Hermano Leopard (Iglesia Internacional Manmin de Nueva York)


En junio de 2009 sentí que me había debilitado mucho. Comencé a toser demasiado y me aparecieron tumores acompañados de gran dolor. Recibí oración por sanidad de parte de algunos pastores conocidos, pero no sirvió de nada.

Se me hizo un chequeo médico en el Hospital Central de Brooklyn, Nueva York. El resultado mostraba que tenía neumonía y SIDA. Fui tratado con medicamentos muy fuertes, pero esto solo empeoró mi situación. Sentía dolor aun al respirar.

Sin embargo, siempre creí que Dios podría sanarme. Mientras tanto, vino a mi mente el Dr. Jaerock Lee. Miré de principio a fin los videos de las cruzadas del Dr. Lee en Perú y Nueva York, los mismos que me obsequió la madre de un amigo dos años antes. Mientras miraba los videos, el poder de Dios me impactó.

En agosto de 2009 comencé a mirar los programas de Manmin TV a través de la Internet. Sentía que estaba hablando con Dios cara a cara cuando oía los mensajes del Dr. Lee, los cuales los escuchaba con mucha atención y lágrimas en mi rostro.

En particular, llegué a tener esperanza por la sanidad cuando veía el poder asombroso de Dios que hacía que las personas cortas de vista y con problemas auditivos se recuperaran normalmente. Pude ver muchos tipos de enfermedades ser sanadas, y a los paralíticos levantarse y comenzar a saltar. Estaba convencido que el Dr. Lee era un hombre de Dios porque, como dice Salmos 62:11, de Dios es el Poder.

Dejé de ir al hospital. Recibí la oración del Dr. Lee por los enfermos luego de escuchar su mensaje por medio de la Internet. Pude sentir que el dolor desaparecía poco a poco y yo me recuperaba. Puse mi confianza en Dios únicamente por medio del ayuno y la oración, luego pude sentir paz y gozo en mi corazón.

El 16 de octubre de 2010 fue mi cumpleaños. Recibí la oración del Dr. Lee a las 5:00 hrs. y mi habitación se llenó de calor, mi cuerpo también comenzó a calentarse y a sudar en gran cantidad.

Al siguiente día fui al hospital. El doctor estaba sorprendido luego de ver los exámenes ya que el SIDA y la neumonía se habían desvanecido por completo. Me dijo que no podía creerlo, y me pidió que fuera a otro hospital para que me examinaran nuevamente. Sin embargo, los resultados de los exámenes fueron iguales a los anteriores. ¡Aleluya!

He llevado una vida cristiana feliz en la Iglesia Internacional Manmin en Nueva York (Pastor James Shim). Le doy todas las gracias y gloria a Dios quién me sanó por medio de la oración que transciende el tiempo y el espacio.