactado que salté de mi cama. Me di cuenta de que ser un obrero levita (un obrero de la iglesia a tiempo completo) no me había dado la certeza de la salvación, y me arrepentí por ello. Desde entonces comencé a vivir según la Palabra de Dios.

En junio de 2012 cometí un error en la planificación y establecimiento del puesto de ventas de Libros Urim en la Feria Intl. del Libro en Seúl; ocurrió algo en contra de la voluntad de Dios. Esto causó que descubriera mis faltas y decidí convertirme en un fruto de verdadero arrepentimiento.

En el otoño de 2012 me arrepentí de corazón por haber sido renovado con tanta lentitud en la Reunión especial de oración de Daniel y oré para alcanzar el corazón del espíritu.

Me esforcé por pararme en la roca de la fe primero. Hice todo lo posible para desechar el mal carácter, la inconformidad, el juicio y condenación, y para alcanzar la bondad, para entender a los demás, y para ver todo con bondad.

También llevé un diario de gratitud y arrepentimiento en el que escribí las razones por las que agradecí al meditar al final de cada día, así como las cosas por las que me arrepentí. Haciendo esto logré comunicarme con Dios y pude sentir Su amor. Como maestro de los estudiantes de Escuela Dominical, procuré poner en práctica la Palabra antes de enseñarla, tal como lo indica el libro de estudio bíblico La medida de la fe. Luego me sentí recompensado y llegué a tener confianza. En diciembre de 2012 alcancé el nivel de estar parado sobre la roca de la fe.

En el 2014 me convertí en Presidente de la Asociación de Maestros de Escuela Dominical. Al ver tantos tipos de estudiantes, pensé: Dios, Señor y mi Pastor Principal esperaron pacientemente por mí e incluso abrieron un camino cuando yo no vivía fielmente por la Palabra. Pude comprenderlos y amarlos. Incluso aprendí de los estudiantes.

También, como obrero levita, pongo la obra de Dios como una prioridad y me esfuerzo mucho. Luego, en abril de 2014, logré alcanzar el corazón del espíritu. En el 2015 estoy trabajando como líder

Anhelo que todas las almas de todas las naciones obtengan los preciosos libros del Dr. Lee y que los lean. Esta es la razón por la que estoy trabajando, y lo seguiré haciendo. Doy todas las gracias y gloria a Dios quien ha logrado la providencia para Manmin.