Diaconisa Soonja Cho, Naples, Florida (EE. UU.)

En el año 2014 vi un sermón a través de YouTube. Se titulaba «Infierno». Recibí mucha gracia del mensaje que corresponde precisamente a la Biblia. Me preguntaba qué iglesia era esta y quién era el pastor. Él era el Pastor Principal de la Iglesia Central Manmin.

En la página web de la Iglesia (www.manmin.org) encontré cientos de sermones que había predicado el Pastor Principal, el Dr. Jaerock Lee. Mientras yo los estaba escuchando, pensé, está predicando solo la verdad. Así que continué escuchando sus mensajes. Él respondió todas las preguntas que siempre habían pasado por mi mente. Me sentía muy feliz.

Yo solía padecer de infecciones de los senos paranasales y tomaba antibióticos muchas veces cada año. Pero fui sanada gracias a la oración por los enfermos del Pastor Principal. Gracias a sus sermones, me di cuenta por qué me encontraba en aflicción espiritual. Me había vuelto arrogante con mi personal en el lugar de trabajo. Me arrepentí de eso y el Espíritu Santo llenó mi corazón. Mientras mi alma más prosperaba, más bendición recibí en mi lugar de trabajo.

Me uní a los servicios de adoración de Manmin y a las reuniones de oración de Daniel a través de GCN. Los mensajes del Pastor han cambiado mi vida entera, y he predicado sobre él y sobre Manmin en todas partes.

He compartido los sermones del Dr. Lee con personas en varias reuniones cristianas y les han gustado mucho. Cuando vi que se sentían felices con los mensajes espirituales, me sentí feliz también. A las personas les agradan sus libros, sobre todo, El Mensaje de la Cruz, La Medida de Fe y La Ley de Dios.

A principios de septiembre del 2017, me sentí aún más agradecida por ser miembro de Manmin. Fue porque yo fui protegida del extremadamente poderoso huracán Irma. El informe de noticias anunció una advertencia a las personas en Nápoles, donde yo vivo, porque se esperaba que el huracán Irma pasara a través de mi ciudad. Ellos nos advirtieron seriamente a evacuar.

Muchas personas nos dijeron que nos fuéramos de casa porque hay un canal detrás de ella, pero el Pastor Principal había orado por nosotros y yo creí que estaríamos protegidos. Me quedé en casa, tranquila. Normalmente, el agua se desborda del canal después de la lluvia, pero en el canal detrás de mi casa, el agua disminuyó. ¡Esto fue algo asombroso! También he oído que la gente que vive a 30 minutos de distancia de mi hogar tuvo que movilizarse en barcas por causa de las inundaciones. Esto me dio la certeza de la protección que tengo en el espacio del pastor.

Si no hubiera conocido al Pastor Principal, aunque lo hubiera leído muchas veces, yo no podría haber comprendido los significados espirituales inmersos en los pasajes de la Biblia. Me habría ido en la dirección incorrecta, sin encontrar la falsedad en mí. Doy todas las gracias y la gloria a Dios quien me ha dado una nueva vida.