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| Noticias Manmin No. 212 |
| HIT |
6235 |
| DATE |
2016-05-08 |
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Los milagros bíblicos aún ocurren en la actualidad
«Jehová te bendiga, y te guarde; Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz» (Números 6:24-26). Dios desea dar a Sus hijos solo cosas buenas. A continuación algunos testimonios de Corea y el mundo.
«Fui sanado de hemiparesia después de tomar su mano»
Hermano Johan Edward Mamusung (66 años), Indonesia
En enero de 2013, cierta mañana encontré que no podía mover mi brazo izquierdo. Con el tiempo tampoco pude mover mi pierna izquierda. Acudí al hospital y me dijeron que yo había sufrido una aploplejía, lo que causaba la parálisis del lado izquierdo de mi cuerpo. Estuve en el hospital por tres semanas recibiendo tratamiento. Cuando salí tomé medicamentos y recibí terapia física. No obstante, aún no podía mover mi brazo izquierdo y no podía caminar con naturalidad. Tenía dificultad al respirar cuando subía las escaleras.
En agosto de 2015 mi esposa y yo visitamos a nuestra hija que vive en Corea del Sur. Mi yerno asiste a la iglesia Central Manmin; él pidió a mi hija que nos invitara al Retiro de Verano Manmin. Durante el retiro mi esposa fue sanada repentinamente del dolor que había sentido tras una cirugía de fibroadenomas. Cuando vi su experiencia, llegué a sentir anhelo por ser sanado de mi enfermedad ante Dios.
En enero de 2016 mi esposa y yo regresamos a Corea. Escuché la buena noticia de que el Pastor Principal Dr. Jaerock Lee iría a la iglesia luego de estar en su casa de oración en la montaña, para reunirse y compartir con los miembros de la iglesia. Antes de la reunión yo me preparé asistiendo a la reunión de Sanidad Divina en el Centro de Oración Manmin por una semana, y orando con fe para recibir la sanidad.
El día llegó. El 7 de febrero fui a la iglesia para reunirme con él y escuchar su mensaje. Él dijo que si vivimos según la Palabra de Dios escrita en la Biblia podemos tener paz y bendiciones, sin nada de pobreza, enfermedades y desastres. Mediante esto recibí abundante gracia. También recibí su oración y tomé la mano del Dr. Lee. En ese mismo instante mi brazo y mi pierna izquierda comenzaron a moverse.
Doy todas las gracias y gloria a Dios quien me sanó y también al Pastor Principal Dr. Lee por sus oraciones por mí. ¡Aleluya!
No se observa señales de infarto cerebral.
«Logré escuchar con mis dos oídos»
Diaconisa Nakajima Chihoe (71 años), Iglesia Manmin de Iida (Japón)
En noviembre de 2015 yo sentí dolor en mis oídos. Luego comenzó a salir pus de mis oídos y casi perdí la habilidad de escuchar. En el hospital me dijeron que se trataba de una otitis media. Tomé medicamentos y me dieron un tratamiento para sacar el pus de mis oídos. Aun así, no podía escuchar bien. No podía entender el sermón durante los servicios de adoración. Me sentí desalentada y triste.
Comencé a meditar en mi vida y a preguntarme por qué me estaba sucediendo esto. A medida que oraba ofreciendo un ayuno de mis desayunos, me di cuenta de que no había guardado la paz con mi hija y las malas acciones que había tenido con mis padres vinieron a mi mente. Me arrepentí y oré con fervor y recibí la oración con el pañuelo por parte del Pastor Seungkil Ryu (Hechos 19:11-12). Luego de eso comencé a escuchar mejor.
El 27 de febrero la Rev. Heesun Lee, Pastora Guía Mundial de Manmin, visitó nuestra iglesia para celebrar el servicio del 22.o aniversario. Yo recibí la oración con su pañuelo. En ese instante sentí que algo salió de mis oídos y llegué a escuchar bien con ambos oídos.
Siento como si estuviera viviendo en un mundo nuevo. ¡Aleluya! Doy gracias al Señor porque me sanó.
«Después de registrarme en la iglesia fui sanado de trastorno de tic crónico»
Hermano Patrick Leungheu con su esposa (48 años), Iglesia Manmin de Henao (Bélgica)
Yo padecía de un trastorno desde que era un bebé. Cuando el problema empeoró, mi hombro caía y yo movía la cabeza cada ciertos segundos.
