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| Noticias Manmin No. 214 |
| HIT |
5305 |
| DATE |
2016-06-12 |
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«¡Mi familia se ha renovado gracias a la Palabra de vida!»
Diaconisa mayor Myeongyim Lee (49 años), Iglesia Manmin de Gwangju Diaconisa mayor Myeongyim Lee (segunda línea, derecha) junto a su familia Su esposo, el Anciano Kwangwook Kwon (segunda línea, izquierda), sus hijos Sion (detrás del padre), Jihun (derecha) y Jinju
En mayo de 1987 yo cumplí 20 años y fui a una iglesia por primera vez gracias a la invitación de un compañero de trabajo. Yo comencé a estudiar la Biblia, obtuve la certeza de que Dios está vivo y sentí gratitud por la gracia de la salvación. También empecé a trabajar fielmente para el Señor.
Yo tenía deseo de la Palabra de vida, así que la leía varias veces, pero había muchas partes de ella que no comprendía. Yo en verdad anhelaba entenderlas. Entonces comencé a buscar una iglesia que practicara las enseñanzas bíblicas y manifestara el poder del Espíritu Santo.
En agosto de 2015 por casualidad vi un video clip del estudio de Apocalipsis dirigido por el Dr. Jaerock Lee. De manera sorprendente, yo pude obtener la respuesta a varias de mis interrogantes. Luego vi también el video clip de los estudios de Génesis, y el mensaje me conmovió en gran manera.
Cierta noche, tuve un sueño. El Dr. Lee apareció en mi sueño y dijo con una voz suave y apacible: «¿Es un poco difícil, verdad?» Este sueño me aseguró que el mensaje es la Palabra de vida que Dios ha otorgado.
Después de esto vi los sermones del Dr. Lee en video, de los temas Cielo e Infierno, junto a mi esposo, el Anciano Kwangwook Kwon. Mi esposo también estuvo complacido y emocionado al recibir las respuestas a nuestras interrogantes a través de los mensajes. A medida que escuchaba más mensajes, llegué a convencerme de ellos; estos me agradaban tanto que incluso los escuchaba mientras dormía.
Más adelante escuché que había una iglesia filial de Manmin en Gwangju, así que visité la iglesia. Durante el servicio de adoración pude sentir la fragancia de Cristo de parte de los miembros, así como su pasión por vivir de acuerdo a la Palabra de Dios.
Asimismo, yo deseaba arrebatar el Cielo con fuerza junto a mi familia en el espacio del pastor quien ama a Dios y a las almas con su vida. El 13 de diciembre de 2015, doce miembros de mi familia, lo que incluye a mis suegros, mi madre, mi hermano y mi hermana finalmente se registraron en la iglesia. ¡Aleluya!
Ahora estoy llena del Espíritu Santo y feliz como un pez en el agua. Además los miembros de mi familia han experimentado el poder de Dios, lo cual me causa todavía más felicidad.
Mi suegro, el señor Sangki Kwon, sufría de artritis degenerativa. Él había acudido a muchos hospitales para recibir tratamientos, pero nada había funcionado. Mi madre, la señora Bongsoon Yang, padecía de dolor en su brazo izquierdo, pero tras recibir la oración con el pañuelo (Hechos 19:11-12) se sanó por completo. Mi hermano mayor, Jaeyoung Lee, tenía dolor en su coxis causado por una caída en su moto. Él tuvo el dolor por varios meses, pero luego de recibir la oración, fue sanado de inmediato.
Y lo más sorprendente de todo es la renovación de mis hijos. Tengo tres hijos: Sion (22 años), Jihun (20 años) y Jinju (16 años). Los domingos por la mañana solíamos despertarlos porque ellos no lo hacían por sí solos. Sin embargo, ahora ellos están listos incluso antes que nosotros y nos piden que nos apresuremos porque no quieren llegar tarde al servicio. Ellos solían orar en silencio por un tiempo corto, pero ahora asisten a la reunión de oración de Daniel cada noche. Claman en oración, ayunan y ofrecen servicios de adoración con alegría.
Han abandonado los juegos computarizados y se dedican a leer los libros del Dr. Lee mientras sienten el amor de Dios. Yo me siento muy agradecida a Dios. Mi esposo y yo a veces pensamos en cómo llegaron a renovarse de ese modo.
Yo fui invitada a esta iglesia y tuve un encuentro con el Dios vivo. Ahora los miembros de mi familia viven con esperanza por la Nueva Jerusalén. Doy todas las gracias y gloria a Dios quien nos ha bendecido con inmenso amor y gracia.
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