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| Noticias Manmin No. 38 |
| HIT |
10555 |
| DATE |
2009-02-22 |
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La clave para llevar adelante mi negocio es seguir el camino de la rectitud
~ Diacono Hyun-O Kim (Iglesia Manmin Gwangju del Este)
Cada vez que leo o escucho sobre personas exitosas, a menudo me he dicho cuán maravilloso sería tener bases bien sólidas. A través de este libro; sin embargo, he encontrado un firme sustento.
Guiado a Iglesia Manmin tras leer El Mensaje de la Cruz
"¿Qué sermones están escuchando?, ¡Están tan llenos de gracia!" "Debes leer este libro también," fue su respuesta. Cuando le pregunté a mi suegra (Diaconisa Bok-Ja Sim) acerca de los que se escuchaba en los casetes en febrero del 2007, ella me prestó un libro. "El Mensaje de la Cruz" Dicho libro contiene respuestas y aclaraciones a muchos interrogantes y puntos confusos de la Biblia que siempre mantuve durante toda mi vida cristiana y tras haber leído la Biblia en varias ocasiones. Me estoy refiriendo a puntos clave como por ejemplo, cómo de verdad se es salvo cuando uno cree en Jesucristo, si la gente que muere antes de escuchar el Evangelio es salva o no, y cosas por el estilo. Al domingo siguiente, fui junto a mi suegra a la Iglesia Manmin Gwangju del Este. Allí participamos del Servicio transmitido en vivo vía satélite desde Seúl; y yo fui profundamente conmovido por el Dr. Jaerock Lee. Él predicaba con lágrimas en sus ojos a causa de su rebaño. Desde ese entonces, me uní a la iglesia. Desde ese mismo domingo, dejé de ir de picnic o a los parques de diversión los domingos por la mañana con mi familia. Estaba tan sediento de escuchar los mensajes del Pastor Principal que, incluso al volver del trabajo, podía quedarme hasta las 3 o 4 de la mañana siguiente escuchando sus mensajes desde el sitio Web de la iglesia, y así me quedaba dormido. Aún depuse de pocas horas de sueño, podía levantarme bien para ir a trabajar y no veía la hora que llegara el domingo próximo para ir a la iglesia.
Comenzar un negocio sólo confiando en Dios en oración
Yo solía trabajar en un taller de reparación de autos, y mientras estuve allá, fui reconocido por mi diligencia e integridad. Sin embargo, el ingreso mensual no era suficiente. La palabra del Dr. Lee me animó, "Si tu alma prospera, recibirás las bendiciones de Dios sin importar cuán terrible sea la situación económica". Entonces, renuncié a mi trabajo y emprendí mi propio negocio. Desde ese entonces, he hecho de mi crecimiento espiritual mi prioridad y me he esforzado por agradar a Dios y despojarme de todo pensamiento carnal. He tratado de dejar la vida de haragán en Cristo mientras leía el libro Infierno del Dr. Jaerock Lee, y solidificar mi vida espiritual a través de la oración en las reuniones de Oración de Daniel por las noches. En un principio, mi deseo era comenzar a lo grande y ser muy bendecido. Pero mientras escuchaba los mensajes del Dr. Lee, me di cuenta que había en mí un afán por ganar dinero quería desenfrenadamente pedir dinero prestado y expandir mi negocio. En vez de eso, me avoque a la oración, le entregué todo a Dios y le pedí que guiara mi vida hacia donde Él creía que era mejor. Luego de eso, el dueño del taller donde yo solía trabajar me ofreció que me hiciera cargo del negocio y lo hizo por muy buen dinero. Ciertamente, esa fue la respuesta de Dios a mi oración, y en julio del 2007, me hice cargo de la empresa.
Poniendo en práctica la Palabra, ejercitando la honestidad y la cortesía.
En vez de albergar codicia para ganar más dinero, luché por obedecer la Palabra de Dios a través del Dr. Jaerock Lee, incluyendo "Siempre busca la benevolencia y sigue el camino de la rectitud", "Asegúrate de también obedecer la ley de este mundo". En el momento, estoy ocupándome de los autos involucrados en accidentes, e interviniendo entre los clientes y las empresas aseguradoras; mis palabras tienen un gran peso. Incluso cuando en ocasiones la resolución no me favorecía, siempre manejé cada caso con honestidad. Algunos clientes han dicho, " en otros negocios, simplemente hacen lo que los clientes les piden. ¿Por qué eso no sucede aquí?, y me demandaban algo que era impropio. No obstante, he visto a clientes regresar, aún a pesar de haber rechazado sus pedidos. Cuando los clientes han tratado de regatear los precios, siempre he elegido no discutir con ellos y hacer lo que me pedían. Luego de eso, Dios ciertamente me ha dado casos donde la ganancia ha sido mayor. Seguir el camino de la rectitud en los negocios no me resultó tan difícil como creía que lo sería. En un comienzo, los inconvenientes se hicieron sentir, pero mientras me mantuve en el camino de la rectitud, Dios me mostró sus bendiciones.
El diezmo multiplicada por diez
Luego de seis meses de haber comenzado con el negocio en el que diligentemente busqué aplicar la Palabra de Dios, entre el 70% y el 80% de los clientes se hicieron clientes regulares, y la base de clientes ha ido en aumento gracias a la propaganda de boca en boca. Aunque no salga a cenar con los clientes ni ponga en marcha campañas de marketing, Dios mismo se ha encargado de enviarme cada vez más clientes, de esa manera, mis diezmos han aumentado diez veces mas. Recientemente, un distribuidor de autos extranjeros le ha confiado a mi empresa todo trabajo de pintura, y aún estoy esperando mayores fuentes de ingresos. Los clientes a menudo dicen, "vengo por qué aquí sé que no engañan a los clientes entonces puedo confiar. Además son muy buenos en lo que hacen". Algunos de mis empleados inclusive afirman, " gracias a que mi jefe cree en Dios con todo su corazón, este negocio es tan bendecido". Todo esto se lo debo a la gracia y al amor de Dios, y a las enseñanzas del Pastor Principal Rev. Dr. Jaerock Lee quien me ha mostrado la verdad y me ha guiado por el camino de la bendición. Asimismo, le agradezco al Pastor Principal Rev. Yeon-Ok Jung de la Iglesia Manmin Gwangju del este, y a los hermanos de la congregación por sus oraciones. Desde que comencé a asistir a Manmin, he sido sanado de migraña constante debido al estrés del trabajo y mi familia no ha sido hospitalizada ni una sola vez. Le doy las gracias y la gloria a Dios, quien no sólo me ha dado la bendición económica y de salud, sino que se ha convertido en el gran sustento de mi vida. ¡Aleluya!.
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