Cuando era pequeño los síntomas empeoraban a veces. A medida que estos empeoraban, a veces me ataban a la cama para poder dormir. Probé diversos tratamientos médicos y varios medicamentos, pero nada funcionó. Cuando entré a la escuela primaria dejé de tomar medicamentos. Desde entonces, por casi 40 años, he vivido con este trastorno nervioso. Por causa de este trastorno, yo perdí la confianza en mí mismo y me sentía incómodo en medio de otras personas.
En febrero del 2014 uno de los miembros de la Iglesia Manmin de Henao que predicaba el evangelio en las calles me invitó a la iglesia. Ahí aprendí la Palabra de Dios y escuché acerca de las muchas obras de Dios, incluyendo la sanidad de muchas enfermedades. Entonces obtuve la fe de que yo también podía ser sanado. Comencé a analizarme a mí mismo a través de los sermones y la Reunión de oración de Daniel. Descubrí que guardaba resentimientos hacia mi familia, así que me arrepentí por completo.
El 14 de febrero de 2016 se realizó la Reunión de Sanidad con el Pañuelo en la iglesia. Yo asistí con mucho anhelo. Cuando recibí la oración por parte de la pastora Christina Roh comencé a traspirar mucho y todo mi cuerpo quedó mojado. Después de esto no volví a sacudir mi cabeza ni mis hombros. Finalmente fui sanado del trastorno de tic crónico con el que había vivido toda mi vida. ¡Aleluya!
Pañuelo de poder
Las extraordinarias obras registradas en Hechos 19:11-12 ocurrieron en todo el mundo, y ocurren incluso en la actualidad. Cuando los pastores y obreros de Manmin oran con el pañuelo de poder sobre las personas, sus varios tipos de enfermedades y debilidades se sanan y vuelven a la normalidad. Además reciben las respuestas a sus oraciones. Tales obras han demostrado la autenticidad de la Biblia, y glorifican a Dios.
«Como el ciervo clama por las aguas, así clamaba yo por una iglesia bíblica»
Pastora Youngran Park (50 años), Zona 3, (Corea del Sur)
Yo conocí a Dios durante mi tiempo en la universidad. Cierto día, mientras oraba, recibí la visión de hacer obra misionera. Viajé a los Estados Unidos y terminé una maestría en teología pastoral en la Graduate Theological Union en Berkeley. En el 2008 fui ordenada en una iglesia independiente y llevé a cabo el ministerio por siete años.
San Francisco, la ciudad donde ejercía el ministerio, es la cuna de la cultura hippie. Las iglesias de la ciudad enfrentaban problemas por causa del humanismo y el pluralismo religioso. La ciudad incluso tiene sectores específicos para homosexuales y lesbianas. En lo espiritual, este es un campo de batalla. Con el tiempo comencé a sentir sed espiritual.
La Biblia habla sobre las obras poderosas, las señales y prodigios, y el poder del Espíritu Santo. ¿Por qué aquellas señales que la Biblia clasifica como las que «siguen a los que creen» no siguen a innumerables pastores del mundo moderno? Me pregunté esto y sentí como si estuviera viviendo en una era de oscuridad espiritual.
Mientras tanto, por casualidad escuché hablar acerca de los sermones del Dr. Jaerock Lee. Cuando escuché sus mensajes me arrepentí de corazón y me sentí renovada espiritualmente, como si hubiera limpiado toda impureza de mi cuerpo. Desde diciembre de 2013 yo escucho sus mensajes cada día. Estos me llevan al arrepentimiento. Me emociona escuchar mensajes que explican con claridad los pasajes que suelen ser difíciles de entender.
Cuando vi el video de la Cruzada Unida India 2002 dirigida por el Dr. Lee, la cual reunió a más de tres millones de personas, me asombré cuando vi las obras poderosas del Espíritu Santo tomando lugar.
En un sermón el Dr. Lee dijo que él invierte muy poco tiempo durmiendo y más tiempo orando con sinceridad para que su rebaño no caiga en el Infierno. Entonces me pregunté cuánto amor había sentido yo por mi rebaño y oré completamente arrepentida.
Mi amor por Dios y por las almas se ha hecho mayor y más profundo, y la esperanza por la Nueva Jerusalén que había sido tan superficial llegó a ser vívida y enfocada.
