Hermana Natalia Coronado, 34 años, Iglesia Manmin Manmin de Perú
Hermana Natalia Coronado (segunda desde la izquierda) con su madre y dos hermanos

Desde finales del año 2015, sufrí de dolores graves ocasionados por la gastritis. Tenía que levantarme y tomar agua para calmar el estómago durante la noche. Fui al hospital para verificar la causa, y resultó ser una gastritis crónica ocasionada por la bacteria helicobacter pylori.
Quería recibir salud por fe, pero no mejoraba después de algunos meses e incluso se empeoró. En junio de 2016, me hicieron análisis nuevamente. Los resultados revelaron que tenía una gastritis grave y una infección de helicobacter pylori. Tomé la medicina que me recetó el doctor, pero sólo funcionaba por un tiempo y el dolor y la fatiga regresaban pronto.
Finalmente comencé a mirar hacia atrás, a mí misma. Sentí desde mi corazón que Dios quería que sus amados hijos lograran un corazón limpio y se asemejaran a Él. Aunque el dolor continuaba, sentí el corazón de Dios. Así que traté de dar gracias a Él. Mientras oraba, me arrepentí de haberme sentido molesta hacia Dios pensando que Él no me protegía. También me arrepentí de mi arrogancia.
Decidí recibir sanidad, recibiendo la oración del Dr. Jaerock Lee durante el Retiro de Verano de Manmin llevado a cabo en agosto de 2017. Para un diagnóstico más exacto, me hicieron una endoscopía. Pero el análisis inesperadamente mostró que yo tenía sólo una gastritis menor y que no había infección de bacterias en mi estómago. Me di cuenta que era mi renovación a través de un arrepentimiento sincero lo que Dios quería de mí. Aceptando mi arrepentimiento, Él me sanó rápidamente.
Debido a la diferencia horaria, la Iglesia Manmin de Perú se unió al Retiro a través de video grabado. El día 7 de agosto, recibí la oración del pastor principal durante el seminario del retiro. Después de eso quedé completamente sanada y recuperada totalmente de mi salud. Incluso, ¡Fui bendecida al recibir un aumento de salario de 70% en mi trabajo!
Le doy todas las gracias y la gloria a Dios y al Señor, quien me guio para convertirme en una verdadera hija de Dios y alcanzar el lugar más hermoso en el cielo, la Nueva Jerusalén. Doy gracias al pastor principal, quien enseña a mi familia a amarnos unos a otros y a llevar una vida gozosa de fe.


Registros médicos

Fue sanada de un dolor grave ocasionado por gastritis crónica después de que ella se arrepintió de todo corazón.