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| Noticias Manmin   No. 145 | HIT 7085 | DATE 2013-07-28
 
¡Examine! - ‘¿Cuánto del corazón espiritual ha alcanzado?’



En este caso, algunas distinciones entre el corazón espiritual que Dios quiere y el corazón carnal se especifican en cuatro aspectos. ¿Por qué no examina qué parte del corazón espiritual ha logrado?



El corazón dadivoso versus el corazón soberbio

El corazón dadivoso está lejos de ser un corazón de falsedad que retrocede, cambia su responsabilidad y se aparta indeciso para no asumir tareas difíciles. No obstante, no presume debido a la humildad, ni insiste en la verdad en su propia manera. No desea recibir reconocimientos por su contribución. Al igual que el corazón de un siervo indigno, siempre considera a los demás y trata de hacer las paces con ellos en la verdad. Alguien con ese tipo de corazón desea servir, por ello mantiene la paz y la felicidad en él todo el tiempo.
Sin embargo, es debido al corazón carnal que usted tiene deseos de superar a los demás, y quiere que su nombre y créditos sean revelados, y espera ser reconocido más que otras personas. Por lo general desea alabanza y reconocimiento debido a que siente que se ha esforzado y ha hecho algo para mostrar con orgullo. No obstante, si usted es humilde, sentirá que solo ha hecho lo que estaba a su alcance a pesar de que haya puesto mucho esfuerzo; esto es perteneciente al corazón del espíritu. Puede ser que quizás se sienta avergonzado si es que es reconocido más que otras personas.
A diferencia de lo explicado anteriormente, algunas personas no toman la iniciativa y sólo evitan porque no tienen confianza y creen que no tienen poder. Creen erróneamente que no tienen ningún deseo de superar a los demás o mostrarse, pero el atributo carnal se puede demostrar cuando se hacen cargo de algo que pueden hacer bien o se toman de algo para jactarse de ello. Cuando las cosas no salen como se desea, atributos fundamentales tales como malestar, descontento y conflictos salen a la luz. Por consiguiente, debemos poseer discernimiento en cada tipo de situación en términos de si debemos o no hacer escuchar nuestra voz, incluso si pensamos que estamos en lo correcto.


Un corazón de entendimiento versus superioridad virtuosa

El ‘entendimiento’ puede decirse que es un atributo que considera las fortalezas de los demás y de su bondad. Con ello, se puede pasar por alto sus deficiencias y pensar a través de sus corazones y comprender por qué han hecho algo desde su posición o situación. Usted cree que ellos cambiarán cuando la gracia de Dios les sea dada, incluso si están actualmente con falta de algo. Los anima y les ayuda a alcanzar la bondad diligentemente. Con este tipo de entendimiento y bondad, los demás podrán abrir sus corazones con usted y de todo corazón comunicarse.
Sin el corazón de entendimiento, se produce naturalmente la discordia y el desacuerdo. No puede entender a los demás si solamente piensa desde su propio punto de vista y posición y busca su propio beneficio. Debe estar consciente de que la fe, el trasfondo del crecimiento, la educación y la personalidad difieren entre las personas, y que los demás no son perfectos al igual que usted tampoco lo es. Un hombre con el corazón del espíritu cubre las faltas de los demás y piensa con bondad al entender sus situaciones. Antes de juzgar a otros con su propio criterio de la verdad, puede primero sentir su dolor, por lo que sólo se lamenta por ellos y con ellos.
Si piensa que está teniendo problemas debido a las demás personas, demuestra que no se ha puesto a sí mismo en el lugar de otras personas. Si usted piensa de esta manera; pensando solo en usted mismo, no podrá ayudar sino causar problemas. No obstante, si se pone en el lugar de ellos, no tiene que experimentar dificultades o perder la paz. Podrá sentir el corazón y amor de Dios, y recibir bendiciones cuando siempre intenta entender con bondad y alcanzar el corazón del espíritu incluso en las tribulaciones.


El corazón de conocimiento versus el corazón de excusas

Una persona espiritual admite sus propios errores y faltas cuando escucha un consejo o reprensión. Sus sentimientos no son lastimados, sino que al contrario, da gracias aunque un hombre insignificante o sus compañeros de trabajo lo señalen, al igual que su superior. Él piensa que han hecho un comentario de su falta para su propio bien, por lo que les puede agradecer. Incluso si sus comentarios no son correctos, con humildad los acepta y se examina a sí mismo nuevamente. Siempre tiene en mente que sus obras quizás no sean correctas o respetables desde el punto de vistas de los demás.
Por el contrario, una persona carnal pone excusas y da razones de sus propios errores cuando son reprochados o amonestados. Incluso se siente disgustado o tiene malos sentimientos en contra de la persona que le da un consejo, creyendo que estaba equivocado.
El hombre espiritual reconoce los buenos y fuertes puntos de las demás personas, pero el hombre carnal no reconoce lo que una persona con poca fe alcanza con su mejor dedicación porque cree que le falta algo. Esto se debe a que el hombre carnal mira al resto de personas basado en su propio estándar. Además, los puntos débiles de otros vienen a su mente debido a los celos y la envidia en su ser, así que no puede alabar las fortalezas de otras personas.
No obstante, el hombre espiritual quiere que otros sean mejores y percibir los puntos fuertes de los demás aunque no haya tantos. Y ayudan a mejorar sus fortalezas y a enmendar sus puntos débiles.


Un corazón inconstante versus un corazón inmutable

Las personas que poseen un corazón espiritual no cambian respecto a ser agradecidos por la gracia que han recibido. Ellos siempre lo mantienen en sus corazones con anhelo para pagar más de lo que recibieron. No piensan: “Yo he pagado Su gracia. Ya es suficiente”. Dan gracias por ello sin cambiar, cuando están gozosos y llenos del Espíritu, como cuando están enfrentando un momento difícil. Y no dejan de mostrar su amor por el Señor con sus obras. Por el contrario, aquellos con un corazón carnal tienen un corazón o sus obras inconstantes cuando las cosas alrededor de ellos no están de acuerdo con sus beneficios después de pagar por la gracia por un tiempo. Ellos de manera alegre y agradecidos primero cumplen con lo que han prometido delante de Dios, pero luego se sienten obligados. Además, algunos de ellos no logran llevar a cabo sus promesas y las quebrantan. Como resultado terminan en pruebas, persecuciones y aflicciones.
Las personas espirituales no cambian por seguir a los demás. Esto se debe a que ellos esperan lograr el mayor corazón espiritual, aprendiendo de las personas que siguen. Su objetivo final es alcanzar un corazón completamente espiritual, por lo que puede actuar bien en la bondad.
¿Acaso no ha deseado superar a los demás y disfrutar de la gloria en lugar de ceder? ¿No le ha causado problemas a otros por pensar en sus propias posiciones sin entender a los demás? ¿No se ha sentido abatido y pone excusas a sus faltas cuando estas son señaladas en su vida? ¿No ha cambiado respecto a retribuir la gracia que ha recibido debido a que su corazón buscar su propio beneficio? Espero que esto le proporcione la oportunidad de examinar su corazón.


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