Anciano Jaeshik Chun
(Parroquia 2-11, Misión de Hombres 3-3)

Anciano Jaeshik Chun, su esposa Myungsook Kim y su hijo Youngkwang Chun


El Señor llegó a la vida de una persona que era el dolor de cabeza de mi pueblo

Durante mis días en la escuela primaria yo solía huir de casa, y en los días de la secundaria salía con malas amistades con las que bebía y fumaba. Mi mal comportamiento causó todo tipo de problemas en mi pueblo, por lo que era arrestado por la policía cada vez que regresaba a casa. A veces bebía Soju, un aguardiente destilado de Corea, sin haber ingerido alimentos previamente, por lo que tuve que someterme a una operación por problemas estomacales a la edad de 21 años.

Después de esto abrí un taller de reparación de muebles y gané dinero, pero me lo gastaba en bebidas en clubes nocturnos y bares de alterne. Por último llegué a ser alcohólico. Se me había prohibido entrar al pueblo porque había bebido demasiado a crédito y había mostrado conductas desordenadas. Los pensamientos de suicidio me visitaron, pero yo tenía un apego persistente a la vida. Un día escuché que mi mejor amigo había muerto a causa de una hemorragia cerebral en medio de la embriaguez.

Eso me impresionó mucho y caí en el oscuro estado de la depresión. En abril de 1987 fui invitado a la Iglesia Central Manmin por un miembro de la Misión de Voluntarios de Manmin. Esto ocurrió cuando yo tenía 32 años. Mi asistencia era superficial durante algún tiempo. Una noche sufrí de diarrea con sangre, pero me quedé dormido. Me desperté luego para ir al baño y en ese momento vino a mi mente la cruz de la torre de la iglesia. Al instante caí al piso y empecé a llorar y clamar a Dios con abundantes lágrimas. Yo clamé "Señor" y "Dios" y derramé lágrimas de arrepentimiento.


Luego de convertirme en una nueva persona, mi vida abundó con sanidad y bendiciones

Luego de ese arrepentimiento, mi vida cambió totalmente por la gracia y el amor de Dios. Dejé de beber y fumar por completo y fui sanado de úlcera duodenal crónica gracias a la oración del Pastor Principal Dr. Jaerock Lee. Cuando cambió mi vida gracias al esfuerzo por obedecer la Palabra de Dios, me casé y mis padres se sorprendieron al ver mi vida cambiada. Ellos vinieron a la iglesia en agradecimiento por la gracia de Dios sobre mí.

En 1992 sentí un fuerte anhelo en mi corazón de apoyar la construcción del santuario. Después de conversar con mi esposa, yo saqué cuatro millones de won (alrededor de cuatro mil dólares americanos) del dinero del seguro de la casa (cinco millones de won o aproximadamente cinco mil dólares americanos) y se los ofrecí a Dios como una ofrenda para la construcción del santuario. Nosotros nos mudamos a una casa más pequeña. Tres años después fui bendecido financieramente por una persona con diez millones de won (diez mil dólares americanos). Yo le di una cantidad a Dios como ofrenda y luego Él me retribuyó con bendiciones sobreabundantes.

En 1994 se me concedió la placa de aprecio de parte de la iglesia en reconocimiento a las actividades de la Misión de Voluntarios de Manmin y al siguiente año me uní al peregrinaje a Tierra Santa. Luego de eso alguien me apoyó con grava y arena que equivalía a miles de dólares. Una empresa me proporcionó cemento y ladrillo a crédito, aunque ellos trabajaban únicamente con negocios al contado. Este apoyo fue la semilla de las bendiciones para mí, y yo me ocupé con muchas órdenes, por lo que tenía que conducir un volquete desde las 5:00 hrs. hasta las 16:00 hrs. Al siguiente año gané muchísimo dinero, lo suficiente para comprar un par de casas.


