«El dolor intenso causado por los cálculos urinarios desapareció cuando mis ojos se encontraron con los suyos»
Diácono Duseok Yun (38 años), Zona 12, Iglesia Central Manmin
Cerca del mediodía del 23 de diciembre del 2017, fui al campo deportivo para jugar fútbol. El clima estaba helado. Hice mis estiramientos y comencé a jugar. Menos de diez minutos más tarde, oí un sonido en mi pantorrilla izquierda y sentí dolor. La pantorrilla estaba lastimada y el dolor era muy fuerte. Durante los siguientes 30 minutos, tuve que sentarme quieto. Entonces di brincos sobre mi pie derecho hasta el automóvil porque pisar con mi pierna izquierda en el suelo causaba demasiado dolor.
Pero el dolor desapareció el momento que recibí la oración del Pastor Principal, el Dr. Jaerock Lee, por tercera vez. Esta estaba pregrabada en el sistema de respuesta automatizada por teléfono móvil. Yo quería testificar de mi curación al Pastor Principal en la reunión con él que estaba prevista para el día siguiente por causa de la misión de hombres a la que pertenezco. A las 7:30 p.m. del día siguiente, entramos en su oficina. Mientras lo escuchaba, mi espalda se sentía rígida. Pero no lo tomé en serio. Antes de irme de la oficina, le dije: «Yo fui sanado de desgarro muscular en mi pantorrilla gracias a su oración. No tengo más dolor. Logré caminar bien y subir las escaleras. Gracias».
Después de esto, fui caminando hacia el estacionamiento para regresar a casa con mi familia. Yo sentí un dolor de nuevo en mi espalda que se sentía rígida. El dolor fue en aumento, como si mis órganos internos fueran cortados en trozos. No podía caminar. Regresé a la iglesia y visité la oficina de la Red Mundial de Médicos Cristianos. Me sometí a una prueba de ultrasonido, y mostró cálculos urinarios. Soporté el dolor fuerte que hizo imposible mover correctamente mi cuerpo y me fui a la oficina del Pastor Principal de nuevo para recibir su oración.
El dolor era tan intenso que sentí que me iba a desmayar. El corto tiempo de espera me pareció demasiado largo. Había muchos miembros de la iglesia alrededor de mí, pero yo no podía moverme sin luchar porque el dolor era insoportable. Después de un rato, me dirigí a la oficina del Pastor Principal para recibir su oración. Había oído hablar de mí y me había estado esperando en su oficina con la puerta abierta.
Cuando mis ojos se encontraron con los suyos, derramé lágrimas de arrepentimiento y el dolor desapareció. En mis ojos solo estaba el Pastor Principal. Yo he sido un miembro de Manmin y lo he visto por 23 años, pero ese día el Pastor parecía tan pequeño. Parecía un padre que había sacrificado todo por sus hijos. Pude darme cuenta de que los años de su resistencia no han sido fáciles para él y su sacrificio demostró su amor hacia mí.
El Pastor Principal se inclinó para poner su mano sobre mí ya que yo estaba en mis rodillas y oraba con su mano sobre el lado derecho. El dolor ya había desaparecido, y yo me levanté con normalidad. Me arrepentí de mi fe tibia y confesé que llevaría una ferviente vida de fe. Doy todas las gracias y la gloria a Dios que me permitió experimentar la sanidad divina e hizo que el dolor causado por los cálculos urinarios desapareciera de inmediato y me convertí en una nueva persona. Hago extensivo mi sincero agradecimiento al Pastor Principal que oró por mí.
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