Hermana Jusun Chung (16 años), estudiante de escuela dominical, Iglesia Central Manmin

El 10 de febrero del 2018, mi tobillo izquierdo se torció hacia adentro casi en ángulo recto mientras yo estaba bajando las escaleras. Yo caí al piso. Me dolía tanto que no podía levantarme y solo lloraba. Mi madre me vio y me hizo recibir la oración por los enfermos del Pastor Principal grabada en el sistema de respuesta automática. Después de la oración logré moverme un poco y fui hasta el automóvil con la ayuda de mamá.

Debido a que me lastimé el tobillo, reflexioné en mi vida y especialmente examiné si había ido a algún sitio que no debía haber ido. Esa noche fui a la reunión de oración de Daniel usando una silla de ruedas. El pastor Changmin Kim, director de la escuela dominical de los estudiantes, me aconsejó que verificara si había algo que no había dejado, como las telenovelas, los video clips en YouTube y similares. Me arrepentí, pero aún me sentía abrumada.



Al día siguiente fui a los servicios dominicales usando la silla de ruedas con ayuda de mis amigos. Sentí mucho dolor en mi tobillo cuando ponía mi pie sobre el suelo, pero no renuncié a cantar en el coro. Simplemente me sentía apenada ante Dios por no haber cambiado mucho más. Entonces, yo canté en el coro en muletas. Yo estaba sobre la otra pierna mientras cantaba y me sentí adolorida y adormecida, pero lo soporté y canté un himno.

Después del sermón, recibí la oración pregrabada del Pastor Principal por los enfermos. Mi tobillo se sintió más fuerte y los tendones se sentían conectados. El 12 de febrero visité un hospital para un examen y me diagnosticaron lesiones del ligamento de la articulación del tobillo izquierdo. Me dijeron que debía tener una cirugía, pero yo solo llevaba una bota de yeso para inmovilizarlo, porque yo quería recibir la sanidad de parte de Dios.

Yo iba al baño sobre mis rodillas o un miembro de mi familia me llevaba en su espalda. Mi madre lavó mi cabello. Mis hombros y mis muñecas sentían demasiado dolor a causa de las muletas. Un día me sentí exhausta porque solo una pierna estaba soportando todo mi cuerpo. Oré en casa en la Reunión de oración de Daniel a través de GCN (www.gcntv.org). Justo entonces las lágrimas empezaron a caer. Lamenté que me había olvidado del amor de Dios.

Perseguí los placeres mundanos inapropiados para estudiantes, aunque el Pastor principal me enseñó todo el tiempo que no debía hacerlo. Pensé que debe haber sentido lástima por mí. Quebranté mi corazón y me vi arrepentida de verdad. Después de arrepentirme, me sentí liviana y comencé a estar segura acerca de la curación a través de la reunión con el Pastor durante las vacaciones del Año Nuevo Lunar.

El 14 de febrero finalmente fui a la reunión entre el Pastor principal y los miembros de nuestra iglesia. Él predicó el mensaje y oró por todos los miembros presentes. Después de su oración me di cuenta de que yo no había dependido de la muleta; esta estaba en el aire. El dolor desapareció.

Y estreché la mano del Pastor y le dije: «Mi pierna se siente mucho mejor». Cuando escuchó lo que dije se me acercó, aunque él estaba ocupado con una gran cantidad de personas allí, dobló sus rodillas y oró por mí con su mano sobre el tobillo afectado. Me quebranté cuando lo vi orando por mí porque me sentí mal delante de él. Después de su oración, ya no necesité la muleta; yo pude subir las escaleras a mi casa por mi propia cuenta. ¡Aleluya!

Salté hacia arriba y abajo cuando alabé a Dios durante el retiro de invierno de estudiantes y no hubo dolor en absoluto. He cumplido mis tareas de parte de Dios como miembro del grupo de voluntarios y una animadora. Le doy todas las gracias y la gloria a Dios. Hago extensivo mi agradecimiento al Pastor Principal que oró por mí.

Las ondas de ultrasonido


Antes de la oración: lesiones del ligamento de la articulación del tobillo izquierdo