Hermano Yoonjong Yu (56 años), Zona 10, Iglesia Central Manmin

A las 23:20 del 9 de diciembre del 2017, mi cuello se sentía tieso y mi cuerpo perdió fuerza. Llamé a mi esposa, la diaconisa Keumhwa Lee. Mientras yo le estaba diciendo que me ayudara, perdí el conocimiento y me desplomé.

Mi esposa y mi hijo Subin que estaban en la reunión de oración de Daniel que se celebra a partir de las 21:00, regresaron a casa inmediatamente. Me dijeron que me llevaron a un hospital universitario en la ambulancia. Después me dijeron que los dos lados de mi cerebro sufrieron una hemorragia cerebral y no podía respirar por mí mismo. La cirugía no era posible para mí. Yo estaba a punto de morir.

Mientras el personal médico trataba de ayudarme, el pastor Dalcheon Lee (pastor de mi zona) me visitó y oró por mí con el pañuelo sobre el cual el Dr. Jaerock Lee había orado (Hechos 19:11-12). Después de la oración, recuperé la respiración espontánea y me sometieron a una cirugía.

A las 5:00 del día siguiente terminó mi cirugía para detener el sangrado. Pero el médico le dijo a mi familia que mi aneurisma cerebral estaba dilatado y había reventado dos veces debido a una hemorragia subaracnoidea, y que debían llevarme a la Unidad de Cuidados Intensivos. Entonces, el progreso de mi condición podría ser examinado durante las siguientes 2 o 3 semanas. Mi esposa y el pastor de zona ayunaron y oraron por mi salvación cuando yo estaba inconsciente.

El 10 de diciembre, mi esposa e hijo enviaron una petición de oración al Pastor Principal, quien estaba orando en la casa de oración de la montaña. Después de eso, yo comencé a recuperarme rápidamente. El 13 de diciembre fui transferido de la unidad de cuidados críticos a la unidad de cuidados intensivos. Y el 15 de diciembre me transfirieron a la sala general. Después escuché que en la tarde el Pastor principal oró por mí con su mano sobre mi fotografía. Yo escuché que él oró, diciendo en detalle: «Permite que él no sufra efectos secundarios ni parálisis, y que quede perfectamente sano».

Posteriormente, siempre que tenía fuertes dolores de cabeza, mi esposa me ponía auriculares en mis oídos y me hacía escuchar el sermón del pastor principal, «El mensaje de la cruz». De repente, el dolor desaparecía. Así comencé a recuperarme rápidamente. Fui liberado de los dolores de cabeza que, según me dijeron, eran inevitables. Cada vez que recibía la oración con el pañuelo, me recuperaba más y más.

El 12 de enero del 2018, yo salí del hospital porque no tenía síntomas anormales en mi cuerpo. Yo estaba cada vez más sorprendido cuando pensaba en todo esto. Mi médico me dijo que sufriría efectos secundarios causados por el daño cerebral, tales como la parálisis, pero no he tenido ningún efecto ni he sufrido de parálisis. Soy perfectamente normal. ¡Aleluya!

Este incidente me hizo nacer de nuevo, tanto en lo espiritual como en lo natural. Ahora guardo el día del Señor y doy los diezmos. He recibido el Espíritu Santo y comencé a hablar en lenguas al asistir a las reuniones de la Misión de hombres y los encuentros de oración. Me sentí mal por el Pastor Principal que pacientemente esperó y oró por mí, aunque yo no guardaba el día del Señor y no paraba de beber alcohol ni de fumar por 25 años. Me sentí muy agradecido con mi familia. Después de arrepentirme con sinceridad, recibí la paz y llegué a tener un deseo por retribuir la gracia recibida.

Doy todas las gracias y la gloria a Dios que me ha sanado de la hemorragia subaracnoidea sin que sufra efectos secundarios y me bendijo para llevar una nueva vida. Hago extensivo mi agradecimiento al Pastor Principal que oró por mí.

neuroangiografía


Antes de la oración: la arteria cerebral anterior derecha
Hubo un aneurisma en el original.

Tomografía computarizada


Antes de la oración: Hubo hemorragia cerebral causada por un aneurisma de la arteria cerebral anterior