Pastora Yao Lan Hsiang (56 años), Iglesia Manmin de Xin Zhan, Taiwán

En mis años de juventud trabajé para el Señor como líder de la iglesia y ofrecí un voto de oración. Dije en la oración que serviría al Señor con todo mi ser si Él salvaba la vida de mi padre que había estado en coma después de un accidente automovilístico. En respuesta de Dios a mi oración, él volvió a la vida.

Aunque tenía 39 años y tenía hijos pequeños, ingresé en un seminario teológico y estudié música cristiana durante cuatro años. Como me gustaba la música desde que era joven, quería dedicarme a la iglesia como pianista o directora del coro. Pero, no de acuerdo con mi pensamiento, Dios me guio a convertirme en pastora.

En el 2005, me uní a un programa de capacitación misionera realizado en Taiwán por una gran iglesia de Singapur junto a los miembros jóvenes de la congregación. Durante el programa, Dios me instó a armarme con la Palabra de Dios. También estudié cursos bíblicos ofrecidos por una gran iglesia. Después de esto, prediqué la Palabra no solo en Singapur, sino también en Malasia y China.

En 2008, casualmente conocí a la diaconisa Esther Shim en Singapur. Ella me habló de la Iglesia Central Manmin y de Alabanzas Manmin. Estaba tan sorprendida por el hecho de que Dios mismo les había dado canciones. Con añoranza, hice una visita a la Iglesia Central Manmin. La alabanza de Manmin fue realmente tan grandiosa, y eran alabanza que yo quería cantar. También visité el sitio del Agua Dulce de Muan donde el agua de mar salada de un pozo se transformó en agua dulce mediante la oración del Dr. Jaerock Lee (Éxodo 15:25). En el lugar espiritual, mis ojos espirituales fueron abiertos. Y vi ángeles rodeándome y observándome. Estallé en lágrimas de felicidad.

Después de esta experiencia espiritual, tuve un mayor fervor por saber sobre el Pastor Principal, Dr. Jaerock Lee. Sus libros me apasionaron, sobre todo, El Mensaje de la Cruz, La Medida de Fe y Cielo. Al leer los libros, sentí el gran amor de Dios y el valor del evangelio de la santidad. Nací de nuevo espiritualmente por medio de los mensajes.

Fui bendecida a través del libro El Mensaje de la Cruz, que contienen la providencia de la salvación a través de Jesucristo. Aprendí sobre el significado de la Palabra de Dios a la serpiente en Génesis 3:14, donde dice: «… y polvo comerás todos los días de tu vida». Significa espiritualmente que aquellos que están de acuerdo con la carne son presa del diablo enemigo y sufren las pruebas y los desastres que el diablo les ocasiona. Esta clara explicación fue asombrosa.

Me sentí tan agradecida por el evangelio de la santidad que me enseña el significado espiritual de la Biblia, y lo prediqué en todos los lugares donde fui. En el 2009 asistí a la Cruzada Unida, Israel del Dr. Jaerock Lee que se llevó a cabo en Jerusalén. Frente a mis ojos, los cojos arrojaron sus bastones y los paralíticos se levantaron de las sillas de ruedas y caminaron. La gente recuperó una mejor vista y se despojaron de sus anteojos. Varias personas fueron sanadas de muchos tipos de enfermedades por el fuego del Espíritu Santo y testificaron de su sanidad con alegría.

El poder de la oración del Pastor Principal fue ciertamente sorprendente. En 2010, participé en el Retiro de Verano Manmin celebrado en Muju, Corea y me convencí más acerca de la presencia de Dios en la iglesia. Después, abrí una iglesia bajo la guía de Dios y me inscribí como una iglesia filial de Manmin en el 2014.

Mi iglesia se une a todos los servicios de adoración de Manmin, incluida la Reunión de oración de Daniel a través de GCN, y gracias a esto los miembros han recibido muchas bendiciones. Una mujer que sufría de infertilidad durante siete años llegó a tener un bebé, y un joven con paraplejia volvió a la normalidad. También fui sanada de quemaduras, hipermetropía y dolor en el pecho. Además pude obtener doble párpado a través del Agua Dulce de Muan.

Es más, solíamos ofrecer el servicio en mi casa, pero ahora tenemos un santuario porque Dios les dio bendiciones financieras a los miembros. He sido renovada por la palabra de vida, y muchas obras de sanidad y bendiciones han desbordado en mi iglesia. Soy una pastora realmente bendecida. ¡Aleluya!



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