Aunque enfrenté la bancarrota porque fallé en mi caminar por el sendero correcto

Mientras tanto yo fallé en vivir de acuerdo a la Palabra de Dios y mis negocios empezaron a declinar. Yo dirigía el intercambio de dinero entre los miembros de la iglesia y no guardaba el Día del Señor como un día santo. Pensé que podía asistir al servicio de adoración después de trabajar desde temprano en la mañana hasta unos minutos antes del servicio, además de apoyar al Pastor Principal con su ministerio internacional. Pero esto no estaba en acuerdo con la voluntad de Dios en lo absoluto. Había otra razón para estar en bancarrota: mi expansión imprudente de los negocios. En 1996 estaba cegado con la codicia por las ganancias, así que recibí muchos préstamos garantizados y giré muchos cheques personales que ascendían a más de cien millones de won (alrededor de cien mil dólares americanos). Esto me llevó a la bancarrota. No podía resolver la liquidez de los activos de tres millones de won (tres mil dólares americanos).

Me arrepentí de mis malas acciones y en cada caso de devolución de lo adeudado primeramente pagué a mis clientes sin buscar mi propio beneficio. Descubrí mis malas acciones por medio de los mensajes predicados por el Pastor Principal y me humillé ante Dios. En 1997 construí una casa temporal en un terreno vacío que había usado para el almacenamiento de materiales de construcción y empecé a vivir allí. Pero debido a que no podía pagar el valor del alquiler de esta casa provisional, tuve que abandonar el lugar.

En medio de todas estas circunstancias, mi esposa y yo fuimos gratos por la casa provisional que no colapsó. Continuamos realizando nuestras labores encomendadas por Dios y orando. En el año 2000 fui designado presidente general de la Misión de Voluntarios de Manmin y fui más fiel al reino de Dios. Mientras tanto nuestro Dios misericordioso me dio la oportunidad de vivir un avivamiento. Un par de meses después me hice cargo de una tienda de objetos usados después de haber terminado de pagar por un contenedor de almacenamiento. Cuando inicié esto yo tenía que almorzar fideos, pero disfrutaba al entregar a Dios mis diezmos y ofrendas de gratitud. En el 2002 empecé a participar apoyando con ofrendas al ministerio internacional y de ayuda del Dr. Jaerock Lee. Al siguiente año fue liberado de todas las deudas bancarias y de las tarjetas de crédito.


Soy feliz viviendo para la gloria de Dios con las bendiciones que he recibido

En el año 2007 tuve la oportunidad de recibir una bendición aún mayor después de haber ofrecido a Dios una ofrenda especial para la construcción del santuario, lo cual hicimos con toda sinceridad y fuerzas al finalizar el año 2006. Una empresa relacionada con escombros de hierro me hizo una donación de 90 millones de won (cerca de 90.000 dólares americanos) por la tienda de objetos usados. Esta fue una cantidad mucho mayor a aquella que habíamos ofrecido para la construcción del santuario. Después de esto mi negoció empezó a expandirse. Cuando nos reunimos con el Pastor Principal, él me pidió que caminara con sabiduría en mis negocios y plantó un sueño futuro del negocio en mi corazón. En el otoño de 2009, cuando me reuní con él nuevamente, decidí con fe dar a Dios el diezmo de los ingresos totales y convertirme en fortaleza para la iglesia y en gozo para el pastor.

A inicios de 2010 entregué el diezmo: un millón de won (1.000 USD) cada semana, y ahora estoy dando diezmos de 1.450.000 a 1.500.000 won. Es deber de todo cristiano entregar los diezmos completos. Ahora me esfuerzo mucho por dar más diezmos de lo que debo dar porque creo y espero que el diezmo extra ayude al Dr. Jaerock Lee con sus muchos ministerios, y sé que seré recompensado en el Cielo.

Mi tienda de objetos usados es famosa por su uso honesto de la balanza, y muchos clientes conocen este hecho, por lo que comentan: "Esta tienda no es lo suficientemente grande para tener tantos materiales de desecho. Ver su prosperidad es algo sorprendente".

Dios también me dio muchas bendiciones espirituales: Servir a la iglesia como un Anciano y líder de la Misión de Voluntarios, además de ser el Director Financiero de la Escuela dominical de niños. Cuán agradecido y feliz estoy de ser fiel al reino de Dios con apoyo financiero. Doy todas las gracias y gloria a Dios el Padre quien me ha bendecido en lo espiritual y material.