También comprendí que la tarea principal de los pastores es la de alcanzar un corazón santificado, alejándose de los programas de la iglesia humanista. Únicamente cuando esto suceda podremos recibir el poder del Espíritu Santo y predicar acerca de Jesucristo de una manera bíblica.
Entonces tomé la firme decisión de alcanzar la santificación por encima de todo, y en febrero de 2015, durante mi año sabático, yo fui a Corea con mi esposo, el misionero Daehyun Kyung. Experimenté y pude ver obras sorprendentes del poder de Dios y recuperé mi espiritualidad por medio de la Palabra de Dios y la oración. Ahora me estoy preparando para llegar a ser una vasija apropiada ante los ojos de Dios.
Doy todas las gracias y gloria a Dios quien me guió hasta la Iglesia Central Manmin que está llena del poder de bondad y el poder del Espíritu Santo. ¡Aleluya!
«Estuve a punto de perder la vida por causa del absceso del psoas, pero fui sanado»
Diácono Chungheon Han (37 años), Zona 1 (Corea del Sur)
En enero de 2015 comencé a sentir un fuerte dolor mientras trabajaba. Acudí al hospital donde me hicieron varias radiografías y resonancia magnética. Los resultados mostraban que yo padecía de una inflamación en el disco, la cual causaba problemas en mis músculos y huesos.
Dado que yo he sido miembro de Manmin desde temprano en mi niñez, he sido testigo de numerosas obras de sanidad manifestadas a través del Pastor Principal Dr. Jaerock Lee. También experimenté el poder cuando las piezas fracturadas de mi tarso derecho no se habían unido correctamente. Yo recibí la oración y las piezas se unieron bien. Así que esta vez no me preocupé y pensé que me pondría mejor.
Sin embargo, síntomas extraños comenzaron a presentarse. En abril comencé a perder peso y tuve serios problemas para conciliar el sueño. Mi rostro estaba inflamado y el dolor de espalda se volvió muy fuerte. Mi estómago se hacía cada vez más grande y sentía dolor en mi abdomen.
En noviembre de 2015 me diagnosticaron un absceso del psoas en el músculo superior interno. Mi médico indicó que en mi abdomen había un absceso bastante grande. Este causaba problemas en mi disco y los músculos alrededor de mi columna se estaban derritiendo. Él añadió que si no me despojaba de aquel absceso de inmediato, su bolsa se rompería y me causaría una peritonitis. Además dijo que el absceso era tan grande que estaban poniendo en peligro mi vida.
Yo me sentí muy agradecido, más que temeroso, y comencé a examinar mi vida cristiana. Me sometí al proceso de la cirugía para extirpar aquel absceso de la parte derecha de mi abdomen. Este se removía en partes: entre 100 cc y 500 cc por día. Pasé por este proceso durante ocho días y me sacaron alrededor de 1.800 cc de absceso. Tres días más tarde me hicieron otra resonancia que mostraba que el absceso del psoas derecho casi había sido extraído totalmente, pero el absceso del lado izquierdo todavía estaba ahí. El médico me indicó que regresara dos días después para extirpar el resto.
El 29 de noviembre, por medio de la Palabra de Dios, comprendí que Él deseaba que yo renovara mi vida de creyente, y sentí Su amor. Me arrepentí de corazón porque mi fervor se había enfriado y me volví indeciso a pesar de que trabajaba fielmente como obrero a tiempo completo. Entonces recibí la oración con el pañuelo por parte de la Presidenta del Centro de Oración Manmin, la Pastora Boknim Lee (Hechos 19:11-12).
Al siguiente día fui al hospital para la cirugía que extirparía el absceso del lado izquierdo, pero no salió nada. Mi médico indicó que algo parecía haber salido mal, así que el 3 de diciembre me hicieron nuevas radiografías y otra resonancia magnética. Mientras revisaba los resultados, el médico movió su cabeza, y dijo: «¿Por qué no está ahí el absceso?» Fui sanado de un absceso de psoas por completo gracias a la oración con el pañuelo. Después de esto me recuperé con rapidez y volví a ganar peso. Ahora estoy muy saludable. ¡Aleluya!
Es una verdadera bendición poder vivir mi vida de creyente en esta preciosa iglesia. Doy todas las gracias y gloria a Dios quien me animó a que mi vida fuera renovada y me sanó de todas mis enfermedades.
Antes de la oración: Absceso grande, de 6-7 cm, en ambos psoas
Después de la oración: Ningún absceso
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