Hermano Sanu Lama (48 años), Centro Misionero Manmin de Nepal

Mi esposa tenía un problema en su útero, por lo que, aunque quedaba embarazada, no podía dar a luz. Había sufrido dos abortos naturales, por lo que sentíamos pesar. Sin embargo, anhelábamos tener un bebé. En diciembre de 2012 mi esposa sintió síntomas anormales, por lo que acudió al hospital y se enteró que estaba embarazada. Además recibió la grata noticia de que serían gemelos. No obstante, el médico alertó que ella y los bebés estaban ante peligro de muerte y que por lo tanto debía abortar.

Yo escogí perder a los bebés para salvar la vida de mi esposa, pero ella dijo que no se daría por vencida porque el Pastor Principal Dr. Jaerock Lee había orado por ella durante tres días consecutivos en uno de sus sueños. Entonces yo también decidí que los tendríamos por fe y compartí la noticia con la Pastora Grace Lee.

Ella sembró fe en nosotros, diciendo: «Encomienden todo a Dios quien todo lo sabe; Él los guiará de la mejor manera». También me aconsejo que enviara una petición de oración a la Iglesia Central Manmin y recibiéramos la oración que trasciende el espacio y el tiempo.

En ese momento mi esposa estaba en el cuarto mes de embarazo pero aún no había sentido movimientos fetales. En febrero de 2014, durante el Servicio dominical, el Pastor Principal oró por nosotros desde el altar. Recibimos la oración y la Pastora Grace Lee colocó el pañuelo sobre el cual había orando el Pastor Principal sobre el abdomen de mi esposa (Hechos 19:11-12). Recibimos la oración juntos. De manera sorprendente, los bebés comenzaron a moverse y pudimos sentirlos. ¡Aleluya!

Mi esposa padecía de toxemia, pero gracias a esta obra de Dios ella la superó con gratitud. Recibimos la oración del Pastor Principal cada servicio y en cada Reunión de oración de Daniel. En julio 2013 ella se encontraba en el noveno mes de embarazo.

El médico indicó que ella podría sufrir una hemorragia durante el parto y que necesitaría una transfusión de sangre. Dijo también que los gemelos pesarían tan solo 1 kg. y que ese era un peso muy por debajo de lo normal. Él me dijo que yo debía renunciar a los gemelos o a mi esposa y además nos pidió que fuéramos a otro hospital si deseábamos tener los bebés. No obstante, mantuvimos nuestra fe, recibimos la oración del Pastor Principal y bebimos el Agua Dulce de Muan (Éxodo 15:25).

Una semana después fuimos a otro hospital donde examinaron el peso de los bebés. Ellos pesaban 2 kg. cada uno y dijeron que mi esposa no necesitaría una transfusión. ¡Aleluya!

El 6 de agosto de 2013 mi esposa dio a luz a dos hermosas nenas. Mis hijas están saludables y mi esposa también. Esto no podría haber ocurrido según la mano del hombre, pero Dios el Todopoderoso hizo un milagro para nosotros. Agradezco al Señor quien nos envió dos ángeles, y agradezco al Pastor Principal por sus oraciones con el poder de Dios.