Hermana Busaba Anurakwatanakun (34 años), Iglesia Manmin Chiang Rai de Tailandia


En octubre de 2014 comencé a asistir a la Iglesia Manmin de Chiang Rai. Nos unimos a los servicios de adoración de la Iglesia Central Manmin a través de la transmisión en directo de GCN (www.gcntv.org). Aunque yo había asistido a la iglesia desde que era pequeña, yo no conocía el significado espiritual de la Palabra. Pero aquí en la Iglesia Manmin, aprendí la buena voluntad de Dios impregnada en guardar el día de reposo, dar los diezmos y los Diez Mandamientos. También oré en la Reunión de Oración de Daniel cada noche sin cesar. Luego me sentí muy feliz de llevar una vida cristiana.

En un domingo de noviembre de 2015, fui sanada de cefalea crónica que me había molestado durante diez años y un dolor de espalda que tuve durante 14 años mediante la oración del Dr. Jaerock Lee por los enfermos durante el servicio dominical. De hecho, me hubiera gustado estar sola sin hablar y tenía un montón de pensamientos. Constantemente era lastimada. Pero luego de ir a la Iglesia Manmin, fui renovada y ahora evangelizo a mis vecinos y familiares cada vez que dispongo de tiempo.

También llevé a mi hijo y a mi madre a la iglesia y llevamos nuestra vida cristiana juntos. Estoy agradecida. Mi hijo salió igual a mí. Era una persona un poco introvertida. Era egoísta y no tenía interés en las demás personas. Ahora él es una persona activa. Él proclama el evangelio con valentía de pueblo en pueblo alrededor de la iglesia. Mi hijo ora en la Reunión de Oración de Daniel y es voluntario para arreglar el santuario antes de los servicios.

En mayo de 2015, la Rev. Heesun Lee, Pastora Guía Mundial de Manmin, dirigió la reunión de sanidad con el pañuelo (Hechos 19:11-12). Ella oró por mí con el pañuelo sobre el cual el Dr. Lee había orado y me sanó de útero frío y leucorrea que tuve durante 13 años.

En agosto de 2015, fui a la Iglesia Central Manmin en Seúl para participar en el Retiro de Verano Manmin. Pude estar llena de esperanza por el Cielo. El momento que estreché la mano con el Dr. Lee, gané un anhelo de desechar todas las formas del mal y la confianza de que podía ser renovada. Adicionalmente, experimenté muchas señales, prodigios y obras poderosas, como por ejemplo las libélulas, arco iris, y los vientos celestiales. Esto causó que mi fe incrementara. ¡Aleluya!